La ovetense Eva Otero, campeona de Europa de kárate: «Tengo claro que no voy a vivir de este deporte»

LA VOZ DE OVIEDO

La joven es una de las grandes promesas del kárate español. Hace unos días se ha hecho con la medalla de oro en la categoría Kumite Sub-21
26 feb 2025 . Actualizado a las 09:31 h.Ha alcanzado la mayoría de edad y al mismo tiempo se ha coronado como la reina del Viejo Continente. Esta ha sido la hazaña de Eva Otero. La joven karateca se ha proclamado, a sus 18 años, campeona de Europa tras conquistar la medalla de oro en la categoría Kumite Sub-21, en menos de 61 kilos. La deportista asturiana, del Club Arenas Karate, brilló con luz propia en el torneo celebrado recientemente en la localidad polaca de Bielsko-Biala, donde demostró su talento, garra y determinación. En una final de gran intensidad y exigencia, la ovetense logró imponerse a la ucraniana Natalia Osadchuk, consolidándose así como una de las grandes promesas del kárate español.
—¿Cómo se siente días después de haber recibido este premio?
—Después de conseguir algo tan grande cuesta muchísimo asimilarlo. Si que es verdad que lo he asimilado un poco pero todavía sigo sin creérmelo. Ahora he vuelto a la rutina y demás por lo que sigo todo igual pero me vienen todo el rato esos recuerdos a la mente y la verdad es que me pongo súper feliz.
—¿Qué supone este reconocimiento?
—Significa muchísimo para mí porque llevo haciendo karate desde muy pequeñita, desde los cuatro años, y nunca imaginé que este momento podría llegar. Hay mucho esfuerzo detrás, muchos entrenos, muchos campeonatos que no salen, muchos entrenos a los que a lo mejor no tenías muchas ganas de ir… entonces ganar un europeo supone muchísimo para mí, la verdad.

—Con esta medalla aumenta su palmarés. ¿Recuerda su primer título y cómo vivió aquel momento?
—No me acuerdo muy bien cuál fue la primera competición en la que conseguí una medalla porque era pequeña. Pero, sí sé que fueron en la modalidad de kata porque hasta los once años no empecé a competir en kumite. Por eso, probablemente la primera medalla haya sido en un campeonato de Asturias.
—De todas las medallas que tiene, ¿cuál es la más especial?
—A nivel individual, la que conseguí cuando quedé campeona de España por primera vez. Era juvenil y creo que fue en 2019. Luego, a nivel de grupo, me parece muy especial la que logré el año pasado con mis compañeras en el campeonato de España de clubes. Conseguimos quedar campeonas de España y la verdad que me parece muy emotivo poder conseguir ese logro con las compañeras del club.
«De pequeña, el kárate no era un deporte que me llamase la atención, de hecho no me gustaba»
—¿Cómo se prepara una para ser campeona de Europa?
—Mi forma de entrenar no cambió mucho, seguí entrenando de lunes a viernes. Lo que sí que hice fue prepararme un poco más mentalmente. Estar en un Europeo es una experiencia que tienes que disfrutar porque no cualquiera puede llegar ahí, pero tienes que ir con una mentalidad diferente. Es un campeonato muy complicado y en el que tienes que darlo todo.
—Lleva desde los cuatro años haciendo kárate ¿Qué le llevó a practicar esta disciplina deportiva?
—Hago karate gracias a mis padres. De pequeña no era un deporte que me llamase la atención, de hecho no me gustaba, pero mis padres me apuntaron. Con los años y, sobre todo, compitiendo fui conociendo gente y creando lazos súper bonitos y me acabó gustando muchísimo. A día de hoy me encanta.
—¿Cómo es realmente el día a día de una karateka?
—El día a día de la karateka es muy diferente de si compites o no. Si te lo tomas más en serio tienes que sacrificar muchas cosas. Tienes competiciones los fines de semana y esos fines de semana a lo mejor no puedes hacer tantas cosas como te gustaría. Pero, bueno, es lo que hay. Si quieres llegar a niveles tan altos, por así decirlo, tienes que hacer sacrificios y mucho esfuerzo.
—¿Cuál fue el mayor sacrificio que hizo por el kárate?
—Ahora que lo pienso no es que haya hecho ningún sacrificio. Llevo compitiendo desde los once años y muchas veces, por ejemplo, mi grupo de amigos queda los fines de semana y a mí aunque me gustaría quedar no puedo. A lo mejor me molesta un poco pero bueno no es que sea un sacrificio muy grande.
«Trato de tener seguridad en todo lo que hago durante el combate»
—Tiene que compaginar los entrenamientos con los estudios y su vida social. ¿Cómo lo hace?
—Tengo la suerte de que a mí todo me queda muy cerca de casa. El sitio donde entrenamos y mi facultad las tengo al lado. Lo que suelo hacer es estudiar hasta las ocho de la tarde y luego voy a entrenar. Los lunes y miércoles no tengo problema, pero los martes y jueves ya se me complica por los horarios de la universidad, entonces este año no puedo ir a entrenar esos días. Y los viernes como no tengo clase pues aprovecho y voy a entrenar. Entonces, tengo facilidades en cuanto a la cercanía de los sitios donde hago las cosas. Sí que es verdad que hay veces que salgo de clase y a lo mejor no me apetece mucho ir a entrenar pero luego cuando voy me hace desconectar de todo porque al fin y al cabo tengo que cambiar el chip cuando entreno. También mis amigos viven muy cerca de mí, por eso no tengo mucho problema para quedar con ellos. Sí que en época de competiciones me pierdo ciertos acontecimientos sociales pero bueno no pasa nada.
—¿Qué siente cuando se sube al tatami?
—La única sensación que tengo son esos nervios, pero estoy cien por cien concentrada en el combate. Trato de tener seguridad en todo lo que hago durante el combate porque es muy importante que las demás te vean muy segura de ti misma, muy confiada también. Intento hacerlo lo mejor que puedo.
—¿Cómo se motiva para entrar en combate? Decía que no siempre está motivada al cien por cien…
—Sí, muchas veces no tienes la cabeza o simplemente estás un poquito saturada y a lo mejor no te apetece tanto ir a una competición. A otras claro que sí. Es un poco montaña rusa en se sentido. Si estoy muy nerviosa o es una competición que no me apetece cuando llego al tatami es como que todo se me olvida. Por muy nerviosa, desconfianzada o lo que sea que esté, cuando llego al tatami mi mente se pone en blanco y me concentro solo en el combate.
—¿Tiene alguna manía antes de subirse al tatami?
—No, antes de subir al tatami no hago nada. Pero, sí que tengo mis manías, sobre todo con la ropa, el peinado y las uñas.
—¿Cómo se prepara para los pesajes?
—Tengo la suerte de estar en un peso en el cual no tengo que hacer ningún tipo de dieta. Como normal, lo que preparan en mi casa, y me puedo permitir comer lo que sea porque suelo dar bien el peso.
—El kárate sigue siendo un deporte con una mayor presencia masculina. ¿En algún momento se ha sentido discriminada por el hecho de ser mujer?
—No, nunca tuve una experiencia así en la que tuviera que saltar por esos motivos. Tengo la suerte de que no me ha pasado a mí ni a nadie de mi entorno, creo. Pero bueno sí que es verdad que es una situación muy injusta que nos toca vivir a las mujeres a día de hoy, desgraciadamente. Y que tenemos que seguir luchando porque eso no pasa.
—Con el oro que ha conseguido recientemente y el resto de sus medallas demuestra que las mujeres karatecas sí valen
—Sí, exacto. Tanto yo como todas las mujeres que hemos conseguido algo en los deportes, damos la visibilidad de que podemos conseguir lo que queramos. Somos igual de fuertes que cualquier hombre y podemos conseguir todo lo que nos propongamos.
«Tengo claro que no voy a vivir del kárate»
—En su caso empieza el año de la mejor manera posible, ¿Qué expectativas tiene para este 2025?
—Sigo teniendo las mismas. Aunque tenga esta medalla, tengo los mismos campeonatos nacionales, entonces esos van a ser mis objetivos. No los voy a cambiar y voy a seguir en la misma línea.
—¿Del kárate se puede vivir o es necesario tener un plan B?
—Tenemos la mala suerte de que no todo el mundo pueda vivir de este deporte. Si te va muy pero que muy bien, consigues muchas medallas a nivel internacional, tienes patrocinadores y demás sí que podrías a llegar a vivir del kárate. Pero, yo tengo claro que no. Yo no voy a vivir del kárate. Estoy estudiando la carrera de psicología para poder vivir de ello. El kárate ahora me lo tomo muy enserio por el hecho de competir pero cuando sea un poco más mayor y haya acabado la carrera no me lo voy a seguir tomando de la misma manera porque yo quiero vivir de lo que estudio.
—¿Qué opina de que el kárate ya no sea considerado un deporte olímpico?
—Es algo que nunca voy a ver bien, claramente no solo porque yo practique el deporte sino porque a mí me parece un deporte que enseña una disciplina. Creo que se le podría dar una mayor visibilidad y además es que la gente que realizamos este deporte nos vendría muy bien que se haga más visible.
—¿Cuál fue el mejor consejo que le dieron a la hora de practicar este deporte?
—El mejor consejo que me han dado es que cuando entré al tatami tengo que tener la mente en blanco y centrarme en todo lo que pasa ahí. Luego lo mítico que te dicen de: «Tienes que confiar en todo lo que hagas» aunque sea muy habitual que te lo digan, es muy importante confiar en cada técnica que hagas.
—Si tuviera que dar un consejo a alguien, ¿cuál sería?
—Le diría que confíe, aunque tengan una mala racha, porque las cosas al final salen con mucho esfuerzo y con mucha dedicación. Tiene que confiar siempre en todo lo que haga.
—¿Cuál es su mayor sueño dentro de este deporte?
—Ahora que he ganado un europeo, me gustaría poder conseguir algo un mundial. Queda un poquito para eso porque hasta el año que viene no se celebra pero ojalá poder conseguir algo.