La Voz de Asturias entrevista al exjugador del Sporting
17 dic 2018 . Actualizado a las 15:45 h.Cada vez es más difícil encontrar en el mundo del fútbol jugadores dispuestos a saltarse el convencionalismo. Lejos de suponer un avance, la teórica modernización de la sociedad, agigantada por la evidente exposición a las redes sociales y su impacto directo, ha aumentado la distancia entre jugadores y medios de comunicación, guiando a los primeros, quien sabe si por evitar el fango o ante la presión de un mal titular, a ofrecer siempre respuestas institucionales y controladas. Fuegos artificiales.
Al otro lado del aparato se identifica, con un marcado acento andaluz, un jugador que desde sus inicios ha lidiado con su fama de «bad boy». Recién clausurada su penúltima experiencia mundial, David Barral (San Fernando, 1983) atiende a la llamada de La Voz de Asturias.
Ex Granada y Sporting, David, se salta el protocolo en sus respuestas y reconoce que para este viernes espera una victoria asturiana. Asume la rueda de preguntas por su llamativo adiós de Gijón y se agarra a la maldita hemeroteca para desacreditarse «siempre he reconocido que me habría gustado retirarme en el Sporting». Habla y lo hace de todo: Japón, Gijón, Preciado, y, también, Javier Clemente.
¿Cómo le va?
Muy bien, otra vez en España. El domingo terminó la Liga en Japón y ahora estoy por Madrid.
Acaba de jugar en el Tokushima Vortis de la Segunda División de Japón. ¿Cómo es todo aquello?
(Piensa) Pues, mira, no tienen nada que ver con nosotros. Es otro mundo, otra cultura. Tienen un tremendo respeto por todo. Allí solo por jugar, la afición ya te aplaude. En Japón no existe ni mucho menos esa presión sobre el futbolista. Se vive el fútbol pero con más distancia y educación. La afición exige esfuerzo y solo por correr ya te aplaude. La exigencia en los despachos sí que es muy distinta. Ahí ya te exigen más. Solo pueden jugar 3 extranjeros y te fichan para marcar la diferencia. En ese sentido sí que existe más presión. Digamos que es más por un tema del contrato que tienes que por otra cosa.
En Japón solo por correr y jugar ya te aplauden
En Japón también estaba Andrés Iniesta ¿ha llegado a coincidir con él?
No, no. Iniesta juega en Primera y yo estaba en Segunda. Mira en Copa del Rey jugamos contra el equipo de Fernando Torres (Sagan Tosu) pero nos eliminaron. Además he estado solo cuatro meses, muy poquito tiempo. La estancia ha sido corta.
Este viernes se enfrentan Granada y Sporting. ¿Tiene preferencia?
Sí pero no por el partido en sí. Yo siempre quiero que gane el Sporting, ante cualquier equipo y cualquier rival. Viví una de las épocas doradas del club y cada día de mi vida tengo el recuerdo presente. Me ha marcado hasta el punto de tener el escudo tatuado. El Sporting me lo dio todo y no lo olvido.
Siempre quiero que gane el Sporting. Me lo dio todo
¿Qué recuerdo tiene de Manolo Preciado?
Preciado me entendió. Sabía como era y conocía a la perfección mis defectos pero también mis virtudes. Manolo tenía un trato especial y distinto para cada uno de sus futbolistas. Él sabía que los jugadores somos especiales. Logró sacar la mejor versión de mi como jugador.
Preciado me entendió. Logró sacar mi mejor versión como futbolista
Habla de jugadores especiales, ¿era David Barral especialmente particular?
Sí. Yo siempre he tenido mucho temperamento dentro del campo. Acaparaba todas las noticias y llamaba mucho la atención la forma como jugaba y me tomaba las cosas. Digamos que estaba justo en la línea. Pero ese carácter es lo que ha hecho que pueda estar tantos años en el fútbol profesional.
Después llega Clemente y prácticamente lo aparta
Cuando llega Clemente, yo era el máximo goleador del equipo. (Piensa) Creo que llevaba 9 o 10 goles. Cuando llega el nuevo entrenador decide dejarme sin convocar los últimos 8 partidos. Vi el descenso del equipo desde la grada o en casa. No lo entendí. Esa situación me obligó a coger las maletas e irme del Sporting. Todo aquello fue muy difícil para mi.
¿Tuvo la sensación que el vestuario se situó con Javier Clemente?
Es que ahí no se puede hacer nada. Que va a hacer el jugador ¿enfrentarse al entrenador y no jugar? Nadie se situó a favor de nadie. Además quedaban solo ocho partidos, ya no merecía la pena. Y que un jugador no fuera convocado era normal; lo extraño es que yo era el máximo goleador.
Que un jugador no fuera convocado era normal. Lo extraño es que yo era el máximo goleador
¿Qué explicación le dio?
Me dijo que tácticamente yo no entendía lo que él pedía. Pero, vamos, no tiene ni pies ni cabeza. Cuando un futbolista es el máximo goleador y después se pasa ocho partidos sin convocar pues no es normal. Yo nunca he tenido un roce con él. No sé lo que pasó.
En su despedida Clemente trata de echarlo del vestuario
Sí. Era el día de su despedida y entonces Javier Clemente trata de echarme del vestuario. Yo era el capitán del equipo y lógicamente no lo admití. Eso no se puede hacer a nadie en un vestuario. Aquel día Clemente trató de tomarse su venganza y al final no lo consiguió.
Aquel día Clemente trató de tomarse su venganza
Antes comentaba que esta situación le obligó a salir
A mi me echa del Sporting esta situación. Públicamente siempre he dicho que me quería retirar en el Sporting. Y no me arrepiento. Era mi casa. Pero, claro, esa situación fue insostenible.
La situación que viví con Clemente me echa del Sporting
Pero después Javier Clemente no sigue en el club
Creo que el club tomó una mala decisión: echar a Preciado. El único que conocía la casa era él. Al final había que morir con las botas puestas. Creo que el club quiso buscar otras alternativas y no nos benefició.
Después juega en otros clubs en España, el último el Cádiz. ¿Ha tenido alguna vez la oportunidad de volver?
No, nunca más contactos tuve contactos por parte del Sporting. No han querido.
