María Escribano, veterinaria: «En algunos casos la tos de las perreras puede derivar en una neumonía»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

La veterinaria María Escribano
La veterinaria María Escribano

La enfermedad guarda similitudes con la gripe que sufren los humanos. Es muy contagiosa y presenta un cuadro inicial aguado. Además tiene la particularidad de presentarse durante todo el año, no solo en el invierno

18 feb 2025 . Actualizado a las 08:42 h.

En esta época del año, en la que el frío y las bajas temperaturas se hacen más presentes, las personas suelen enfermar más, ya que el clima facilita la propagación de virus y bacterias. La gripe y el catarro tienden, por tanto, a ser habituales durante todo el invierno. Pero, los humanos, no son los únicos seres vivos que caen enfermos en estos gélidos meses. Los perros también sufren infecciones respiratorias como la tos de las perreras, que de no tratarse pueden causar al animal una neumonía. Así lo asegura María Escribano. La veterinaria de la clínica Ronda Sur, en Oviedo, explica en qué consiste esta patología y cómo se puede prevenir. Resalta además la importancia de la vacunación y señala las claves para que los peludos de cuatro patas estén sanos.

—¿Los perros pueden tener resfriados en esta época del año al igual que las personas?

—Sí, hay una enfermedad que es la traqueobronquitis infecciosa canina, que sería como un equivalente a nuestro catarro o gripe. Comúnmente se le llama la tos de las perreras porque es una enfermedad colectiva que se transmite por vía aérea o por contacto directo entre animales. Es muy pero que muy contagiosa y se caracteriza por tener un inicio muy agudo. Está producida por varios tipos de virus y también por las complicaciones que puede tener una bacteria.

—¿Cómo se diferencia esta tos de las perreras de otras enfermedades respiratorias que puedan tener los perros?

—El signo principal de la enfermedad es una tos que principalmente suele ser seca. Además es una tos que aparece de un día para otro. Normalmente el animal no suele presentar fiebre y suele estar con buena actitud. Si la enfermedad progresa, sí que pueden tener fiebre, tos con secreciones, conjuntivitis… Luego, si es un animal que su sistema inmunitario no tiene una buena respuesta porque sea mayor o porque tiene otras enfermedades, se puede complicar y puede derivar en una neumonía.

—En el caso de que tengan fiebre, ¿cómo se identifica?

—Antes de que tengan fiebre los propietarios ya suelen venir porque los perros tienen una tos que muchas veces piensan que el animal se ha tragado algo. Es una tos además muy incómoda, haciendo que se encuentren mal y no puedan dormir.

—¿Cómo es el proceso para dar con el diagnóstico?

—El diagnóstico es un poco en base a la historia y el cuadro clínico del animal. Miramos también si ha podido tener contacto con otros animales enfermos porque ha estado en un albergue, o una guardería, si ha ido a un concurso o al parque y por tanto se ha podido infectar. Cuando llega a la clínica le exploramos, miramos los ganglios, le tomamos la temperatura, lo auscultamos… Suele tener reflejo traqueal positivo, que es una prueba que hacemos que es muy determinante. Si es necesario hacemos también pruebas complementarias como una radiografía de tórax. En casos más complicados incluso un lavado broncoalveolar.

—¿Cuánto tiempo tarda un perro en recuperarse?

—Eso es algo variable porque no todos los perros presentan la misma intensidad de síntomas. Pero, pueden estar una semana o así.

—¿Cuándo se recomienda acudir al veterinario?

—Al inicio del cuadro porque cuanto antes lo trates mejor. Siempre empezamos por dar unas pautas y unas recomendaciones para que el perro esté mejor y le cueste menos recuperarse. Si ya llega con un cuadro complicado, eso va a ser mucho más lento de tratar.

—¿Cómo se trata esta tos?

—Suelen necesitar algo de tratamiento para mejorar la condición de la tos. En ocasiones pueden requerir antibióticos, pero no siempre es así porque ya sería en casos muy complicados. Recomendamos además una serie de medidas complementarias como evitar los collares y la tracción del cuello porque en verdad tienen ahí una irritación, por eso durante esos días es mejor usar arnés. Es también muy importante que estén tranquilos y en un ambiente húmedo, sin sustancias irritantes como por ejemplo el humo del tabaco o ambientadores.

—Existen vacunas contra la tos de la perrera, ¿cuándo es recomendable administrar las dosis?

—De cara a la prevención es muy útil la vacunación. No es eficaz al cien por cien pero confiere muy buena protección en general. En caso de desarrollar un cuadro van a tener un cuadro muy leve, que prácticamente va a ser autolimitante en muchos casos. Entonces sí, la vacuna siempre está recomendada. Hay una vacuna que es intranasal y otra que es pinchada. Se recomienda su administración una vez al año.

—¿Qué tipos de perros corren el riesgo de sufrir esta enfermedad?

—Los pacientes más sensibles van a ser los cachorros, los perros mayores y algunas razas en particular como el bulldog o el carlino. Esos perros son chatos y ya de por sí tienen problemas respiratorios por su conformación por lo que corren más riesgo de sufrir este tipo de tos. También los que tengan alguna enfermedad respiratoria crónica o alguna cardiopatía se les puede complicar su problema. Por tanto, van a ser los más delicados a la hora de manejar la enfermedad.

—Decía que si la enfermedad evoluciona y no se ataja a tiempo puede complicarse la situación. ¿Podría llegar a ser mortal?

—Lo normal es que no sea mortal, salvo que sea un animal con otras comorbilidades y por tanto sea un agravamiento de su propio cuadro o que viva en la calle y al estar mal nutrido no tenga sistema inmunitario. Lo normal es que sea una enfermedad muy molesta, incómoda y preocupante, tanto para el perro como para el propietario, pero no suele llegar a ser muy grave. Si es tratada, claro. Si vas al veterinario pronto no suele llegar a complicarse.

—¿Cabe la posibilidad de que los humanos podamos contagiar nuestra gripe a los perros? ¿Y viceversa?

—No, en principio los contagios son entre especies. Además, aunque ambas gripes son producidas por un virus — en el caso de la tos de las perreras por la Bordetella bronchiseptica, el adenovirus canino tipo 2 y el virus de la parainfluenza— no tienen nada que ver una con la otra.

—¿Cómo se puede prevenir esta enfermedad?

—Además de vacunar, en caso de que aparezca un animal enfermo, mientras que está con la enfermedad activa, lo ideal es que esté un poco aislado, no se relacione con otros animales, para así reducir el contagio. En ambientes donde hay más animales, ya bien sea en casa o en una guardería, es fundamental la ventilación porque los aerosoles se mantienen en el ambiente. También hay que desinfectar el entorno y mantener una buena higiene.

—¿La tos de las perreras es una enfermedad estacional, solo se da en el invierno?

—No, es una enfermedad que la vemos durante todo el año. Sí, que hay picos ahora por el invierno pero no es una enfermedad exclusiva de esta época. Parece que es como ahora la campaña de la gripe de las personas, pero no. De hecho, como se trata de una enfermedad de colectividades, cuando viene un perro contagiado rápidamente viene luego otro y luego ya todos en bloque. Es por esta razón que las guarderías caninas recomiendan y en algunos casos obligan a que el perro esté vacunado para prevenir.

—¿Qué recomendaciones daría a los propietarios para que mantengan sanos a sus perros?

—En general los perros necesitan tener unos buenos cuidados higiénico-sanitarios. Tienen que tener una buena alimentación, mantener una rutina de ejercicios y de hábitos como salir a jugar, dar paseos o tener su tiempo libre en el exterior. Deben además tener una correcta desparasitación para prevenir contagios por ellos mismos y por la familia, a parte de tener una buena pauta de vacunación frente a enfermedades infecciosas. Luego cuando son mayores se recomienda hacer sus revisiones y sus chequeos para comprobar que no haya ninguna alteración. Si se detecta alguna se puede tratar a tiempo para que vivan muchos años.