Gaspar Llamazares: «Hemos llegado a tal polarización política que hay que explicar lo que debería ser frecuente, el acuerdo»
OVIEDO
El grupo municipal de Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo da el «sí» a los presupuesto del Partido Popular: «Estamos dispuestos a apurar los márgenes del diálogo y no tendremos inconveniente en hacerlo más allá del Ayuntamiento»
12 ene 2025 . Actualizado a las 10:14 h.Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo ha llegado hace unas semanas a un acuerdo prácticamente inédito en los tiempos políticos que corren. La coalición, abanderada a nivel local por Gaspar Llamazares Trigo (Logroño, 1957), ha dado su voto favorable a los presupuesto del Partido Popular. Un pacto entre espectros políticos antagónicos que no deja de sorprender dadas las habituales imágenes de dinámicas parlamentarias de trincheras entre la izquierda y la derecha tanto a nivel nacional, autonómico o local en la mayor parte de España.
—¿Por qué votaron a favor de los presupuestos?
—Los presupuestos son los del equipo de gobierno, de eso no cabe ninguna duda. Nosotros, ya en su momento cuando se presentaron, valoramos algunos aspectos que se habían modificado incorporando propuestas nuestras como es el plan de mantenimiento de la zona rural o la duplicación del plan de inversiones en los barrios. Aun así, digamos que le faltaba algún elemento adicional que hemos logrado prácticamente en la última votación del presupuesto: la apuesta por la vivienda pública o la creación de una oficina de vivienda en el propio Ayuntamiento de Oviedo. En el presupuesto hay otro dos aspectos que son eminentemente sociales. Por un lado, el trabajo social, que se ha convertido a una competencia que dedica una buena parte de la inversión municipal. Y otro elemento a tener en cuenta es el compromiso de la creación de una comisión de evaluación de la calidad de los servicios básicos municipales, lo que tiene que ver con la limpieza, jardinería, saneamiento o agua. Digamos que no es nuestra política municipal de máximos, pero son acercamientos que se han producido con el equipo de gobierno.
—Oviedo tendría presupuestos independientemente de su voto a favor. ¿Creen entonces firmemente que son unas buenas cuentas?
—Tiene que ser un compromiso firme por ambas partes. Es decir, nosotros creemos que para que el equipo de gobierno cumpla su compromiso con el planteamiento, con las prioridades de Izquierda Unida, es necesario que el equipo de gobierno vote la enmienda adicional de Izquierda Unida, que ya la ha votado, y que nosotros votemos el proyecto que ellos han presentado. Es un compromiso de fondo para que en 2025 haya nuevas políticas y nuevas prioridades en el Ayuntamiento de Oviedo. ¿Y por qué lo hacemos con un equipo de mayoría? Porque demuestra que no es un apoyo necesario, pero que sí demuestra que tenemos la intención de ser una oposición comprometida y no solo crítica. Hay temas que creemos que son temas de ciudad y podríamos decir que van más allá de un mandato. Temas que creemos que deben ser objeto de acuerdo más allá del equipo de gobierno.
—¿Qué pasaría si esos compromiso principales de los que habla, y por los que han dado su «sí» a las cuentas, no llegan a cumplirse?
—Es anticipar algo al cabo de unas semanas de haber votado el presupuesto. Nosotros hemos creado una comisión de seguimiento de los acuerdos y ya tuvimos una reunión en relación al cumplimiento de los acuerdos. Por otro lado también vamos a hacer un seguimiento de las inversiones tanto en los barrios como las inversiones en la zona rural. Eso significa una implicación fuerte del grupo de Izquierda Unida para para que se cumplan los compromisos. Yo creo que estamos muy interesados en que esos compromisos se cumplan y el de vivienda es el que es más evidente y ya ha dado los primeros pasos. El Ayuntamiento ha cedido al Principado el terreno público para la construcción de más de 300 viviendas y eso se va a concretar, desde el punto de vista de la tramitación, a lo largo de este mes. Las cosas en nuestra opinión van rodando como estaban previstas y no tenemos ninguna razón para establecer una desconfianza inicial.
—¿Cree que el equipo de gobierno tendrá más presión a la hora cumplir estos compromisos después de que hayan dado su voto a favor?
—Sí, pero a raíz de nuestro sí y del sí del equipo de gobierno. Se supone que el equipo de gobierno tiene como principal presión su voto favorable igual que nosotros tenemos también el voto favorable al presupuesto. Es un compromiso por Oviedo que nosotros creíamos que era el momento de hacer más allá de los temas urbanísticos que en nuestra opinión van a ser finalmente consensuados como ha sido La Vega. También hay proyectos que dependen de más de una administración y por tanto que requieren compromisos transversales entre fuerzas políticas que estamos en distintas administraciones. Es decir, la política de vivienda no es la política de un Ayuntamiento o la política de una Comunidad. Es una política en la que hay compromiso del Gobierno central, compromiso del Gobierno autonómico y también del Gobierno local porque es un reto de tal trascendencia que no se queda únicamente en una administración concreta.
—¿Este «sí» entre posiciones antagónicas como son las del PP e Izquierda Unida podría sentar algún precedente a mayores?
—Nosotros estamos convencidos de que no solamente este acuerdo se produce por los intereses de los ovetenses. El acuerdo para Izquierda Unida se corresponde con la necesidad de mejorar la calidad de vida de los ovetenses en un momento de crecimiento económico. Nosotros creíamos que era necesario en este momento introducir la prioridad en el Ayuntamiento de Oviedo de las políticas sociales y es lo que hemos intentado en el acuerdo. Es verdad que tiene una lógica que va más allá del Ayuntamiento de Oviedo. Y la lógica es que en un momento de crispación, de polarización política, recuperar cierto nivel de diálogo y de compromiso plural, transversal, en el ámbito local, nos parece muy importante. Reconocernos entre fuerzas políticas distintas, incluso reconocernos entre fuerzas políticas muy distantes, pues parece que puede ser no solamente una contribución a mejorar la vida de los ovetenses, sino también una contribución a mejorar la vida política. Nosotros creemos que la política es llegar a acuerdos entre diferentes y queremos hacerla práctica desde el ámbito más cercano a los ciudadanos.
—Darían entonces de nuevo su voto a favor a otros presupuestos independientemente de las siglas del partido que los proponga y atendiendo únicamente a las políticas que contengan, ¿no?
—Sí, nosotros no tenemos inconveniente en hablar. Nosotros ideológicamente estamos en una posición antagónica con respecto al equipo de gobierno, somos otra cosa. El equipo de gobierno es un equipo conservador, nosotros somos un equipo de izquierdas. En ese sentido tenemos posiciones, postulados diferentes, pero eso no quita que haya márgenes para el diálogo y para el acuerdo. Y nosotros en ese sentido estamos dispuestos a apurar y a explorar esos márgenes para el acuerdo en todo aquello que pueda beneficiar a los ciudadanos. Y tampoco tendríamos inconveniente en hacerlo más allá del Ayuntamiento de Oviedo, como en estos momentos ocurre, por ejemplo, en el Principado, donde hay un acuerdo amplio con el PSOE.
—¿Es triste el punto al que ha llegado la política? El tener que dar explicaciones sobre el «sí» a unos presupuestos solo por estar la otra parte en las antípodas ideológicas.
—Yo creo que sí. Hemos llegado a una situación de tal polarización que hay que dar explicaciones de las coincidencias políticas y el acuerdo, lo que debería ser mucho más frecuente. Yo tengo experiencia parlamentaria y lo mayoritario en el parlamento eran las coincidencias y lo minoritario eran las discrepancias. Lo que pasa es que, digamos, se amplificaban las discrepancias porque formaban parte de la política electoral de los partidos, pero que las coincidencias no es nada extraño en política y de hecho forman parte fundamental de la política. En estos momentos, la apariencia pública, la imagen pública es una imagen de trincheras entre la derecha y la izquierda, entre los partidos políticos dentro incluso del mismo espectro y yo creo que eso es muy negativo y traslada a los ciudadanos una incompatibilidad que en realidad no existe y no debería existir. Yo creo que la política de trincheras es antagonista con la política. En Oviedo estamos intentando hacer esa pedagogía que va contra los tiempos.
—¿Cómo es su relación con el alcalde, Alfredo Canteli?
—Respetuosa. Es una relación respetuosa y de reconocimiento mutuo. Es un representante cualificado de la derecha que consigue la mayoría en el Ayuntamiento de Oviedo y, por tanto, tiene mi respeto, al igual que él respeta la representación y la trayectoria que yo tengo y que tiene el Grupo Municipal de Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo.
—¿Y con el portavoz socialista, Carlos Fernández Llaneza?
—De la misma manera. Es decir, con Llaneza es una relación respetuosa, de reconocimiento mutuo, pero, digamos, de reconocimiento mutuo no solamente de reconocimiento de legitimidad como fuerzas políticas, sino de reconocimiento que formamos parte del mismo espectro, llamémosle de las fuerzas políticas progresistas.