Las imágenes de la «influencer» ovetense vestida de novia recorren las principales cuentas de Instagram de inspiración nupcial. «De pequeña me ponía el vestido de mi madre y jugaba a que me casaba», confiesa sobre el origen de Carla te casa, donde acumula miles de seguidores
12 jul 2023 . Actualizado a las 09:35 h.Ahora que todo el mundo habla —para bien o para mal— de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, cabe desgranar los detalles de otro enlace, «cien por cien asturiano», de revista, que lleva semanas recorriendo las principales cuentas de Instagram de inspiración nupcial. Los protagonistas son Carla Rodríguez y Pablo Fernández, quienes contrajeron matrimonio el pasado mes de mayo en la basílica de San Juan el Real de Oviedo. La «naturalidad» de la ceremonia, la «sencillez» y «elegancia» de los dos looks o el «idílico» paisaje del que disfrutaron los invitados desde el Palacio de La Riega, donde se celebró el banquete, han sido los protagonistas de una unión que no ha tardado en viralizarse.
Natural de Oviedo, la novia es conocida en el sector por estar detrás de la cuenta de Instagram Carla te casa, donde ofrece consejos e ideas a sus casi 30.000 seguidores. «Siempre me encantaron las bodas, de toda la vida», reconoce ella, que soñaba con casarse incluso antes de tener pareja. «Ya de pequeña me ponía el vestido de mi madre y jugaba a que me casaba», confiesa. Esa afición creció exponencialmente cuando inició su relación con Pablo. «Empecé a guardar fotos de vestidos de novia que a mí me inspiraban y tenía tantísimo material que dije: "todo esto lo tengo que mostrar y compartir con alguien más"», recuerda. Con la cuarentena de por medio y la revolución que supuso la pandemia del coronavirus para el sector nupcial, Carla dio el paso y abrió su perfil en dicha red social.
Empezó «muy poco a poco», publicando fotografías de novias y otros detalles. «Tardé un año en llegar a los 1.000 seguidores, pero tuve una novia que llegó a dos millones de personas y fue un antes y un después para la cuenta», asegura la ovetense, que no se dedica profesionalmente a este mundo, al menos por el momento. Su comunidad fue creciendo y acumulando «me gustas»; hasta la propia Tamara Falcó ha marcado el corazón en una de sus publicaciones. Y en ese escenario llegó el momento con el que Carla llevaba años soñando: su boda.
Carla te casa fue entonces su propia inspiración para montar la boda, para la que no contó con la figura de ninguna wedding planner en la organización. «Lo más comentado entre mis seguidoras era si no había tenido ayuda; no se lo creían», celebra. Quería que fuese en Asturias —ella ahora vive en Madrid, donde trabaja en el sector bancario— y con proveedores asturianos. «Queríamos una boda muy asturiana y que los invitados disfrutasen de la naturaleza, ya que muchos venían de fuera», cuenta. Así empezó a cuadrarlo todo: desde la banda de gaitas hasta la decoración de las mesas y su vestido, diseñado por Diego Estrada y que se transformó para la fiesta con un «rompedor» mantón de finos flecos.
Ese ha sido uno de los detalles más aplaudidos entre el resto de cuentas de Instagram del sector nupcial que han compartido la boda de Carla hasta hacerla viral. Una repercusión que ella no se esperaba «para nada», confiesa. En su muro, la publicación de la entrada a la iglesia del brazo de su padre es el momento más visto, con más de 100.000 visualizaciones. Pese a que la celebración ya fue hace semanas, sigue circulando por las redes sociales.
Para la responsable de Carla te casa, lo que «enganchó» a sus seguidoras fue «la naturalidad», un estilo que recorre toda su cuenta. «Quiero que sea gente del día a día, normal y no conocida, para que sean bodas reales y sin postureo». Tiene otro trabajo y utiliza el Instagram como un hobby con el que nunca ganó «ni un euro». Eso sí, dada la gran repercusión de su boda, han sido varios los proveedores que han contactado con ella para ofrecer dinero a cambio de una publicación. «No me atreví a dar ningún precio», asegura.
Por el momento, sigue utilizando Carla te casa como una afición al margen de su dedicación profesional, aunque con el bum que ha supuesto su boda y el potencial de la cuenta, sí se plantea empezar a enfocarla desde otra perspectiva. Son muchas las seguidoras que preguntan si ella misma es wedding planner o si se dedica al sector, por eso baraja la posibilidad de montar «una asesoría para novios de fuera que quieran casarse en Asturias». El objetivo es empezar «poco a poco» y centrarse en su región, la que mejor conoce; más aún después de organizar su propia boda y triunfar con ella.