El canario, olvidado en el primer tramo tras el cambio de entrenador, se agarra a la titularidad, crecido tras el cambio táctico. Su historia en Gijón se narra en renacimientos
24 ene 2019 . Actualizado a las 01:05 h.Parecía destinado a ocupar los focos de la ventana invernal pero en cuestión de semanas a Hernán Santana le han modificado su realidad en el Sporting. Coincidiendo con el aniversario de su fichaje, el canario, casi descartado con el salto de José Alberto, disfruta ahora de su mejor versión en el equipo rojiblanco. Muy reconocido por su fútbol dentro del vestuario se ha ganado un cambio radical de rol: de descarte a titular.
Conversación clave con Baraja
Su primer ciclo en el Sporting resultó complicado. A su llegada, Santana, una apuesta fuerte de Miguel Torrecilla que le ató con un contrato por tres años y medio, tuvo un inicio complicado con Rubén Baraja, que lo fio al doble pivote fuerte formado por Álex Bergantiños y Sergio Álvarez.
Su fútbol tuvo pocas posibilidades, con un papel residual, aunque una conversación con el Pipo a principios de verano le ayudó a mantener su apuesta por el Sporting. Baraja le comunicó al canario su idea de jugar con más gente por dentro y le garantizó opciones de ser importante en un proyecto que se iniciaba de cero.
Así fue. Hernán Santana empezó como titular pero justo hace una vuelta, en A Coruña, el Pipo decidió cambiar su idea y apostar por Nacho Méndez. Desde esa semana el centrocampista, con cierta frustración, vio como su situación daba pasos en corto hacia el banquillo. Hasta que apareció la Copa, la competición que ha tenido una alta trascendencia en todos los cambios que se han sucedido a lo largo de esta temporada.
Los teóricos suplentes se ganaron el cambio de rol y saltaron a la titularidad en Almería. Repitió como titular en el fatídico derbi que terminó con la era de Baraja y con la promoción de José Alberto que rápidamente tomó decisiones. Hernán volvió a los orígenes y desapareció de las listas. Siete ausencias consecutivas hasta la aparición de la Copa del Rey. Ahí emergió la rebelión de los no enfadados, algunos jugadores alejados de los focos que han tratado de ganarse un espacio en la competición del K.O.
Santana, que ha resucitado varias veces desde su llegada a Gijón, se ganó continuidad después de ganar al Valencia (2-1). Desde esa jornada, el volante se ha adentrado en la titularidad y ha resultado beneficiado por el regreso táctico de José Alberto a un encaje con más nombres por dentro. Con libertad y recorrido, una ventaja para las condiciones de un jugador que sigue de pie con el objetivo de cambiar su historia en Gijón narrada en desapariciones y también renacimientos.