La selección cae en octavos de final en los penaltis ante una Rusia voluntariosa y sin fútbol
02 jul 2018 . Actualizado a las 23:03 h.El fútbol español se reencuentra con sus pesadillas de antaño. España dice adiós al Mundial en octavos de final, desde los once metros, en la lotería de los penaltis, pero después de desperdiciar 120 minutos frente a Rusia, la anfitriona que que ocupa el número 70 del ránking mundial, y prolongar los despropósitos de la primera fase. Apeada a las primeras de cambio, frente a un rival inferior y cuando el camino parecía especialmente alfombrado.
Quizá mereció más España, que desperdició su abrumador dominio ante un rival voluntariamente atrincherado, pero nunca supo cómo hincarle el diente al 5-4-1 ruso, así que después de tres tortazos consecutivos en grandes citas toca reflexión, porque el combinado español, aunque sobrado de talento, parece demandar el definitivo punto y final a la transición tranquila.
Llegó España a su primer cara o cruz con demasiadas dudas. No las resolvió el día decisivo. Se entregó al dominio, se apropió del balón y estuvo muy cerca de batir un récord mundial de pases, pero no superó el mínimo exigible a un grupo que desembarcó en el Mundial en el grupo de candidatos y se va con la cabeza baja, con la sensación de no encontrar la eficacia necesaria para superar a rivales que parecen pasarse unos a otros el librillo de cómo sobrevivir a un tiquitaca adocenado. Peleó su suerte Rusia en una doble muralla ante su área, pendiente solo de aprovechar un pelotazo o un balón parado. No pasó excesivos apuros, y eso que España apareció sobre el césped del Luzhniki con una apariencia muy distinta de los duelos anteriores. Sorprendentemente, Hierro sí introdujo novedades: recuperó a Nacho, puso a Koke como escudero de Busquets y sentó a Iniesta en el que ha sido su adiós a la selección. Un partido de dirección única que se puso de cara cuando el veterano Ignashevich perdió de vista la pelota para tapar a Ramos en una falta lateral. Gol en propia meta y la sensación de que a poco que se aplicara España, Rusia sería incapaz de remontar. Ahí apareció la otra cara del juego español. Nerviosa en cada pelotazo que prolongaba Dzyuba, cometió un grave error en un saque de esquina. Un despropósito más. Piqué saltó con la mano hacia arriba y el remate de Dzyuba le impactó en el brazo. Rusia aprovechó el inesperado regalo para convertir el resto del encuentro en un ejercicio de resistencia, un monologo español sin brillo, con pocas ocasiones y, lo peor, sin premio.
Llegaron tarde los cambios y solo en la prórroga se atrevió Hierro a jugar con dos delanteros. Pudo haber ganado España en un par de acciones de Aspas o de Rodrigo, pero encontró un justo castigo en los penaltis, esa lotería tantas veces esquiva. Como antaño. Otra vez.
. Ficha técnica:
1 - España: De Gea; Nacho (Carvajal, m.70), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Koke; Isco, Silva (Iniesta, m.66), Marco Asensio (Rodrigo, m.104); y Diego Costa (Iago Aspas, m.80). Seleccionador: Fernando Hierro.
1 - Rusia: Akinféev; Mario Fernandes, Kutépov, Kudriashov, Ignashévich, Zhirkov (Granat, m.46); Zobnin, Kuziáev (Erokhin, m.97); Samédov (Chéryshev, m.61), Golovín y Dzyuba (Smolov, m.65). Seleccionador: Stanislav Cherchésov.
Goles: 1-0, m.11: Ignashévich en propia puerta. 1-1, m.41: Dzyuba. Tanda de penaltis: 1-0: Iniesta. 1-1: Smolov. 2-1: Piqué. 2-2: Ignashévich. 2-2: Koke falla. 2-3: Golovin. 3-3: Ramos. 3-4: Chéryshev. 3-4: Aspas falla.
Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Piqué (40) por España; y a Kutépov (54), Zobnin (71) por Rusia.
Incidencias: Encuentro de octavos de final del Mundial 2018, disputado en el estadio Luzhnikí lleno, con 78.011 espectadores, 3.000 de ellos españoles. El rey Felipe VI y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, encabezaron la relación de autoridades del palco de honor.