Adiós a los estereotipos: el hombre que peina, depila y hace la manicura en Oviedo

LA VOZ DE OVIEDO

El allerano José Manuel Díaz cuenta con su propio centro de estética en la capital asturiana. Con su trabajo demuestra que el talento no entiende de género
16 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A pesar de la creencia popular, los hombres también se preocupan por su imagen personal y usan cosméticos para reducir los signos del envejecimiento. Muchos ya no se limitan a hacer una higiene básica sino que siguen rutinas más completas que incluyen el cuidado facial o capilar. Algunos van incluso un paso más allá y rompen con otros estereotipos en el mundo de la estética. Es el caso de José Manuel Díaz, un allerano afincado en Oviedo, que convirtió su pasión por este ámbito en su vocación. A sus 43 años se dedica a realizar peinados, depilar el rostro o hacer manicuras, demostrando con su trabajo que el talento tampoco tiene género.
Esta pasión que José siente por la estética realmente floreció en él cuando conoció a su actual pareja. Nunca se había imaginado que su carrera profesional iba a estar relacionada con el sector de la belleza porque en su adolescencia lo que más le llamaba la atención eran las nuevas tecnologías. Tal era así que una vez finalizados los estudios obligatorios realizó una formación profesional de informática. Después de graduarse quiso pasar por la Universidad y se matriculó en el grado, de por aquel entonces, Relaciones Laborales. Lo hizo, asegura, «sin nisiquiera saber de qué iba la carrera». Pero eso no quitó para que cursase luego un máster.
Pero, cuando estudiaba para conseguir este título académico de posgrado, comenzó a tener una relación sentimental que le hizo descubrir su verdadera vocación. «Mi pareja trabajaba en el sector de la belleza y, por tanto, me empezó a enseñar a limar las uñas, a hacer prótesis redondas o cuadradas, a pintar con esmaltes… y poco a poco me fui aficionando», recuerda. Para poner en práctica lo aprendido arreglaba semanalmente las manos de su madre y sus hermanas. Tras perfeccionar la técnica comenzó también a hacerle la manicura y la pedicura a sus amigas y a las vecinas del barrio en el que se crió.

Todo lo que ganaba por cuidar, pintar y embellecer las uñas de su entorno más cercano lo fue ahorrando hasta que tuvo un buen monto de dinero y decidió invertir el mismo en hacer un curso profesional de manicura. Con el tiempo, se formó en una academia de peluquería que había en el Centro Cívico para así completar sus estudios de estética. Al poco de graduarse comenzó a trabajar en un salón de belleza próximo al centro comercial Los Prados. Se empleó durante un año y medio en este centro, hasta que pasó a formar parte de la plantilla del negocio de cuidado capilar que había montado una amiga suya.
Principalmente, José se encargaba de lavar, cortar y peinar el cabello de las clientas. Pero, tras quedar su amiga embarazada, asumió todas las tareas y se hizo, mientras, cargo de la peluquería. Al conocer los entresijos del negocio decidió que una vez reincorporada su compañera, tras la baja de maternidad, abriría su propio centro de estética. Entre tanto, buscó por todo Oviedo un local en el que pudiese hacer realidad su sueño. No le importaba lo más mínimo la ubicación pero sí quería que el espacio que fuese a ocupar su salón de belleza no necesitase mucha mano de obra. Finalmente, encontró el bajo «ideal» en la calle San Pedro de Mestallón.
Hace realidad su sueño en una zona que comercialmente se moría
«Antiguamente era un centro de depilación láser, por tanto tenía todas las cabinas montadas. Solo había que instalar los lavacabezas y decorar un poco las paredes», asegura. Sin embargo, no todo era tan perfecto como parecía. Aunque el local estaba «muy bien», su emplazamiento, por aquel entonces, no era óptimo para hacer negocios. «Estaban cerrando todos los locales y la calle se estaba muriendo. De hecho, los periódicos publicaban que era ya una calle fantasma», recuerda. Pero, aunque emprendió en una zona que atravesaba su «peor momento», José decidió apostar por su proyecto y confiar en su visión.

Con esfuerzo, dedicación y mucho trabajo, fue ganándose poco a poco a la clientela. Supo darle vida al local y aportar algo diferente a un entorno que parecía condenado al abandono. «Aposté por utilizar productos orgánicos porque así aseguraba la calidad del servicio», confiesa. Al rechazar el uso de productos químicos consiguió también diferenciarse de la competencia. «Existen millones de productos que solo cuestan 20 céntimos y con los que podría ganar el triple de lo que gano, pero no me interesa utilizar estos productos tan baratos porque en verdad quiero que mis clientas tengan un cabello fuerte y sano», reconoce.
En este punto, Jose recuerda que al principio cuando en 2018 abrió las puertas de Celebrity In Nature «parecía más un taller de reparaciones que una peluquería». «Todas las clientas venían con cuatro pelos secos, destrozados y que se les rompían solos», asevera. Pero, gracias a sus manos expertas y a su compromiso con el cuidado capilar, este allerano consiguió devolver la vida al cabello de muchas ovetenses. Al utilizar productos cien por cien naturales, realizar tratamientos de hidratación profunda y aplicar técnicas en función del tipo de pelo, los resultados comenzaron, poco a poco, a hablar por sí solos.
Como sus melenas volvían a tener vida, las clientas no solo acudían a Celebrity In Nature porque sabían que su cuero cabelludo estaba en buenas manos sino que además recomendaban el centro a amigas y familias. Gracias a la calidad de su servicio y ese trato exquisito, José consiguió consolidar su cartera de visitantes habituales y afianzar, por tanto, su negocio. Su trabajo a día de hoy va más allá del cuidado capilar. A parte de cortar, teñir o peinar, también depila y hace manicuras. Realiza además limpiezas faciales, tratamientos hidratantes y masajes, entre otras funciones.

Con su trabajo demuestra que la peluquería y la estética no son cosa de mujeres. Que los hombres también pueden aportar valor a un sector donde lo importante no es el género, sino la profesionalidad y la pasión por lo que se hace. Pero, por desgracia, hay quien todavía piensa que el cuidado facial y capilar debe estar reservado al sexo femenino. «Hay mujeres que, por la razón que sea, no les gusta que les toquen hombres. Algunas es porque la religión no se lo permite», lamenta José. De todas formas, en su caso, nunca ha sentido ningún tipo de discriminación por ser hombre y emplearse en el sector de la estética. «Jamás recibí una crítica», confiesa.
Si hablamos de futuro, este allerano afincado en Oviedo desea que cada vez más personas confíen en él para cuidarse el pelo o la piel. Quiere seguir aumentando su cartera de clientes, mientras afianza la misma para garantizar así el porvenir de su negocio. Por el momento no tiene pensado contratar a alguien para que le eche una mano en las tareas de Celebrity In Nature porque «con la legislación vigente no sale a cuenta tener empleados». Pero de crecer exponencialmente su demanda no lo descarta. Lo que sí tiene claro es que quiere poder poner fin a su carrera profesional en su centro de estética. «Espero poder jubilarme aquí», confiesa.

Pero, antes de seguir con su agenda, Jose da un pequeño truco de belleza. «No hay que tener miedo a gastar en productos para el pelo porque aunque cueste diez veces más también va a durar diez veces más y el resultado se va a ver de la noche a la mañana. Hay que tener en cuenta que a los famosos les pagan por promocionar ciertos productos y, por tanto, estos no necesariamente van a ser buenos», manifiesta e incide una vez más en la importancia que tiene cuidar el cabello. «El pelo te puede generar muchas inseguridades y afectar a tu autoestima», advierte.
A aquellas personas que tienen pensado emprender, este ovetense de adopción recomienda acudir en primer lugar a la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), que recientemente ha reelegido a María Calvo como su presidente. «Cuando yo emprendí los tiempos eran otros. Ahora todo es mucho más complicado. Hay muchos más gastos y los trimestres son muy duros. Si no tienes una buena financiación, que es difícil de conseguir, puede que te afecte para seguir con tu actividad. Por eso, antes de montar un negocio, hay que estar bien informado porque no es solo pagar el alquiler sino que es mucho más», apercibe.