Artículo de opinión
10 dic 2017 . Actualizado a las 22:30 h.Mucho se ha hablado últimamente de la posible salida del club de Paco Herrera. El rendimiento y el juego del equipo han propiciado que el hoy entrenador del Sporting esté en boca de todos. Y, ojo, las críticas son justas, es el máximo responsable de la situación actual, pero no el único.
El catalán no ha sabido, según él, dar con la tecla después de 18 jornadas, y eso, para un equipo recién descendido que quiere volver a Primera División, y con el tercer mejor presupuesto de la categoría, no es admisible. Sin embargo, no toda la culpa es de Herrera. Hay mucha responsabilidad que el catalán no puede controlar.
Los jugadores
La plantilla tiene gran parte de responsabilidad en los malos resultados del equipo. Al final, por mucho que el entrenador rojiblanco pueda poner a unos u otros, él no puede jugar por ellos.
Al término del encuentro en Barcelona, se pudo ver a un Álex Pérez tremendamente enfadado con el rendimiento de su equipo. «El 99% de la culpa es de los jugadores», aseguró. Además, También salió a la defensa de su entrenador, «en el descanso hay mucha bronca de Herrera y con razón», concluyó.
Torrecilla
El director deportivo del Sporting, Miguel Torrecilla, también ha influído en el rendimiento del equipo. Herrera pidió durante todo el verano un creador de juego y un extremo, y ninguno de ellos llegó a Gijón. Además, el salmantino también fue el artifice de traer al entrenador catalán a Mareo.
La inclusión en la plantilla de algunos jugadores que, a priori, iban a mejorar el equipo como Quintero o Xandao, han resultado ser humo, pues Herrera ha dejado bien claro que no cuenta con ellos. El caso de Álex López es diferente. El jugador llegó para ser una de las piedras angulares del proyecto de Herrera, y hasta ahora se ha pasado más tiempo en la enfermería que en el verde.
La preparación física
Desde hace varios partidos, el resto de equipos llegan a los partidos con un par de marchas más que el Sporting. Y no es fruto de la casualidad. La preparación de la plantilla no ha sido la correcta para una categoría con tanta carga de partidos y tan exigente a nivel físico.
Ya se vio en el partido ante el Reus, donde el conjunto catalán corrió hasta 16 kilómetros más que los rojiblancos. Quizá sea una estrategia del equipo de preparadores físicos del Sporting, dirigido por David Chorro, para llegar al final del tramo liguero en óptimas condiciones.
Las lesiones
Noviembre es conocido por el mes de las lesiones. Fruto o no de la casualidad, en el último mes han pasado por la enfermería rojiblanca hasta cinco jugadores. Curiosamente, casi todos han tenido el mismo tipo de dolencia: Problemas en los isquiotibiales.
Especialmente sensible ha sido la baja de Sergio Álvarez, quien se espera que hasta año nuevo no vuelva a vestir la elástica rojiblanca.
La directiva
Otro pedazo de este rompecabezas les corresponde a los mandatarios del Sporting. En el mes de junio hubo unas declaraciones de Javier Fernández, actual presidente rojiblanco, en las que aseguraba que su intención era «asturianizar» el club. Nada más lejos de la realidad. No sólo no lo ha conseguido, sino que además ha disminuido el número de jugadores del Principado tanto en el primer equipo como en el filial.
También son los que al final deciden que jugador se queda en el club o llega nuevo, por tanto se trata de una pirámide donde en la cúspide estaría la directiva rojiblanca, y en la base se situarían los jugadores del Sporting.
