
El nuevo entrenador del Sporting ha mostrado en toda su trayectoria en los banquillos una buena capacidad de mando
25 jun 2017 . Actualizado a las 13:47 h.El Sporting necesita dar un golpe sobre la mesa la temporada que viene. El objetivo es claro, y así lo mostraron tanto Miguel Torrecilla como Paco Herrera en sus respectivas presentaciones: el objetivo ha de ser el ascenso. De hecho, el nuevo entrenador rojiblanco no ha tenido reticencias en hablar de sus planes durante las primeras semanas en el cargo. Claridad de ideas, mentalidad ganadora y sin pelos en la lengua. Es un perfil que, si viajamos al pasado, se asemeja al de un Manolo Preciado que consiguió todo lo que se propuso en el banquillo de El Molinón.
El itinerario de Torrecilla, que tiene plenos poderes junto a Herrera para construir el equipo, empezaba por un entrenador que conociera la categoría. En definitiva, una apuesta segura. El club ha pasado de Abelardo y Rubi, dos modelos ambiciosos pero en cierto sentido con poco bagaje. El del Pitu salió de maravilla. Reconcilió a la gente con un sentimiento, el de Mareo. Y tiene un hueco en la historia del Sporting. Rubi en cambio no tuvo ni tiempo ni éxito.
Ahora el movimiento es diferente. Es un volver a empezar. Y Paco Herrera sabe lo que hace. Le fue bien en Vigo, le fue bien en Gran Canaria y en Valladolid, a pesar de no lograr el objetivo, dejó buen sabor de boca. Una palabra: experiencia. Además, es un entrenador que como el adorado y admirado Manolo, no se muerde la lengua. Se juega como se entrena. El Sporting de Herrera tiene que ser una máquina de correr y pelear.
Futbolísticamente hablando su idea quizás sea algo más ‘técnica’ que la de Preciado. El de Astillero apostaba por la verticalidad, mientras que el catalán tiene claro que sus equipos tienen que construir desde el principio. Pero el fútbol también tiene su componente psicológico, y ahí ambos trabajan de una manera muy parecida. El Sporting va a partir de creer en lo que hace. Un equipo guerrero y convencido, que además enganche a la grada desde que la pelota eche a rodar.
En su primera entrevista para el club, Paco Herrera dijo que estaría satisfecho consiguiendo “la mitad de lo que consiguió Manolo”. Y odiosas son las comparaciones. El tiempo dirá lo que consigue el nuevo entrenador, pero es inevitable ver similitudes con Preciado. Ahora al Sporting solo le queda que el resultado sea el mismo.