Muchos abonados no están utilizando su pase de temporada
10 feb 2019 . Actualizado a las 16:32 h.El Real Sporting de Gijón acumula más de 23.300 abonos vendidos -en Primera División solo le superan de forma notable la Real Sociedad, Valencia, Sevilla, Athletic, Betis, Atlético, Real Madrid y Barcelona-, por contra, El Molinón - Enrique Castro Quini se sigue vaciando semana tras semana.
Frente al Zaragoza, con una promoción especial para niños, asistieron 22.100 aficionados, contra el Alcorcón se quedó en 16.600, frente al Deportivo subió a los 20.600 gracias a la afición visitante, y contra Osasuna se quedó en 17.800. Según las quejas que llegan desde la afición sportinguista, los motivos serían los siguientes:
-Aburrimiento. El equipo ataca algo más que en la etapa de Rubén Baraja, pero sigue careciendo de un patrón de juego y competitividad que enganche a la grada. Precisamente contaba días atrás Enzo Ferrero en Radio Sporting como se dormía viendo el Extremadura - Sporting hasta los minutos finales en los que se "rompió el partido". Más allá del juego o los resultados, la afición no se identifica con el proyecto, cada vez se escucha y lee más que al estadio se acude por tradición, no por el espectáculo.
-Equipo descolgado. El Sporting acumula semanas en tierra de nadie, a una distancia suficiente como para no ilusionarse y vivir la competición de cerca.
-Precios elevados para las entradas. Ni la situación económica de la región ni la del equipo invitan a pagar entre 20 y 40 euros por asistir un viernes a un Sporting - Osasuna.
-Factores externos. Bien es cierto que algunos horarios o el frío y la lluvia del invierno también influyen en la asistencia al estadio.
-Detalles. Muchos aficionados se han quejado por la falta de "calentamiento" de los partidos ante rivales directos como el Deportivo y Osasuna. Durante la semana no se transmitió desde el club la sensación de estar ante un encuentro realmente importante. Tampoco ha gustado nada que no se realizase un minuto de silencio por el fallecimiento de Molinucu, un acto de recuerdo que siempre incentiva la asistencia a modo de despedida.