El delantero acaba de encontrar equipo lejos de España
23 feb 2019 . Actualizado a las 22:55 h.El delantero africano, ex del Real Sporting de Gijón, Lacina Traoré, se encontraba sin equipo a sus 28 años desde el final de la pasada temporada, en la que no logró anotar ningún gol para el SC Amiens de la primera francesa, pero ahora podrá volver a competir en Hungría, donde peleará por una plaza de Europa League desde el Ujpest.
Unos meses decepcionantes en Asturias
Lacina Traoré llegó a Gijón en un momento que, con el tiempo y perspectiva, se puede considerar crítico. El descenso se consumó en esa fatídica y triste temporada para los asturianos, la 2016/2017, la misma en la que el jugador de más de dos metros de altura -récord de LaLiga-, militó en el equipo rojiblanco desde el mercado invernal.
Llegó cedido desde el Mónaco en un pack junto a Elderson, aunque había iniciado la campaña prestado en las filas del CSKA de Moscú. El punto llegó a Gijón generando unas expectativas elevadas que en ningún momento plasmó, ni regular, ni irregularmente. Sus números se quedaron en 2 goles en 463 minutos después de no volver a jugar ningún minuto desde comienzos de abril, tras acumular diversas dolencias físicas mientras su adaptación a tierras asturianas resultaba un caos a nivel extradeportivo.
Una carrera de más a menos
Al principio de su carrera deportiva parecía estar llamado a ser un delantero Champions. Sin embargo, las malas decisiones deportivas, así como alguna que otra lesión, hicieron que su caché se fuese reduciendo poco a poco.
De hecho, a su llegada a Rumanía, ganó varios títulos con el Cluj, donde estuvo durante tres temporadas. El Kuban Kastrodar y el Anzhí Majachkalá, ambos rusos, fueron sus dos próximos clubes antes de convertirse en jugador propiedad del Mónaco. Desde allí pasó a ser cedido en varios equipos europeos hasta que se acabó su contrato y salió por la puerta de atrás.
Más problemas extradeportivos
Tal vez uno de los varios detalles que ha propiciado su problema para encontrar nuevo equipo fuese la acusación a la que fue sometido el año pasado. Ibrahim Kone, presidente del ex equipo de su país, l’Étoile Sportive d’Abobo, sostuvo que el jugador habría nacido en 1988 y no en 1990. Pero esas acusaciones no se quedaron ahí y fue más allá. Aseguró también que había mentido en su verdadero nombre, que sería, según dicho testimonio, Traoré Ménéné. Estas declaraciones tienen su origen en el hecho de que Koné quería cobrar por los derechos formativos del delantero que estaba evolucionando en Europa.