Bailar en Oviedo gratis y en la calle: así es la terapia contra la soledad de Amador Valdés

LA VOZ DE OVIEDO
Las sesiones gratuitas y al aire libre reportan múltiples beneficios para quienes acuden
19 jun 2023 . Actualizado a las 09:40 h.Escuchar música es uno de los mayores placeres de la vida. Si a esto le sumas mover el esqueleto al son de cualquier canción, mientras respiras al aire libre, la experiencia no puede ser más satisfactoria, tanto mental como físicamente. Y si no, que se lo digan a las decenas de personas que acuden cada miércoles y viernes a las clases de bailoterapia que imparte Amador Valdés en Oviedo. A ritmo de salsa, merengue, cha cha chá, reguetón e incluso rock and roll, el ovetense, quien también es profesor de baile en distintas asociaciones y centros sociales de la ciudad, anima las tardes en la capital asturiana.

Bajo el nombre de Música y baile con Amador, el ovetense dirige cada movimiento y aviva con cierto toque de humor el ambiente para que aquellas personas que acuden a sus talleres de bailoterapia le sigan con el mismo ritmo y cadencia durante toda la clase. Unas sesiones que reportan múltiples beneficios para quienes la practican, sobre todo a la gente mayor.
Aparte de disfrutar, «con esta actividad no solo hacen ejercicio físico, que evidentemente es muy importante, sino que como bailamos todo tipo música pues les obligas a ejercitar la memoria, que al final el trabajo cognitivo también es muy importante». De la misma manera, permite a los usuarios socializar, puesto que «muchas de las personas que vienen están solas en casa y aquí se relacionan con otras».
Además, las clases están adaptadas a todo tipo de situaciones. «Hay gente que tiene vértigo o está haciendo un ciclo de quimioterapia, entonces yo les digo que si se cansan hagan una canción y paren. Si, por ejemplo, no pueden dar vueltas pues hacen un paso lateral. Vamos sustituyendo un movimiento por otro para que todo el mundo pueda hacerlo», asegura Amador Valdés, quien anima a todo el mundo a sumarse a las sesiones de bailoterapia.

¿Cómo son las clases?
Cada clase de bailoterapia dura una hora y media. Tienen lugar en diversas plazas y parques públicos del municipio de Oviedo, así como en algunos pueblos como Trubia o Tudela Veguín. «Como nuestro objetivo es llegar a todo el mundo y que se lo pasen bien, cada día se realiza la actividad en un punto diferente de la ciudad», asegura el monitor, antes de detallar que se realizan los miércoles de 18.00 a 19.30 horas; y los viernes de 19.30 a 21.00 horas.
Estas sesiones de bailoterapia forman parte desde hace tres años de las actividades al aire libre que desarrolla el Ayuntamiento de Oviedo. «Cuando salimos de la pandemia, desde el consistorio me propusieron hacer alguna actividad en la calle, ya que los centros sociales estaban cerrados y en cualquier otro espacio interior no se podía hacer nada porque había muchas restricciones», cuenta.
Ante esta petición, Amador Valdés presentó el proyecto de bailoterapia que surgió «hace muchos años» a raíz de un grupo de alumnas suyas. «Me dijeron que querían bailar, pero como no tenían pareja porque eran todo mujeres y no había ni un solo hombre, diseñé un sistema de baile que fuese individual. Con el tiempo fue evolucionando y a día de hoy bailamos todo tipo de estilos musicales, hasta tango», resalta.

Al principio, debido a las restricciones impuestas por la crisis sanitaria, a las sesiones de bailoterapia solían acudir una veintena de personas. Sin embargo, a medida que se iban flexibilizando las medidas, el número de participantes fue aumentado significativamente. A día de hoy, «depende del sitio donde estemos, hay veces que nos reunimos cerca de 80 personas», aplaude Amador Valdés, quien resalta: «ya somos como una familia». Razón no le falta, puesto que allá donde va le acompaña su séquito de bailarinas. Sin ir más lejos, cuando hace dos semanas estuvieron en Tudela Veguín, «había unas 10 o 12 personas de allí y aparte otras 20 de Oviedo».
Además cuentan con un grupo de WhatsApp, «donde están el 90 % de las personas que asisten», en el que Amador Valdés informa cada semana dónde van a tener lugar las clases. «Les mando la ubicación exacta y además siempre intento buscar sitios donde haya cafeterías cerca porque muchas alumnas antes o después de la actividad quedan para tomar el café», detalla. De la misma manera, el monitor les avisa si por alguna circunstancia la bailoterapia tiene lugar en otro punto. En el caso de que llueva, «en vez de suspender la actividad se realiza en el centro social de La Florida», asegura.
Tal es la buena acogida que han tenido estas clases desde un primer momento que el Ayuntamiento de Oviedo ha decidido ampliar el proyecto y ya no se realizan solo durante el verano, sino también por el invierno, tal y como afirma Amador Valdés. Además, el propósito del ovetense es exportar el proyecto a «toda Asturias», dado que «hay muchas zonas donde se puede hacer perfectamente la actividad».