-El bota de oro 2.006 ha estado en el punto de mira del Sporting tanto en el pasado mercado de fichajes como en el presente. En enero los rojiblancos se decantaron por reforzar al equipo con Colunga, una operación bastante costosa que dejo sin mayor margen de maniobra al club. Mientras el delantero italiano de 35 años apostó por el retiro dorado de Dubai, donde no ha terminado de sentirse cómodo.
Durante el final de la pasada campaña se volvió a sondear esta opción, pese a que el descenso enfrió el interés de ambas partes por juntar sus respectivos caminos. No obstante, recientemente hubo un nuevo contacto con su agente para sondear su situación actual, pero el jugar en Segunda división unido a la diferencia de parámetros económicos pedidos y ofrecidos ha roto la negociación.
La llegada de Luca Toni siempre ha estado supeditada a un traspaso que todavía no ha llegado, se trata de la venta de David Barral, quien ya esta preparado para reforzar al Orduspor. El fleco pendiente continua siendo las siempre exigidas garantías bancarias, aspecto que ya ha echado al traste otras salidas, véase el ejemplo de Canella con el Zaragoza tiempo atrás.
El buen contrato ofertado al atacante posibilita que no sea reacio a perdonar una cantidad adeuda por el Sporting, lo que elevaría su traspaso a una cifra cercana a los tres millones de euros.
-Pese al fracaso de la operación Luca Toni, al menos de momento, la siguiente opción para reforzar el puesto no se trata ni de Stuani, ni de Braulio, las miras están puestas sobre otro atacante de renombre con una estatura similar a la del italiano, al que su equipo le busca una salida.
-Stuani se complica, la Reggina de momento se descuelga con un precio superior al millón de euros por su traspaso. Números totalmente fuera del mercado bajo el punto de vista de Mareo, aunque se confía en que a lo largo del verano se vaya reduciendo.
Alejandro Vigil
@alejandro_vigil