De las Cuevas: «Disfruté mucho jugando con Preciado. Volver a Gijón siempre es especial»

Josu Alonso
Josu Alonso GIJÓN

SPORTING 1905

de las cuevas
Jesús Diges

Entrevista exclusiva con el ex jugador del Real Sporting de Gijón

03 dic 2016 . Actualizado a las 19:19 h.

Miguel de las Cuevas (Alicante, 1986) es un futbolista con mucho mundo en sus botas. Tras su salida del Sporting rumbo a Osasuna, probó suerte en la liga italiana aunque por el camino se le cruzó un problema de corazón que a punto estuvo de retirarle de la práctica del deporte. Sin embargo, la operación fue un éxito y el alicantino volvió de nuevo a España. Defendiendo los colores rojillos regresa mañana a El Molinón casi cuatro años después de su marcha. Corría 2013 cuando se produjo su cesión, el inicio del final del camino en rojiblanco. Sin embargo, a nadie se le ha olvidado como golpea el balón y, sobre todo, el gol del Bernabéu. Un tanto que hizo perder una liga al Real Madrid y que colmó de alegría a la parroquia rojiblanca.

-¿Qué tal le va la vida?

-Bien. A nivel personal me siento muy a gusto y querido en Pamplona, se vive genial. A nivel deportivo, no hemos empezado muy bien pese a que el año pasado ascendimos. El equipo no ha comenzado como nos gustaría y estamos sufriendo ahí abajo deseando salir de esta situación.

-El encuentro de mañana ¿es especial?

-Si lo es. Cuando salió el calendario me fijé cuando iba a ir a jugar en El Molinón porque guardo muy buen recuerdo de allí. Tengo muy buenos amigos que siguen en la plantilla, en el club, gente de Gijón que irá a verme al hotel y al campo… La verdad que es un día especial y bonito.

-¿Con quién sigue manteniendo relación del equipo?

-Ayer, por ejemplo, hablé con Pichu (Cuéllar) que es con quien más relación tengo. También (Alberto) Lora, (Roberto) Canella, Nacho (Cases)... Con Gerardo Ruiz también hablo bastante. En definitiva gente que estaba cuando yo jugaba allí.

-¿Es el Sporting un equipo que le ha marcado en su carrera?

-Si. Cuando hablo con gente del fútbol muchos me relacionan con el Sporting sin decirles nada. Después de mi paso por el Atlético de Madrid muy joven, fue el equipo que me dio la oportunidad en Primera. Confiaron en mí y tuve continuidad. Les tendré que estar siempre agradecido. Disfrute mucho jugando con Preciado. Hicimos partidos históricos como contra el (Real) Madrid y eso ha quedado guardado.

-Me imagino que por el gol del Bernabéu le habrán preguntado 157.000 veces. Ahora una más.

-(Risas). Al principio no eres muy consciente pero cuando te vas haciendo mayor y pasan los años empiezas a ver que cada vez que vas al Bernabéu te meten cuatro o cinco. Sabes que es difícil puntuar y ganar mucho más. Ahora poco a poco te das cuenta de la dificultad de los campos de equipos grandes. Lo normal es que pierdas porque son muy buenos.

-¿Qué sentimientos le recorrieron cuando vio el choque entre el Sporting y Real Madrid?

-Antes del partido ya estaban poniendo la imagen del gol que marqué y quieras que no ya te acuerdas lo que habías vivido, de Manolo (Preciado), del antes y después del encuentro, la celebración… Recuerdos todos positivos. En cuanto al partido vi al Sporting bastante bien. No sé si hubiera cambiado marcar el penalti pero dieron la cara y compitieron bien.

-Oiga igual si marcaba Cop compartiría espacio con él en la historia reciente del primer equipo.

-Si pero igual hubiera sido un empate (risas). Ganar es más difícil. Del Madrid nunca te puedes fiar porque empatas y en diez minutos te pueden meter cuatro. Nunca sabes si es mejor meterles al final para que no les dé tiempo a remontar.

-Usted superó satisfactoriamente un problema cardíaco recientemente. Esa vivencia ¿le hace ver el fútbol, y la vida en general, de otra manera?

-Totalmente. Ese hecho que me marcó a mí y, sobre todo, la edad y la experiencia. Cuando eres joven sólo piensas en fútbol, cuando no te pone el entrenador te enfadas y lo pagas con la novia, mujer o familia y ahora que te vas haciendo mayor, y en mi caso con mi problema de corazón que no sabía si podría volver a jugar, ves las cosas de otra manera. Estar tranquilo, cabrearte lógicamente cuando no juegas porque eso es de profesionales, pero el fútbol es día a día y si no tienes minutos el domingo hay otro partido en siete días. Hay que tener salud y felicidad porque al final juegas a un deporte que te gusta, es un trabajo donde la gente paga por jugar y somos unos privilegiados. Te das cuenta de todo esto cuando tienes algún problema de salud. Eso es lo más importante.

-¿Cómo ve al Sporting?

-Están en una situación parecida a la nuestra. Empezaron bastante bien y ahora están en una racha muy mala. Estas todo el año abajo y eso cuesta. Sales al campo, ves que no te salen las cosas y el rival cada vez que se acerca a portería marca. Son partidos duros que te minan un poco la moral. Hay que salir de esa dinámica tan mala cuanto antes y los dos necesitamos una victoria.

-Efectivamente la situación de ambos es parecida pero ¿jugar fuera de casa supone menos presión para Osasuna y un hándicap para el Sporting?

-Con la experiencia que tengo de haber jugado en El Molinón creo que no. Soy de los que prefiere jugar en casa que fuera. El apoyo de tu gente y tu campo que conoce mejor que nadie la situación es un factor favorable. Eso hace que el que se deba sentir incómodo sea el rival. Nosotros en El Sadar nos sentimos muy bien porque la gente está con nosotros y sabe lo que hay.

-¿Dónde está el punto débil del rival?

-En la situación anímica. Ahora mismo no es buena y nos tenemos que aprovechar de ello. Que el partido se haga largo, que no les dejemos en ningún momento que se metan en el encuentro, darle intensidad y que poco a poco les entren las dudas de la situación que están teniendo.

-Su equipo acaba de cambiar recientemente de entrenador tras destituir a Enrique Martín. Aquí las aguas no bajan tan revueltas pero ya hay críticas hacia Abelardo después de dos años de ensueño. ¿El fútbol tiene memoria?

-El fútbol es día a día y la competición no te da tregua. Es inmediato y no cuenta el resultado. Está claro que jugar muy bien y ganar es muy bonito pero hay veces que hay que jugar mal y ganar porque al final cuentan los tres puntos. Es una pena porque la afición no está contenta con el juego del equipo pero importa fundamentalmente el resultado.

-¿Y esa crítica, en ocasiones exagerada, es comprensible?

-Eso no va a cambiar. Claro que es lógico que te critiquen cuando no ganas. La gente está en su derecho, hay algunos que cuando ven un partido de fútbol salen de casa y se desinhiben. Es como la vida misma. Hay personas que son tranquilas y cuando pasa algo no se meten en jaleos y otros les gusta criticar y que las cosas salgan como ellos piensan. De fútbol parece que entiende todo el mundo, que puede opinar todo el mundo y eso es un poco perjudicial para nosotros que somos los que estamos entrenando todos los días y sabemos lo que hacemos. Si viera un partido no criticaría a nadie porque sé lo duro que es estar ahí abajo y jugar.

-Nos contaba el entrenador Mariano García Remón en una entrevista en La Voz que el problema del aficionado es que sólo piensa en el partido pero no ve el trabajo que hay durante toda la semana.

-Tiene toda la razón. Ese trabajo repercute mucho en la semana siguiente. No es lo mismo trabajar siete días habiendo ganado el domingo que habiendo perdido. Al final el ánimo influye mucho y los partidos se te van por detalles. Puedes estar toda la semana trabajando muy bien, con doble sesión, gimnasio, cuidando la alimentación, descansando y llegar el domingo y que un árbitro te pite un penalti que no es o que alguien falle. Al final son pequeños detalles que no se recompensan, como tú has dicho, por todo el trabajo que haces durante la semana.

-La última. ¿Le gustaría volver a vestir la camiseta del Sporting antes de retirarse?

-Ufff… Pues no lo sé (risas). La verdad que estoy muy feliz en Pamplona y me siento muy querido en Osasuna. Después de lo que me pasó con mi problema del corazón sólo vivo el presente y no quiero pensar nada de futuro porque nunca sabes dónde vas a estar.