Un trabajo póstumo, publicado siete semanas después de su muerte, propone una nueva teoría
03 may 2018 . Actualizado a las 07:36 h.Siete semanas después de su muerte, Stephen Hawking ha ofrecido su última lección al mundo. Lo ha hecho en la revista científica Journal of High Energy Physics, cuyo trabajo, realizado en colaboración Thomas Hertog, de la Universidad de Lovaina, fue entregado para su publicación antes de su fallecimiento. Y no es un estudio menor, sino de gran calado. Su aportación definitiva a la física es impactante. Su teoría, basada en la teoría de cuerdas, que postula que las partículas elementales son en realidad como minúsculas cuerdas que vibran, predice que el universo es finito y mucho más simple que las teorías actuales sobre el big bang.
De acuerdo con la investigación, difundida ayer por la Universidad de Cambridge, las teorías modernas del big bang predicen que el universo local comenzó a existir con un breve estallido de inflación. En otras palabras, una pequeña fracción de segundo después del suceso el cosmos se expandió a un ritmo exponencial. Y lo sigue haciendo sin que parezca que llegue a un fin. Es un proceso eterno.
Según este punto de vista bastante aceptado, una vez que la inflación comenzó hay regiones en las que continúa eternamente y solo se habría parado en algunos «bolsillos» habitables, en los que se formaron las estrellas y las galaxias. La región de este infinito en el que habitamos sería uno de esos «bolsillos», separado de otros por zonas de inflación eterna. Es lo que se conoce también como multiverso.
Explicación errónea
En su teoría final, Hawking y Hertog postulan que esa explicación de la inflación eterna como teoría del big bang es errónea. «Nosotros predecimos que nuestro universo, en las mayores escalas, es globalmente finito», dijo Hawking en una entrevista concedida hace meses al hablar sobre la investigación. Si la teoría se confirma, podría tener implicaciones de largo alcance para el paradigma del multiverso. No habla de un solo y único cosmos, pero «implica una reducción significativa» de su número.
«El problema con la explicación habitual de la inflación eterna es que asume un universo de fondo existente que evoluciona de acuerdo con la teoría de la relatividad general de Einstein y trata los efectos cuánticos como pequeñas fluctuaciones en torno a esto. Sin embargo, la dinámica de la inflación eterna borra la separación entre la física clásica y cuántica. Como consecuencia, la teoría de Einstein se rompe en la inflación eterna», subrayó Thomas Hertog, que ahora tendrá que desarrollar su trabajo en solitario para convencer a una comunidad científica que aún se muestra escéptica. Hawking sigue dando guerra.