El Sporting hace los deberes sin despeinarse
29 oct 2017 . Actualizado a las 20:47 h.Hace mucho que no recuerdo una victoria tan plácida y en la que el equipo no haya tenido que entregarse menos, que la de ayer ante el Almería. Lo cierto es que Mariño apenas tuvo trabajo. Una parada a bocajarro con la cara a Caballero, que desde su gol, el cual nos hizo tocar el cielo, no había tenido la oportunidad de ser ovacionado por El Molinón. El Sporting ganó un partido en el que Michael Santos, hombre de moda en Gijón, se encargó de cerrar antes del descanso.
Era un partido especial para Paco Herrera. No siempre se cumplen 500 partidos. Y lo celebró como uno más. Porque en eso se basa su juego, en la sencillez. Un fiel reflejo a su personalidad. Pero ojo, que sea simple no quiere decir que no tenga miras altas. Al contrario. Las tiene. Y prueba de ello es la situación privilegiada del Sporting.
Reconozco que uno de mis máximos temores que tuve al descender era no tener respuesta a la eterna pregunta de «¿Cuánto tiempo nos vamos a pasar en Segunda?». Predecirlo sería más bien cosa de videntes y pitonisas. Pero de lo que si estoy seguro es de que el Sporting está en el camino adecuado para volver a Primera División.
A las 21:50 el árbitro decretaba el final. Los tres puntos se quedaron en casa, y el Sporting mete una marcha más en la lucha por el ascenso en un mes que puede ser clave en el devenir de los objetivos rojiblancos.