Análisis Sporting: «Sin control»

Luis Alcázar

SPORTING 1905

Baraja
Baraja LaLiga

Artículo de opinión

05 nov 2018 . Actualizado a las 23:57 h.

Ayer al terminar el partido en Almería, Nardo me preguntó qué me había parecido. Pensé unos segundos y le dije que me había gustado el equipo la primera parte y necesitaba volver a ver la segunda. También le dije, como conclusión en caliente, que había un problema de raíz que nunca había solventado el Sporting con Baraja: dominar los partidos, tomar el control del global de los encuentros, por plantilla debería de hacerlo a menudo. Me quedé con esto en la cabeza, le di vueltas y volví a ver la segunda parte. Haciendo un ejercicio mental, repasé todos los partidos que he visto esta temporada e intenté recordar alguno de la pasada donde el Sporting, desde Baraja, hubiese sido claro dominador. No buscaba posesión y horizontalidad sino control, seguridad y determinación. Me vinieron muchas pinceladas del partido de esta temporada ante Las Palmas y de la temporada pasada en Huesca y en El Molinón ante el Granada. Un equipo solvente, expeditivo y compacto, pero no dominador. Quizá también tendríamos que mencionar el choque de liga regular ante el Valladolid, para mi el partido que mejor define al Sporting que Baraja siempre tuvo en mente. Poco, demasiado poco. Pero curiosamente, siempre ante equipos de gama alta.

A Baraja le he reprochado muchas cosas: encorsetar el talento de la plantilla, obsesionarse con el equilibrio táctico e incluso ser aburrido. Pero no se le puede achacar inmovilismo o falta de propuestas a los problemas, aunque pocas hayan brillado en la ejecución. Uno de los debes en el balance que hicimos tras las diez primeras jornadas fue su pareja de centrocampistas preferida: Cofie y Sousa. Tras la buena imagen ante el Eibar, Salvador y Santana saltaron a escena. La soledad de Djurjevic trajo de cabeza al técnico, cambió el sistema entorno a ello y finalmente ha encontrado en Pablo Pérez la solución más efectiva hasta hoy. Un enganche para solucionar una grieta que ni Carmona ni Lod habían conseguido soldar. Lo visto hasta ayer pedía ver a Geraldes compartir el costado derecho con Carmona, potenciar una variante única en el juego ofensivo esta temporada. Y una opción que no habíamos visto pero que por lógica solo era cuestión de tiempo, Álvaro Jiménez en la izquierda. Variantes y soluciones a problemas muy localizados.

Ya la temporada pasada vimos el recurso de Pablo Pérez como elemento receptor. Paco Herrera y Baraja utilizaron al gijonés para disputar y dominar duelos aéreos, lanza o liberar a un punta. En Almería vimos a Pablo pelear más de una veintena de balones y ganar casi el 60% de los mismos. Su aporte no se queda en eso, ya que además del gol, la presión junto al serbio la primera mitad fue el aspecto más positivo que se puede sacar de esta nueva derrota. Nunca habíamos visto a Uros tan acompañado y activo cerca del balcón de área.

Me gusta mirar, sin que resulte concluyente, los mapas de calor generales que dejan los partidos. Por eso de que el fútbol es de los futbolistas, el boceto que dibuja cada entrenador con las alineaciones antes de cada encuentro se ve muchas veces trastocado en su realidad al término de los mismos. Y en los del Sporting hay un denominador común, un espacio por donde casi nunca pasa nadie u ocupado solo para transitar de un costado a otro. Sabemos que Baraja busca generar superioridades en los costados, que prefiere el izquierdo y que no prioriza la zona central como eje de creación, pero quizá en su buen empeño por ofrecer soluciones, esta sea la que por fin nos de un equipo maduro. Si le da tiempo.