Varias alternativas se rebelan contra la celebración y alertan de las mentiras del amor romántico
15 feb 2019 . Actualizado a las 14:05 h.¿Qué tal si celebramos del Día de los Desenamorados? Eso es lo que propone la empresa compostelana ONyVÁ que lo hace hoy con una cita a ciegas al más puro estilo First Dates, en la que los invitados no conocerán a su pareja hasta que se sienten a la mesa. Será en un local de moda vintage y habrá juegos y preguntas para romper el hielo y ver si se enciende la chispa. Y si no no pasa nada, porque San Valentín aquí no está invitado.
El desamor reclama su espacio en una semana en la que los escaparates rebosan corazoncillos y las floristerías reparten sin tregua. Cada vez más iniciativas se rebelan contra una tradición que nació en la época de los romanos, cuando a Valentín, obispo de Terni, se le dio por casar a escondidas a los soldados porque el emperador se lo prohibía para que rindieran más en el campo de batalla. La Iglesia quiso acabar con ella pero los centros comerciales la revivieron para su propio beneficio.
Mientras millones de personas compraban ayer regalos de última hora a toda prisa, las japonesas se amotinan contra una costumbre que les obliga ese día a regalar chocolates a los hombres. El aumento de la percepción de que esta costumbre es «una forma de abuso de poder» es uno de los motivos por los que la Asociación de Conmemoraciones de Japón estima que las ventas de chocolate relacionadas con San Valentín caerán este año un 3 % con respecto al 2018.
Y también las lesbianas en este país se la tienen jurada al santo, hasta el punto de que hay una campaña de denuncias por discriminación, ya que allí está prohibido el matrimonio homosexual.
Sin salir de Japón, la curiosa Alianza Revolucionaria de Hombres Impopulares sale a las calles cada 14 de febrero con consignas como «Hay que acabar con el Día de San Valentín», «Besarse en público es terrorismo» o «Libertad para no casarse».
En la Universidad de Granada, Maribel Casado Triviño organiza siempre el 13 y 14 de febrero un taller con un nombre que habla por sí mismo: Odio San Valentín. La idea es romper con los mitos, equivocados y peligrosos, del amor romántico. Según los expertos, alrededor de este concepto se han establecido ideas que no se corresponden con la realidad, que perjudican las relaciones sentimentales y que afectan, en peor medida, a las mujeres. El amor siempre ha existido y el matrimonio también, «pero el amor romántico, como condición para unirte en una relación estable, existe solo desde hace unos 150 años», explica Francesc Núñez, sociólogo y profesor de los Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Siempre hablando de forma generalizada, Núñez explica que en muchas ocasiones las mujeres sitúan el amor en el centro de su vida y esto les puede llevar a ser más dependientes y vulnerables. En las relaciones amorosas, «es importante poner unos límites para construir relaciones felices. Mientras no lo hagamos, la relación será perjudicial para uno de los dos y se regirá por la dominación, en muchos casos, del hombre hacia la mujer», indica.
Coral Herrera, autora de libros como Mujeres que ya no sufren por amor o La construcción sociocultural del amor romántico, advierte del peligro de mitos como el de «el amor todo lo puede». Lo compara a la historia de la Bella y la Bestia: «Puedes estar con un maltratador, pero en el fondo crees que es un niño asustado que se redime gracias al amor». Otros dos mitos asociados al amor «verdadero» son, según la escritora, el de la eternidad y la exclusividad.