El baile de San Vito

Andrés Menéndez GIJÓN

SPORTING 1905

Sporting
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El Sporting empata (1-1) entre el desconcierto táctico y pierde dos puntos claves

13 nov 2017 . Actualizado a las 00:39 h.

El domingo rojiblanco empezó con ganas: como reclamando un extra de atención. Sergio, el talismán del todo, se rompió antes del encuentro y Herrera volvió a demostrar que dispone de un abanico amplío. Sin el pulmón avilesino, Paco modificó su plan inicial y, con su idea, generó unos minutos de incertidumbre entre todos. Vendrían más: tanto cambios como sensación de caos. El desconcierto táctico reinó y llegaron los pitos. Empate (1-1) y las peores sensaciones posibles.

Hoy Diesel, acostumbrado a mezclar con Álvarez, se quedaba con el centro del campo enterito para él. A partir de ahí, el todo: trivote, pero de mediapuntas, con la dupla soñada por la afición: la doble S. Santos más Stefan. Y en cinco minutos se bautizaron a lo grande. Calavera al espacio y centro medido a la testa del estoca serbio. Stefan, con una acrobacia perfecta, mandó a la red sus pecados. Gol.1-0.

Y entonces el partido se volvió loco. Era el minuto diez pero parecía el ochenta. Los dos equipos al ataque sin escudo. Ocasiones para aquí, para allí y la peor versión de Fede Barba en toda la temporada. Una loa al sin sentido. Herrera, que cambia más de esquema que de jugadores, se apuntó al plan: Santos, que empezó en su hábitat se desplazó al costado izquierdo y claro ya no estaba tan a gusto. El púgil de Montevídeo estaba resacoso. Hasta tres veces, en cinco minutos, se desplazó al banquillo a conversar con el artífice del laberinto. 

En mitad del lío, el Valladolid decidió limar asperezas e ir a por el partido. Normal. La defensa había perdido su denominación de origen. Pudo llegar el empate. Pero la suerte, factor diferencial, estaba de cara. La riqueza táctica está bien pero como todo exceso, llevado a la máxima expresión, resulta dañino. El puzzle mareó a las piezas. 

Tras la reanudación dos tazas. Cambios sobre el cambio del cambio. Sofoco. Diesel estaba desesperado. El colegiado, Codero Vega, decidió aumentar el frenesí y la sensación de ansia. Hoy falta se apellidaba amarilla. Nadie estaba contento. El partido seguía bajo el mismo guión: imprecisión entre imprecisión. Los cambios, y el entorno, habían generado una falsa sensación de descontrol y nervios.

Era una respuesta táctica tras otra y a veces, que no siempre, nadie había efectuado la pregunta. Los jugadores, desconcertados, respondía con errores. Y Stefan, que había encontrado su tesoro al inicio, falló la sentencia. Luego Mariño dejó una muestra de su clase. La mejor elección de Nicolás Rodríguez.

Michael pudo hacer el segundo pero hoy no era el día. Y tanto desprecio a cerrar el encuentro terminó por pagarse. Luismi, tras otro corner, encontró el premio. 1-1. El laberinto de Herrera tenía su respuesta. Tuvo que llegar Mariño, de nuevo, para frenar la caída. Dos manos de Santo. 

Debut de Rachid

El empate pucelano dejó al equipo en shock. Tras la fiebre del cambio llegó, justo cuando no debía, la quietud. Pablo Pérez, Carmona y Rachid al verde. El argelino, en pausa toda la competición, se estrenaba a lo grande. 12 de noviembre y llegaron los pitos. El equipo, que parecía maduro, se perdió en el Amazonas de Herrera.

Alineaciones

Sporting: Mariño; Calavera, Pérez, Barba, Isma; Bergantiños, Sergio, Moi (Rachid min 83); Rubén (Carmona min 77), Scepovic (Pablo Pérez min 80), Santos

Valladolid: Masip, Deivid, Olivas, Nacho, Antoñito, Villa, Salvador (O. Plano min 58), Luismi, Hervias, Borja, Mata

Goles: 1-0 Scepovic  (min 6) 1-1 Luismi (min 84)