La gallega afincada en Oviedo que ornamenta platos con tela: «Llevaré más de 2.000 platos decorados»
LA VOZ DE OVIEDO
Con imaginación y mucha maña, Nuria Caamaño da una segunda vida a platos y bandejas, sin importarle el tamaño o el formato que tengan. Para hacerlo debe armarse de paciencia porque tan solo decorar este tipo de menaje de cocina asegura que le lleva «dos días enteros»
09 dic 2023 . Actualizado a las 12:03 h.Nuestra casa suele ser un reflejo de quien somos y de cómo nos gustaría vivir. Y eso es algo que Nuria Caamaño ha tenido siempre muy en cuenta. A esta gallega afincada en Oviedo no solo le gusta tenerlo todo en orden sino que además procura que su vivienda esté decorada hasta el más mínimo detalle. Aprovechándose de que se le dan muy bien las manualidades, trata, en la medida de lo posible, de dar un toque más personal a las estancias de su hogar. Hace un par de años compró unas telas para hacer unos cojines para su salón. Para no tirar los retales, determinó decorar unos platos con ellos, sin ni siquiera saber que se aficionaría a ello y acabaría convirtiéndose en su profesión.
Al ver que los platos le habían quedado «fenomenal», Nuria Caamaño, natural de A Coruña y de 56 años, decidió comprar más tela para decorar más platos y así regalárselos a sus familiares y amigos. Cuando sus seres queridos vieron su trabajo, quedaron prendados del mismo. «A todos les encantó», asegura la gallega, quien ante la buena acogida apostó por dedicarse profesionalmente a adornar este tipo de recipientes. «Como vi que a la gente le parecía buena idea y normalmente se suelen decorar los platos con papel, al tratarse de una cosa diferente, dije: "¿Por qué no lo voy a vender?" Y mira hasta hoy», cuenta orgullosa.
Con un poco de imaginación, pero sobre todo maña, la gallega decora «todo tipo de platos», sin importarle el tamaño o el formato que tengan. Desde el que se emplea para colocar el pan hasta el que se utiliza para comer o el que se aprovecha para portar velas. También ornamenta con tela bandejas pequeñas, medianas e incluso grandes. En definitiva, no hay vajilla que se le resista. Eso sí, el único requisito imprescindible es que esta tiene que ser de cristal.
Dispone de más de un centenar de telas de diferentes colores y estampados. «Tengo ciento y pico de modelos porque no sé parar. En cuanto veo una tela que me gusta tengo que comprarla. Hice incluso un catálogo porque la gente se volvía loca a la hora de escoger porque no había ninguna que no les gustase y ya se me ha quedado pequeño», cuenta antes de señalar que para hacer acopio de este material textil recurre a talleres de fuera de nuestras fronteras. «La mayoría las compro en Francia, Inglaterra o en Estados Unidos y, por eso, suelo pasar muchas horas buscando», asevera.
Antes de decorar los platos, la gallega debe armarse de paciencia. Asegura que llega a tardar dos días en hacerlo. Aunque el proceso es sencillo, lleva su tiempo. Para empezar, debe encolar la tela al plato y, evidentemente, debe esperar a que se seque. Luego tiene que recortar la misma, ajustarla a la vajilla, y darle de nuevo otra mano de cola. A continuación, toca dar tres manos de pintura. Una vez «bien retocados y lisos» los bordes, Caamaño procede a barnizar el plato para que este se pueda utilizar de menaje o como decoración.
«Llevaré más de 2.000 platos y bandejas decoradas»
«Como puedes observar, hacer un plato no me lleva mucho tiempo. El problema está en que tengo que esperar a que se seque la cola, la pintura o el barniz. Por eso, cuando me pongo hago unos cuantos del tirón porque entre que empiezo y termino puedo pasarme dos días trabajando de continuo», asegura. En estos dos años que lleva dedicándose exclusivamente a ornamentar vajillas, por poner una cifra, la gallega lleva decorados «más de 2.000 platos y bandejas». De todos ellos, el producto estrella son los platos de pan. «Se venden muy bien», confiesa.
«Estoy muy contenta porque mis platos están teniendo mucha aceptación. Me siento muy realizada porque veo que a la gente le gusta mucho», asegura agradecida Nuria Caamaño, quien ya cuenta con una fiel clientela: «Aunque este trabajo por lo general es vender a alguien y ya, sí que es verdad que tengo muchas clientas que repiten. En cuanto tienen que hacer un regalo, enseguida vienen a mí. También me recomiendan, que eso es muy importante».
¿Dónde se pueden comprar estos platos decorados con tela?
Caamaño recibe encargos a través de sus redes sociales. También vende sus platos en los mercadillos de Asturias a los que acude. «En Navidad suelo tener un puesto en el Hotel de la Reconquista. En primavera acudo a algún que otro mercado y por el verano trato de conquistar clientes de fuera de Asturias. Este año recorrí el norte y hace unas semanas estuve en Madrid, donde la verdad que fue todo muy bien».
Por el momento, la gallega, quien ya se siente asturiana, no se plantea abrir una tienda física. «Entre los gastos y que te fríen a impuestos es imposible. Las cuentas no salen», lamenta. No obstante, tiene bien claro que seguirá dedicándose profesionalmente a decorar platos. «No sé cómo no lo descubrí antes porque me apasiona hacerlo», manifiesta antes de señalar que su objetivo es aumentar el número de ventas, tanto en la región como fuera de la misma.