«Almejeiter», la ovetense que triunfa en redes con sus viñetas: «Hacen que me sienta menos sola»
LA VOZ DE OVIEDO
La joven de 27 años empezó a realizar ilustraciones por casualidad, sin saber que acabarían llamando la atención de más de 39.000 internautas. Con cada uno de estos dibujos analiza y critica la realidad desde un punto de vista «millennial». Actualmente está inmersa en la pintura, su otra pasión
04 dic 2023 . Actualizado a las 09:36 h.Seguro que alguna vez has visto o incluso compartido en tus redes sociales alguna viñeta en las que pequeños cuerpos sin rostro debaten sobre los males de la sociedad moderna. También tienen disputas en lo que a sentimientos se refiere. Hablan además sobre el desamor, la falta de autoestima o cómo se sienten las personas que padecen una enfermedad mental. Cada uno de estos dibujos, como si de un seudónimo se tratase, llevan la firma de Almejeiter. Aunque parece una identidad oculta, detrás de estas ilustraciones que en alguna que otra ocasión se han hecho virales se encuentra la ovetense Paula Blanco. Empezó a hacer historietas por casualidad, sin saber que acabarían llamando la atención de más de 39.000 internautas.
A Paula siempre le gustó pintar. Mientras que el resto de sus amigos se lo pasaban en grande jugando al pilla-pilla, al escondite, dando patadas a un balón o cuidando muñecas, ella era feliz con tan solo un cuaderno y un estuche lleno de plastidecores. Disfrutaba mucho haciendo dibujos y coloreándolos hasta el punto de que cuando alguien le preguntaba qué quería ser de mayor, ella respondía tajantemente que pintora. Nunca cambió de parecer. Tras finalizar el bachillerato, la ovetense seguía teniendo claro que debía formarse en Bellas Artes para cumplir ese sueño que tenía desde niña. Sin dudarlo ni un instante, hizo las maletas y se fue a vivir a Salamanca para cursar los estudios universitarios pertinentes.
En tercero de carrera, Paula se apuntó al programa de intercambio internacional y puso rumbo a Bolonia. Durante su estancia en la ciudad italiana, la ovetense, aparte de conocer otra cultura, entabló relación con personas procedentes de otros países con quienes pasó «grandes y graciosos» momentos. Como de aquella no tenía tiempo para pintar, empezó a utilizar su iPad para realizar, «sin ningún tipo de pretensión», cómicas viñetas basadas en sus vivencias en el Erasmus+. Unas ilustraciones que enviaba a tutiplén a sus amigos hasta que un día, «para no darles más la chapa», decidió publicarlas en Instagram.
«Con las viñetas deshago nudos que tengo en mi cabeza»
Bajo el seudónimo de Almejeiter -almeja hater- comenzó a dibujar muñecos «sin género ni características de ningún tipo» para analizar y criticar la realidad y su entorno, haciendo que a día de hoy más de 39.000 usuarios (incluida la artista visual Adela por dios) se sientan identificados con unas ilustraciones que son fruto de sus reflexiones personales. «Cuando tengo cualquier pensamiento trato siempre de explicármelo a mí misma. Pongo ejemplos a cosas para entenderlas mejor y cuando lo consigo pues hago viñetas para que la gente también entienda lo que ocurre a su alrededor y dentro de ellos», asegura Paula Blanco, antes de confesar que de esta manera «deshago nudos que tengo dentro de mi cabeza».
Paula Blanco no se dirige a «ningún público» con sus viñetas, sino que las hace para ella misma. «Me ayudan a aclarar lo que pienso, a conocerme y a entenderme un poco. Luego, cuando las publico, sí que me gusta ver que la gente se siente identificada, que se genera un diálogo a partir de ellas, y eso a mí me encanta porque hace que me sienta menos sola en ciertas cosas que pienso», cuenta la ovetense, que asegura ser una persona muy reflexiva e indecisa a partes iguales.
«Soy la típica persona que lo ve todo gris y por eso siempre me cuesta mucho deliberar. Tengo que conocer todas las partes antes de tomar una decisión justa respecto a algo que está pasando». Por este motivo, en numerosas ilustraciones se contradice, dado que «de una situación similar puedo sacar una conclusión totalmente diferente». De ahí, en parte, radica la esencia de Almejeiter, que incluso ha llamado la atención de la editorial Plan B.
Desde la propia editorial se pusieron en contacto con Paula Blanco para proponerle que escribiese un libro donde sus viñetas debían de ser las protagonistas. Una petición que a la ovetense le hizo «muchísima ilusión». Tras aceptar la propuesta, se puso manos a la obra. Esbozar la idea no le resultó nada fácil. «Yo, al fin y al cabo, hacía viñetas espontáneas, sueltas, de temas concretos, de lo que se me pasaba por la cabeza en ese momento, entonces no sabía si hacer una historia o qué». Después de darle muchas vueltas a su cabeza, la joven decidió hacer un Instagram en papel, ya que de esta manera sus reflexiones «pueden ayudar a alguien cuando las lea».
Poco a poco, Blanco fue diseñando viñetas hasta que, al fin, Qué vergüenza haber nacido vio la luz. Un libro interactivo que «refleja la vida misma y, sobre todo, la vida de una millennial: autocompasiva, aleatoria y con un toque de prepotencia». ¿Y el título? ¿A qué se debe? «Estaba un día tomando algo con mi amiga Marina, habíamos salido la noche anterior y yo tenía una resaca emocional horrible. Me encontraba fatal y le dije: "madre, qué vergüenza haber nacido"», relata antes de señalar que inmediatamente algo hizo clic en su cabeza. Fue decir esa frase y acto seguido Paula Blanco soltó por su boca: «Meca, para el título del libro. Me encanta».
Después de casi diez años dedicándose en cuerpo y el alma en realizar ilustraciones, «hubo incluso un momento que me volví loca subiendo a Instagram una viñeta al día», Paula Blanco ha decidido dejar a un lado este lenguaje plástico para enfocarse en lo que realmente es su pasión: la pintura. A la joven ovetense, además, apenas le interesan ya las redes sociales, ni siquiera quiere seguir tan presente en ellas, por lo que su actividad en @almejeiteir se mantiene en standby.
«Me parece muy paradójico que haya hecho muchas viñetas sobre salud mental, pero el sitio donde las público es como un agujero negro. Sí que es cierto que las redes tienen muchas cosas buenas, te dan mucha información que antes no teníamos, pero están hechas de tal manera que me generan una ansiedad bestial. La herramienta está preparada de tal manera que te engancha, es como una tragaperras en la mano todo el día», reconoce la pintora.
Pero para no perder el contacto con sus seguidores, la ovetense puso en marcha un estudio de pintura online para que todo aquel que lo desee pueda experimentar en primera persona lo que significa pintar y los beneficios que este arte reporta. «Tú puedes ver y consumir, pero cuando tú también empiezas a hacer cosas sin ninguna pretensión lo abordas desde un punto de vista aún mejor, además alivia mucho», asegura Paula Blanco, quien imparte clases a través de tutorías semanales individuales por videollamada.
No sabe si volverá a sumergirse otra vez de lleno en las viñetas. Lo que sí tiene claro es que, si surge la oportunidad, lo hará, pero, mientras tanto, su objetivo en la vida es pintar y dedicarse a la pintura. Y en ello está. Por el momento, muestra sus trabajos en la galería ovetense Arancha Osoro y en marzo participará en la feria de arte contemporáneo Art Madrid. «Soy pintora hasta la médula, pero sí que es verdad que las viñetas han sido algo importantísimo para mí y lo serán siempre. Me han ayudado a ser la persona que soy hoy. Me dieron mi espacio de autorreflexión, ayudándome a madurar muchísimo y a marcar mi personalidad», remata.