Cuando en Oviedo solo había dos sidrerías

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Varios hombres en una taberna de la calle Jovellanos, en Oviedo, a finales de marzo de 1925. Imagen tomada por la fotógrada Ruth Matilda Anderson
Varios hombres en una taberna de la calle Jovellanos, en Oviedo, a finales de marzo de 1925. Imagen tomada por la fotógrada Ruth Matilda Anderson @bertoviedo1

La capital asturiana a día de hoy cuenta con más de medio centenar de establecimientos en los que la sidra es la seña de identidad

14 may 2023 . Actualizado a las 09:38 h.

Asturias es cuna mundial de la sidra. La región, a parte de ser el principal productor de este líquido patrio, cuenta con un incalculable número de sidrerías en todo su territorio. Cada vez son más los establecimientos, que con una apariencia más tradicional o con los diseños más modernos, en los que se puede degustar y comprar esta bebida alcohólica de baja graduación fabricada con el jugo fermentado de la manzana durante todo el año. Sin embargo, antiguamente este tipo de locales se contaban con los dedos de las manos.

En la capital asturiana a principios del siglo XX tan solo había dos sidrerías, tal y como se señala en un artículo publicado por el diario Región en el año 1924 y recogido por el usuario de Twitter @Bertoviedo1. En aquella época, de acuerdo con la Real orden del 27 de diciembre de 1923, estos establecimientos hosteleros se equiparaban a los bares, «debiéndose regir por las mismas reglas que estos» en cuanto a lo referente a la ley de Jornada Mercantil. Pero, en ocasiones surgían dudas respecto a qué tipo de negocio se trataba, a pesar de que en la regla octava de dicha orden se detallaba la actividad de cada uno de ellos. 

Un camarero escancia un culete de sidra
Un camarero escancia un culete de sidra PACO RODRÍGUEZ

Por aquel entonces, durante las horas que las tabernas permanecían cerradas, las sidrerías no podían vender al copeo «vino ni bebidas alcohólicas de graduación equivalente o mayor a éste y que sean de las comúnmente expedidas por dichas tabernas». Por eso, cuando la Junta local de la Delegación del Consejo de Trabajo decretó en 1924 el cierre generalizado a toda la provincia, de las tabernas los domingos, se generó una gran polémica. El Gobernador Civil se vio obligado a explicar la diferencia que había entre taberna, bar y sidrería ya que estos dos últimos estaban exceptuados del descanso.

El señor Caballero detallo que «sidrería es la que vende solamente sidra y esta de la misma pipa al vaso. En cuanto al bar, debe ser considero como tal aquel que sirva de pie a las personas y no debe tener más camareros ni personas que sirvan la bebida que aquel que se encuentre detrás del mostrador. El parroquiano, al llegar, tomará un refresco o cualquier clase de vino, sin bocadillo o con él, y se marchará sin haber ocupado asiento alguno», antes de señalar que «tampoco serán exceptuados los establecimientos con merenderos, que servirán para burlar la ley, siendo al fin tabernas».

Por tanto, teniendo en cuenta tal definición y según la información que el Gobernador Civil recibió por parte del Inspector provincial del Trabajo, en Oviedo en aquella época solo había dos establecimientos en los que exclusivamente se comercializaba y consumía sidra. Uno de estos «chigres» -término asturiano empleado popularmente para referirse a las sidrerías- estaba ubicado la calle Oscura y el otro en la zona de San Lázaro. A día de hoy no hay ninguna sidrería en dichas ubicaciones. 

Una sidrería en Oviedo
Una sidrería en Oviedo Alberto Morante | EFE

Actualmente en la capital asturiana hay más de medio centenar de sidrerías, repartidas tanto por el centro como por los alrededores de la ciudad, en las que se vende, se prepara y se degusta los diferentes tipos de sidra que se elaboran en Asturias, incluidas las certificadas por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Cada una tiene su toque que la hace única, pero todas ellas se escancia. Un ritual que tiene su propio lenguaje y que de no hacerse correctamente la reclamada bebida pierde parte de su sabor.

Aunque se puede gozar de un culete en cualquier rincón de Oviedo, la mayor cantidad de sidrerías por metro cuadrado se concentra en la calle Gascona. También conocido como el Bulevar de la Sidra, se trata del lugar perfecto para compartir una botella de sidra, catar los tradicionales platos de la gastronomía asturiana mientras que al mismo tiempo se disfruta de la mejor compañía. Los locales que conforman esta calle peatonal son: La Pumarada, La Noceda, Tierra Astur Parrilla, Tierra Astur Gascona, Tierra Astur El Vasco, El Pigüeña, La Viliella, El Ferroviario, La Finca, La Manzana, Las Güelas, La Cabana y El Mayar.