Los 7 errores que echaron a Baraja del Sporting

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Baraja Torrecilla
Baraja Torrecilla Real Sporting

El técnico ya ha sido cesado de forma oficial

18 nov 2018 . Actualizado a las 18:22 h.

La salida oficial de Rubén Baraja del banquillo del Real Sporting de Gijón se puede concentrar en siete errores que se han venido repitiendo desde el final de la pasada temporada:

1. No ha conseguido formar un once. La prueba es sencilla, basta con preguntar a cualquier aficionado que acuda a El Molinón - Enrique Castro Quini. Ningún sportinguista sabrá explicar cuál es la alineación de gala de Baraja. No supo equilibrar las piezas después de la revolución en el pasado mercado de fichajes.

2. Sin conceptos claros. Nadie sabe a qué juega el Sporting, pero resulta peor aún el ver a los futbolistas sin ideas claras y con falta de compenetración. Cada partido nuevo parecía un equipo de estreno, en el que los jugadores no habían participado nunca juntos, ni siquiera en dos entrenamientos.

3. Sin conexión con la afición. Puede parecer una tontería, pero Gijón no es una plaza cualquiera. Si la grada está enchufada, el equipo se contagia, como ocurrió en los dos últimos ascensos a Primera División, cuando la situación monetaria invitaba más a la supervivencia que a pensar en posibles ascensos. Baraja no ha sabido lanzar mensajes o realizar acciones que levanten al sportinguismo.

4. Excesivo compañerismo. Los jugadores dieron la cara por Baraja frente a los medios de comunicación y los dirigentes del Sporting, por lo que Baraja se veía "obligado a cubrirles" en sus ruedas de prensa. Hubo varios encuentros en los que se tocó fondo y no se dio un golpe sobre la mesa. Una situación que en el vestuario solo se alteró en los compases finales, cuando se revolucionó la alineación.

5. Sin salida de balón. No había movimientos memorizados para sacar el balón jugado y además, los pocos que se ofrecían, lo hacían mal. Todos los ataques en estático comenzaban con problemas desde el primer pase.

6. Arriesgar más en los cambios. Con el marcador casi siempre en contra o en forma de empate, pocas veces se realizaron cambios tácticos o de jugadores que realmente cambiasen el guión del encuentro. Solo había un plan A.

7. Planos fuera de casa. Medio año sin ganar fuera de casa no es casualidad. La impresión, al menos desde fuera, es la fiar todo a ganar en Gijón y firmar empates lejos de Asturias. El problema llegaba porque al más mínimo contratiempo se regresaba con 0 puntos.