Así es el Palacio de la Torre de Celles, la joya patrimonial del siglo XVII de Siero

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Vista de la entrada del Palacio de la Torre de Celles, en Siero
Vista de la entrada del Palacio de la Torre de Celles, en Siero Hispania Nostra

El edificio barroco es considerado uno de los más importantes de la arquitectura palaciega de Asturias

03 jun 2023 . Actualizado a las 10:10 h.

En Asturias, durante los siglos XVII y XVIII, las casas nobiliarias tuvieron una gran relevancia en la sociedad. «Eran la encarnación de la herencia y de la previsión del linaje. Por tanto, cuando se construye un edificio de esta naturaleza, es mucho más que una casa; es también un símbolo de la influencia y del poder de la misma», asegura el catedrático en Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, Vidal de la Madrid, quien resalta que estas actuaciones llevaban a la nobleza a endeudarse «muchísimo», puesto que paralelamente había un proceso de competencia, sobre todo en la zona urbana. No obstante, de todas las construcciones que se levantaron durante la Edad Moderna con este fin, «uno de los edificios barrocos más importantes de la arquitectura palaciega rural en Asturias es el Palacio de la Torre de Celles». Esta joya patrimonial del concejo de Siero actualmente se encuentra en una situación «lamentable», pero en poco tiempo recuperará todo su esplendor.

El Palacio de la Torre de Celles fue ordenado construir por Pedro Argüelles Quirós, deán de la catedral de Santiago de Compostela, quien, en torno a 1668-1673, encargó la obra al arquitecto cántabro Diego González de Gajano. Sin embargo, la apariencia del edificio apunta a que el diseño del mismo es fruto del gallego Domingo de Andrade. «Sabemos que Gajano no tenía la calidad ni la formación para hacer una construcción de esa naturaleza. Sí que pudo haber realizado la misma, pero es posible que estuviese trabajando con una planta de un arquitecto más importante. Dado que Argüelles era deán en Santiago y en aquellos años la ciudad era uno de los grandes centros de producción y de creación de modelos artísticos del barroco en los que estaba trabajando Andrade, al que además se la encargaron realizar las plazas del retablo de la capilla mayor de San Juan de Celles, es posible que fuese el tracista de esta construcción», apunta Vidal de la Madrid.

El Palacio de la Torre de Celles es uno de los edificios barrocos más importantes de la arquitectura palaciega de Asturias
El Palacio de la Torre de Celles es uno de los edificios barrocos más importantes de la arquitectura palaciega de Asturias Turismo Asturias

Bajo esta premisa, el catedrático en Historia del Arte de la Universidad de Oviedo cuenta que Domingo de Andrade fue uno de los grandes arquitectos del barroco compostelano. «Hizo el Tabernáculo de la Catedral de Santiago, la torre del reloj y el pórtico real de la Quintana. Fue autor de los elementos más característicos de la basílica. Además, lo hizo con una sensibilidad y una orientación muy moderna, ya que incorpora por ejemplo los arcos de frutas», detalla. Por tanto, si se comparan sus obras con el Palacio de la Torre de Celles, este también va en la misma línea. «Tiene una buena disposición de los elementos; un buen sentido de las proporciones; una decoración de calidad y también moderna; unas guarniciones, tanto de ventanas como de balcones o puertas», resalta.

¿Cómo se estructura este singular edificio?

El Palacio de la Torre de Celles presenta la tipología característica de los palacios barrocos asturianos. Con una estructura cúbica, está articulado en torno a un patio central con pórtico sobre columnas de apariencia cuadrangular. «Este sirve como ordenador del resto de espacios que componen el edificio y que se conciben al servicio de las necesidades de ese momento», señala Vidal de la Madrid, antes de detallar que el edificio está distribuido en dos plantas. Además, el cuerpo central se sitúa entre dos torres, ligeramente adelantadas, que quedaron inconclusas y avanzan sobre la misma línea del muro. Una disposición que, al fin y al cabo, es muy convencional, tal y como confiesa el experto.

Que el Palacio de Celles tenga esta estructura, con dos torres y un cuerpo central entremedias, puede ser influencia del Palacio de Valdés de Gijón. «Conociendo cómo funciona la arquitectura asturiana y sabiendo la importancia que tiene una construcción tan significativa como esta que hoy en día es Colegio del Santo Ángel de la Guarda, es posible», asevera Vidal de la Madrid. En este punto, el catedrático de la Universidad de Oviedo asegura que «tradicionalmente creíamos que el palacio gijonés era una construcción del siglo XVII, pero documentos que se han exhumado hace pocos años dicen que es de mediados del siglo XVI y, además, lo referencian como modelo de otro tipo de construcciones». Es por ello que cabe dicha posibilidad.

El Palacio de la Torre de Celles antes de su limpieza en el año 2017
El Palacio de la Torre de Celles antes de su limpieza en el año 2017

Respecto a la fachada, en ella se aprecia una línea de imposta que marca la separación entre los dos pisos del Palacio de Celles. La planta superior, pese a ser «bastante sobria», cuenta con una serie de balcones, que apoyan sus voladizos sobre dicha imposta y están enmarcados con una molduras decoradas con «distintos niveles de talle». De la misma manera, «hay un friso que remata ese nivel de la fachada que tiene una serie de decoraciones también muy bien realizadas con puntas de diamantes y espejos semiesféricos».

En la planta baja de este cuerpo central se abre la portada, «que es donde se concentra todo el interés». En ella se sitúa la puerta principal enmarcada en un par de columnas toscanas, dispuestas sobre pedestales y adornadas con flores de lis, tal y como detalla Vidal de la Madrid. Además, sobre ellas descansa un entablamento, con un friso clásico, que sirve de apoyo al voladizo del balcón central del piso noble. Este está flanqueado por dos pilastras «con decoración muy significativa», que a su vez rompen la línea de la cornisa y sustentan un friso de roleos de decoración barroca.

Debajo del frontón es donde se ubica el escudo con las armas de los Argüelles-Celles y los Navia, entre dos leones rampantes. «Es el testimonio fundamental de la obra, porque es lo que delata la posesión y la presencia del linaje», resalta el catedrático de Historia del Arte. Lo cierto es que, tal y como recuerda Hispania Nostra, tras la muerte del deán, el palacio pasó a manos de los Navia y, posteriormente, a los Marqueses de Santa Cruz de Marcenado, sus actuales propietarios.

En la lista roja de patrimonio

A pesar de la singularidad del edificio y que, al igual que cualquier otra arquitectura histórica, debe contar con intervenciones para asegurar su conservación y a su vez dotar de nuevos usos, el Palacio de la Torre de Celles actualmente se encuentra en un «lamentable» estado de conservación. «Los tejados y suelos están casi totalmente derrumbados, así como buena parte del patio. Además, el edificio se encuentra precintado por el riesgo de derrumbe», señala la asociación encargada de velar por el patrimonio, Hispania Nostra, quien en el año 2007 ha incluido el edificio en su lista roja por «los riesgos estructurales y el peligro de hundimiento». Cabe recordar que en este listado se ha incorporado recientemente la Fábrica de Armas de La Vega, de Oviedo.

Esta situación, sumada al interés por recuperar el edificio, ha dado lugar en los últimos años a conflictos administrativos. Sin embargo, después de tanto tiempo, el Palacio de la Torre de Celles recuperará su esplendor. El empresario asturiano Víctor Madera rehabilitará la construcción para crear «un espacio multidisciplinar al servicio de la sociedad sierense y asturiana». Esta actuación, que durará tres años, permitirá albergar exposiciones, conciertos, y eventos de todo tipo, tal y como ha avanzado la arquitecta encargada de su recuperación, Laura Pevida. «Si se restaura es una gran noticia porque es uno de los grandes palacios de la arquitectura barroca rural asturiana. Hay pocos que puedan compararse en calidad e interés», destaca Vidal de la Madrid.