Nàstic 0 -0 Sporting
21 abr 2019 . Actualizado a las 01:09 h.Comenzó el Sporting con la lección aprendida en las victorias frente a Tenerife o Alcorcón. Y es que decidir un partido en el arranque es temario oficial en el librillo de José Alberto. Los jugadores, como el resto del estilo, lo han asimilado como algo propio, un sello de identidad que les ha permitido mirar al play off como una aspiración real. A este ímpetu inicial de los rojiblancos, hoy de verde, acabó respondiendo el Nástic con un robo a una acción extraña de Cofie. El africano, cerca del costado izquierdo, despejó a la media vuelta mandando el cuero al centro. Luis Suárez, siempre atento a cada balón que le caía cerca, se lanzó en pos del gol tras sentar a Peybernes y mandó un balón endiablado al que respondió Mariño, aunque el árbitro no vio la mano del gallego y mandó sacar de portería.
A partir de ahí, y poco a poco, el Sporting volvió a ser el Sporting. Salidas rápidas buscando a un Álex que en los primeros veinte minutos ya había provocado al menos tres faltas a favor de los suyos. El balón parado, por otra parte, que en otro tiempo era un rompedero de cabeza, se ha convertido en un arma bien afilada. Se nota la mano del técnico de la Fresneda, y se nota la pierna de Traver. Así fueron las opciones más claras de los sportinguistas en los primeros veinte minutos.
El Nástic, invitado por el Sporting, se había quitado jugada a jugada la presión asturiana y ya dominaba un centro del campo que ni Cofie ni Nacho buscaban discutir. Esa sensación de dominio, sin embargo, no se traducía en inquietud para Mariño. Sólo un disparo en el minuto 26, centrado y resuelto en dos tiempos por el meta gallego, fue testimonio del dominio catalán. El resto de sus ataques se resumían en centros resueltos por la defensa o disparos sin peligro para la portería rojiblanca.
De más a menos el equipo de José Alberto
Sin embargo, se deshinchó el Sporting a la media hora, con desajustes defensivos impropios del nivel que había demostrado las semanas anteriores. No es que tuviera el equipo asturiano ningún error grave, pero tampoco demostraba la seguridad y tranquilidad habitual. Djuka y Álex no estaban finos en la presión y Traver e Ivi se encontraban desorientados, sin elegir bien en qué momento nadar o qué momento guardar la ropa. El 11, fichado para ser diferencial, demostró en el primer tiempo por qué Aitor es indiscutible para el técnico asturiano: sin profundidad en su juego, lleno de frivolidades en situaciones que requieren otro tipo de resolución, y sin un aporte defensivo a la altura del jugador con el que se disputa los minutos, Ivi fue un compendio de lo que puede ser, pero no es.
Segunda parte
Tras el descanso, el equipo visitante intentó mejorar su puesta en escena, sobre todo en el trabajo de presión, pero el Nástic parecía estar más cómodo sobre el césped. Una gran jugada de Traver acabó en nada, pero Uche respondió a la oportunidad rojiblanca. El disparo, atajado por Mariño, no era muy peligroso, pero los avisos catalanes amenazaban con convertirse en algo más serio. Durante un rato ambos equipos amagaban, pero el empate ganaba enteros como resultado definitivo.
Empiezan los cambios desde el banquillo
Corría el minuto 59 y volvía Carmona al equipo. Ivi, que ni a balón parado fue capaz de aportar nada a sus compañeros, llevaba ya un buen rato mereciendo el banquillo, más aún tras su amarilla. El 10 volvió a vivir en la izquierda, como ya hiciera a principio de temporada con el Pipo Baraja en el banco. Sin la profundidad de Traver, José Alberto volvía a pedirle a Carmona que decidiera a pierna cambiada el partido.
No fue hasta el minuto 66 cuando llegó la primera opción clara de gol de la segunda parte. Un balón tocado de cara por Uche para Luis Suárez acabó muy arriba cuando lo remató el colombiano con demasiada potencia. En el 68 Uche, sólo, peinó hacia atrás un balón que acabó, manso, en manos de Mariño. En el 70 repetía remate Uche, de chilena, a centro de Luis Suárez. La pareja de ataque tarraconense empezaba a acariciar el gol.
Ante las tres oportunidades sufridas, José Alberto movería el banquillo para dar entrada a Cris Salvador por un deslavazado Nacho Méndez. El zamorano salía para aportar músculo y conducción, igual que frente al Granada la pasada semana.
Se cortó la hemorragia de acciones, pero el equipo seguía sin carburar en ataque. Álex y Djuka estuvieron durante toda la segunda parte muy desconectados, sin recibir los balones y sin compañía que se aprovechara de los rechaces de los balones que peleaban. Fue un día duro en la oficina para los atacantes rojiblancos, bien defendidos por la defensa de tres dispuesta por Ángel Martín. Sin embargo, en una de las típicas jugadas de Djuka, vino la mejor opción rojiblanca hasta el minuto 80. Consiguió el serbio forzar un corner que él mismo tocaría de cabeza para que Cofie, de cara, rematase y forzase a Becerra a lanzarse a por el cuero. La respuesta, la dio Pipa en el 84, tras una buena contra. El jugador cedido por el Espanyol lanzó un balón con la zurda muy ajustada al palo izquierdo de Mariño.
Reparto de puntos
Al final el empate parecía el castigo justo a dos equipos que no habían merecido más. Los rojiblancos siguen sin tener plan B, y José Alberto parece incapaz de reactivar al equipo con los cambios. Carmona no mejoró demasiado a Ivi, Cristian pasó inadvertido y Pablo no resultó ser un revulsivo. El Nástic, que se hunde y ve cómo la salvación se antoja como un milagro lejano, hizo gala de por qué es el equipo que menos goles marca de la Segunda división a pesar de tener dos futbolistas, Suárez y Uche, que cargan de peligro cada jugada ofensiva de los suyos.
Ficha técnica del partido
0- Real Sporting de Gijón: Mariño; Geraldes, Peybernes, Babin, Canella; Ivi, Cofie, Nacho, Traver; Djuka y Álex Alegría.
También jugaron Pablo Pérez, Carmona y Cristian.
0- Nàstic: Becerra, Fali, Noguera, Mikel, Abraham, Thiouné, Pipa, Imanol, Guerra, Luis Suárez y Uche.
También jugaron Kanté, Sadik y Javi Márquez.