Navidad

Pablo Acebal
Pablo Acebal GIJÓN

SPORTING 1905

El Sporting celebró por todo lo alto el ascenso a Primera División en el estadio Benito Villamarín, tras su encuentro frente al Betis
El Sporting celebró por todo lo alto el ascenso a Primera División en el estadio Benito Villamarín, tras su encuentro frente al Betis Julio Muñoz | EFE

Todo sportinguista desea que llegue ya la Navidad.

20 dic 2016 . Actualizado a las 20:57 h.

Todo sportinguista desea que llegue ya la Navidad. Seguro que unos más y otro menos, pero todos necesitamos que la pendiente descendiente del equipo se frene, aunque sea por unos días de parón navideño.

Directiva, técnicos y jugadores tendrán mucho que sopesar durante estas fechas. Todos en su justa medida comparten responsabilidad ante la situación actual del equipo. La palabra responsabilidad siempre me ha parecido más ajustada a la realidad del fútbol que la palabra culpa, aunque en algunos casos su significado pueda sonar idéntico.

Lo que nadie duda es que la situación actual del equipo, antepenúltimo con doce puntos, es fruto de haber hecho, hasta la fecha, más cosas mal que bien. Las soluciones a tomar  se reducen, como siempre en estos casos, a dos:

Por un lado, se baraja siempre la posibilidad de un cambio de entrenador. Esta opción, en contra de lo que pueda parecer, no siempre trae consecuencias positivas al devenir del equipo. Que se lo pregunten si no a Osasuna y a su nuevo entrenador. Seis partidos, seis derrotas, cero puntos. Claro que hay excepciones y casos en los que un cambio de entrenador ha repercutido positivamente en la marcha de un equipo, pero por lo general, dicho cambio ofrece riesgos. Riesgos que el club como institución deberá decidir si merece la pena correr o no. La historia cercana nos dice que la última destitución de un técnico sportinguista en Primera División, derivó a la postre en descenso y trifulca generalizada. Quizá también mi opinión al respecto de este tema se vea marcada por las experiencias negativas vividas como futbolista. Dos han sido las veces que he sufrido la destitución de un técnico a mitad de temporada y ambas acabaron en tragedia.

La otra vía por la que alcanzar soluciones pasa por la secretaría técnica. Muchas han sido las voces que se han alzado reclamando fichajes en el mercado de invierno. ¿Más? Sí. Por lo visto trece parecen pocos a los ojos de alguno. Polémicas aparte, lo que está claro es que los fichajes invernales son siempre, salvo excepciones, parches a la mala gestión veraniega.

Ese ha sido el gran problema del Sporting estos últimos años. Se ha vivido de parches. El parche de los guajes, el parche de las cesiones y ahora seguramente el parche de algún fichaje invernal. Toda solución es tomada siempre desde la obligación y nunca desde la convicción, lo que supone vivir siempre al filo de la navaja ante la ausencia de un proyecto real y sólido a largo plazo. Mareo debe de ser siempre el eje de este Sporting. Nunca el parche.