La fábrica de cerveza situada en Colloto fue una empresa próspera hasta los años setenta; tras el cierre, el inmueble se deterioró en medio de un agrio conflicto entre sus propietarios y el Ayuntamiento de Siero
30 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Gobierno asturiano ha anunciado que formalizará en breve la compra del edificio histórico de El Águila Negra, todo un icono situado en la parte sierense de Colloto, para convertirlo en la sede de la Agencia Asturiana del Agua, un organismo de nuevo cuño que comenzaría a funcionar en 2025.
Esta decisión parece poner fin a la incertidumbre acerca del edificio y calmar en cierto modo la tortuosa vida de un edificio que vivió un extraordinario esplendor, sufrió un declive cercano a la ruina y se alzó finalmente con una rehabilitación tras un largo y enconado conflicto. Esta es su historia:
El Águila Negra fue fundada en 1898 por el empresario suizo Emilio Viedma y el español José Graña. Nació gracias a una poderosa inversión y no tardó en convertirse en una mara prestigiosa, que se extendió por todo el norte de España. Hasta mediados de la segunda mitad del siglo XX, era raro encontrar un bar que no tuviera en sus estantes botellas con la famosa águila estampada en las etiquetas.
Sin embargo, su época de esplendor pasó, y la competencia de otras grandes cerveceras y otros factores asociados hicieron que la fábrica paralizase definitivamente su actividad en los años setenta. Entonces, el edificio se abandonó por completo, y con el paso de los años sufrió un deterioro cada vez mayor. El tiempo pasaba y se hablaba de proyectos diversos para recuperar la actividad, pero ninguno de ellos prosperó, y el estado de la nave continuó su decadencia.
Nadie cuestionó nunca el valor del edificio. De hecho, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1993, como una muestra más que notable de patrimonio industrial. El edificio, a pesar de la protección que le otorgaba la declaración oficial, siguió deteriorándose durante toda la década.
La empresa Gestión Nora lo adquirió a principios de siglo XXI y en 2002 firmó un convenio con el Ayuntamiento de Siero que incluía la obligación de ejecutar un proyecto de rehabilitación que debía salvaguardar el inmueble con sus almacenes y su esbelta chimenea. El Ayuntamiento, con el dictamen favorable de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) había modificado su Plan General de Ordenación Urbana para desarrollar el polígono industrial Águila del Nora, una de cuyas condiciones era la preservación de los elementos históricos. Entonces, parecía que la recuperación estaba a la vuelta de la esquina. Nada más lejos de la realidad.
Desde un principio, hubo discrepancias entre el Ayuntamiento y la empresa respecto a la rehabilitación del edificio, que la empresa se negaba a ejecutar. El conflicto llegó a los tribunales y varias sentencias le dieron la razón al Ayuntamiento, y obligaron a la empresa a ejecutar la rehabilitación del edificio.
El conflicto llegó a su extremo cuando, en 2018, el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo condenó a los tres propietarios del edificio a un año de cárcel por un delito contra el patrimonio, que incluía la obligación de asumir el coste de mantenimiento del inmueble.
En octubre de ese mismo año, comenzaron las obras de rehabilitación, y el edificio acabó de remodelarse en abril del año siguiente, devolviendo a la antigua fábrica su antiguo esplendor. No obstante su recuperación, el inmueble permaneció varios años sin actividad.
Dicen que los impulsores de la fábrica, allá a finales del siglo XIX, decidieron asentarse en Colloto debido a la buena calidad del agua de la zona. La decisión del Gobierno regional de albergar en el edificio la Agencia Asturiana del Agua viene a cerrar el círculo de la mejor manera posible.