La Voz de Asturias entrevista a Borja Iglesias, delantero del Zaragoza
01 dic 2017 . Actualizado a las 14:03 h.El Zaragoza visita el domingo El Molinón. Antes del encuentro en Gijón, los maños juegan la vuelta de su eliminatoria copera en Mestalla. Junto a sus compañeros no estará su máximo goleador: Borja Iglesias. El gallego, siete goles y una de las revelaciones del campeonato, atiende la llamada de La Voz de Asturias con una amabilidad chocante. Dicen de Borja que es un tipo normal; quince minutos de conversación telefónica, no más, confirman su carácter educado y cordial.
Llevas desde muy pequeño lejos de Santiago...
Sí, con catorce años me fui a de casa a jugar en el Valencia y hasta ahora. Luego si es verdad que me tocó ir a Vigo que está a cincuenta minutos de Santiago y era como estar en casa. Con catorce años cuesta marchar: dejas a tus amigos, tu ciudad y tienes la sensación de estar un poco desprotegido. Pero desde pequeño, en Valencia, me acogieron muy bien y me hizo aprender muchas cosas.
Apostaste por el fútbol de una forma muy directa. ¿Tuviste momentos de dudas?
Sí, hubo momentos que pensé «igual esta no es la mejor decisión». Pero mira ahora con el tiempo te digo una cosa: repetiría mil veces la decisión de apostar por el fútbol. En Valencia vivía en la residencia de la ciudad deportiva en Paterna. Mi compañero de habitación era Álvaro Ratón, también gallego, y nos conocíamos desde hace años. Y eso me ayudo mucho a poder encontrarme bien.
Dicen que Borja Iglesias es una persona normal, alejado del estereotipo de futbolista moderno
Sí, pero hay muchos así eh. Siempre he intentado ser una persona normal. He tenido suerte porque mis padres me transmitieron buenos valores y creo que los mantengo.
Y romperla como lo estás haciendo, ¿no te hace tener más ego?
No, no. Creo que es independiente; a veces por meter dos goles o no marcar ninguno no eres otra persona. Intento que esas cosas no me influyan en mi forma de ser. En el campo sí te puede dar autoconfianza pero fuera sigo siendo el mismo.
Sorprendió mucho tu reacción con la lesión de «El Cucho»
Le escribí eso porque era lo que sentía en ese momento. Cucho es un pedazo de jugador y yo a los buenos jugadores los quiero ver jugando. Tampoco creo que haga mucho pero un mensaje de apoyo en un momento complicado siempre echa una mano.
¿Qué es eso del delantero del pueblo? Dicen que empezó en Uruguay
(Risas) ... pues no sé. Bueno, a veces la gente ve que soy cercano cuando me paran por la calle. Intento tratar a la gente como me gustaría que me trataran a mí. En la gira con el Celta que era en Uruguay me paraba a hablar con la gente y me tiraba un rato. A mí, pararme a hablar, no me cuesta nada: me sienta bien.
Tu inicio goleador, siete tantos, choca con el mal momento del equipo...
Creo que es una competición muy difícil: no solo para el Zaragoza sino para todos los equipos. Nuestro director deportivo salía hace pocos días hablando de la realidad de la categoría. Nuestro objetivo creo que tiene que ser a medio o a largo plazo. No nos podemos desesperar por cosas que no podemos controlar. Tenemos que trabajar e intentar estar al cien por cien.
En Gijón la situación no es distinta
Pero esto no pasa solo en el fútbol: también en la vida, en el día a día. Las cosas cuestan mucho. Parejo un día dijo una cosa con la que estoy muy de acuerdo: «en el fútbol juegas contra once y los once rivales quieren ganar igual que tú». Y los rivales ese día pueden estar más acertados. No por perder un día hay una crisis.
En el Sporting hay cuatro delanteros: Scepovic, Santos, Castro y Viguera
Sí, son muy buenos jugadores. Creo que lo están demostrando, con poco te hacen peligro. Pero no solo la delantera, el Sporting tiene jugadores de mucho nivel. Santos viene jugando muy bien, haciendo goles, y es uno de los mejores delanteros de la categoría.
En Vigo te encuentras con Alejandro Menéndez, ¿qué importancia tiene en tu carrera?
Muchísima. Mira esto lo he hablado con él; así que si lo lee no le va a sorprender (risas). Alejandro fue capaz de enseñarme que las cosas del día a día importan. El tocó la tecla que me faltaba para dar un paso adelante. Fue insistente y duro cuando tenía que serlo. Me cambió la vida.
En verano el nombre de Borja Iglesias sonó mucho en Gijón. ¿Hubo negociación real?
Yo, personalmente, no recibí contacto directo pero igual con mis representantes sí que se llegó a hablar. Mi representante me dijo, «he hablado con muchos equipos y uno de ellos puede que sea el Sporting». Pero oferta formal que yo sepa no hubo.
¿Tenías claro que solo querías ir al Zaragoza?
Consideré que lo mejor igual era salir para estar desde el día cero en el equipo en el que iba a estar y entonces decidí venir a Zaragoza. La apuesta desde el principio era muy fuerte y se me trató con mucho cariño. Me llamaban casi a diario.
No sé qué impresión te da desde fuera Paco Herrera.
No solo desde fuera; en Vigo, tanto dentro del club como fuera, hablaban bien de él. Cuando todos hablan bien de alguien solo puede significar que algo bien ha hecho.