Análisis del Elche-Sporting desde el banquillo
10 dic 2018 . Actualizado a las 12:13 h.El Real Sporting de Gijón más ofensivo de la temporada lejos de El Molinón - Enrique Castro Quini regresa a tierras asturianas, curiosamente, con cero goles a favor y cero en contra.
Los rojiblancos dominaron el encuentro frente a los ilicitanos hasta que el cuerpo técnico apostó por un "puerta grande o enfermería" dando entrada a Nick Blackman por André Sousa, pasando del 4-3-3 inicial a un 4-4-2 sobre el papel, que en la práctica se convirtió en un 4-2-4. Un posicionamiento que si bien es cierto, ayudó a provocar el penalti cometido sobre el inglés, también facilitó a meter a los locales en un intercambio de golpes que les benefició y abrió la puerta a que Mariño tuviese que aparecer en más de una peligrosa ocasión, así como también se señaló un penalti a su favor.
Una decisión que ya trajo consecuencias positivas y negativas durante la pasada semana, puesto que ayudó a que el Sporting se pusiera 2-0 en el marcador, pero cabe recordar que el Tenerife tuvo oportunidades para remontar la contienda en los 20 minutos finales de Gijón. El cuerpo técnico debería hacer balance al respecto, una situación que quizá ya se haya intentado corregir durante la pasada tarde en el Martínez Valero, cuando se optó por dar entrada a Pablo Pérez por Djuka.
No obstante, las conclusiones siguen positivas, puesto que tal como reconoció Pacheta, técnico del Elche, los asturianos fueron superiores y merecieron ganar. José Alberto acumula cuatro partidos oficiales invicto, el equipo sigue creciendo, la presión defensiva es más intensa y táctica, el balón fluye más vertical y el equipo pisa área contraria. En resumen, la afición sportinguista vuelve a disfrutar de los partidos incluso cuando no gana, algo que hacía tiempo que no se vivía.
La propuesta inicial
José Alberto apostó por un sistema 4-3-3, como en las anteriores jornadas ligueras. Mariño en portería -con paradas importantes-, defensa de cuatro para Geraldes, Peybernes, Babin y Cordero. Los zagueros juntaron líneas adelantando la línea del fuera de juego más que en anteriores jornadas y salvo en la media hora final, apenas sufrieron los ataques rivales. A nivel ofensivo se sigue creciendo en la salida de balón, que es más fluida y va ampliando sus recursos, siempre bajo la consigna de no marear la pelota en vano.
Geraldes aprovechó los espacios de Nacho y Carmona por el flanco diestro; Peybernes y Babin jugaron más de un inteligente balón en largo con buen destinatario; y Cris Salvador, que tuvo una perdida de posesión peligrosa, bajó a recibir el cuero a la posición de los centrales, pero siempre con la misión clara de ganar líneas de pase que ayuden a superar la presión con rapidez.
El citado pivote hizo las veces de hombre ancla con mayor determinación y posiblemente riesgo que Cofie. El ex del Sporting B tiene más llegada a portería rival -acumuló dos claras ocasiones de gol-, busca más el contacto físico con el oponente, aunque a veces se expone demasiado, lo que acarrea tarjetas amarillas y perdidas peligrosas del cuero. Tiene que aprender a medir sus batallas.
A su vera volvieron a jugar André Sousa y Nacho como interiores. El primero sigue flojeando en la parcela ofensiva, quizá por un exceso de kilómetros recorridos en la presión defensiva, en la que se le podía ver en unas ocasiones a la par que Djuka y en otras cortando balones en el área visitante. En el apartado ofensivo también sorprende su insistencia en caer a la banda izquierda, en algún momento incluso por delante del propio extremo; obviamente buscando una superioridad posicional, aunque sería más interesante encontrarle de vez en cuando en la frontal del área, donde mejor puede explotar su potente disparo. En cuanto al asturiano, fue junto a Babin y Mariño el mejor del encuentro, movió al equipo con sentido y asumió una mayor carga defensiva, llegando a recuperar 12 balones, así como también acumuló ocasiones de gol. A nivel posicional también sorprendió su tendencia a acercarse al flanco zurdo pese a ser el interior derecho.
En las bandas realizaron un frío encuentro de Álvaro Traver y Carlos Carmona, al primero no le salió absolutamente nada, ni en ataque ni en defensa, como prueban las estadísticas y su enfado sobre el campo; mientras el segundo sigue por debajo de su nivel, pero estuvo en los números de los mediocampistas en fase defensiva, además ayudó más a elaborar jugadas y vio portería.
Como ariete repitió Djuka, que marcó un gol en claro fuera de juego. El serbio sigue sin ser el delantero que se esperaba en verano, pero cada vez se encuentra más conectado con sus compañeros e incluso ofreció interesantes asistencias que no acabaron de cuajar. Con José Alberto ha dado un paso adelante.
Los cambios
Blackman por André Sousa. Como comentamos en la introducción, se trató de un cambio ofensivo, retirando a un mediocampista en favor de un delantero. Aportó más juego de espaldas a portería rival que Djuka, así como una segunda referencia, lo que ayudó a provocar un penalti que el propio inglés falló. Es un jugador interesante, pero la dupla genera dudas en combinación.
Pablo Pérez por Djuka. Un cambio para deshacer lo hecho y recuperar cierto control. El cuerpo técnico trató de recuperar esa dosis de pase y defensa que ofrece un centrocampista extra con la figura del gijonés, que sin ser un mediocampista puro, sí ofrece una variante más mixta que su compañero.
Álvaro Jiménez por Traver. El ex del filial no estuvo nada acertado y su cambio debió llegar antes. Si bien es cierto que Jiménez, al que se intentó aprovechar por su facilidad para correr al espacio con el partido roto, tampoco tuvo una gran aportación en los minutos que disputó a pierna cambiada, más allá de provocar dos faltas.
Balón parado
Bien en defensa, salvo por un despiste en una jugada de pizarra que no llegó a buen puerto, mientras en ataque se generaron dos buenas ocasiones de gol. En líneas generales, correctos.
Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico
Aprobado. La propuesta inicial fue positiva, pero los cambios lastraron las opciones del partido, que pudo llegar a perderse contra un rival inferior. Además se echó en falta la presencia de Robin Lod, que el pasado jueves había jugado su mejor encuentro con la camiseta del Sporting.
Sin embargo, las sensaciones siguen siendo positivas y pese al empate la afición se ve identificada.