La capital ya ha perdido más de cuatro millones de euros y están en peligro varios proyectos
14 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los pasados años Oviedo optó a recibir ayudas europeas de muy diversa índole, desde iniciativas destinadas a la digitalización del comercio local hasta los planes para reducir las emisiones contaminantes de vehículos a motor. Pero a la hora de comprobar si los planes con los que se financian esas ayudas se están poniendo en marcha lo cierto es que la capital asturiana o está respondiendo con negativas y demoras, y de esta forma perdiendo las ayudas de la UE, o trata de justificarlas con propuestas que tienen poco que ver con lo que se había dicho inicialmente, ya sea construyendo una rotonda en forma de ameba con atascos permanentes a la entrada de la ciudad o con la polémica propuesta de abrir restaurantes en El Fontán.
La cuestión es que Oviedo ya ha perdido dinero. Y está cuantificado. Y se cuenta por millones. En la propia documentación facilitada por el gobierno municipal (cifras de abril de 2024) se constata que la ciudad ya ha perdido más de cuatro millones de euros. Con cargo a los FEDER la ciudad optó ya en 2016 a un monto superior a los 10 millones de euros para la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI). Sin embargo, el actual gobierno municipal sólo tramitó de forma afectiva la solicitud de proyectos por algo más de 5,8 millones. Todo esto sin que ni siquiera la UE hubiera evaluada ninguna de las iniciativas, no es que las descartaran, es que no se pidieron.
El monto más grande de esa pérdida corresponde a la reforma del centro social de Ventanielles que no se hizo y por el que se hubiera recibido una ayuda superior a dos millones de euros, y el resto en buena medida eran programas para la integración en el mercado laboral de personas en riesgo o situación de exclusión social. Programas que fueron sustituidos por el proyecto Integra2, destinado a mayores, pero que no tuvo gran aceptación.
De plena actualidad es el caso de la ayuda destinada a 'Apoyo a mercados, zonas urbanas y comerciales', con cargo a los fondos Next Generation, y que es el caso de El Fontán. El proyecto, para el que se ha solicitado ayudas por 2,3 millones euros (el coste total sube a 2,9) se define sus objetivos como «transformación digital, ecoeficiente y comercial del Mercado municipal de abastos del Fontán de Oviedo». Y se había hablado de que incluyera entre diez y una docena de puestos gastronómicos. Pero ahora desde la alcaldía se habla de poner en marcha en la segunda planta tres restaurantes, con sus cocinas, bodegas, almacenes, y demás; algo que tiene un difícil encaje con una transformación digital ecoeficiente. Todo esto sin tener en cuenta que el edificio es un patrimonio protegido.
Otras pequeñas subvenciones relacionadas con El Fontán y que están en riesgo de perderse por omisión tiene que ver con que se pidieron para cuestiones como la contratación de una plataforma digital de marketplace para las compras a productores locales.
Otro caso similar es la petición de una ayuda, que fue considerada por Europa dentro de los Next Generation, para que la ciudad contara con un Centro de operaciones de ciberseguridad y mejora del cumplimiento del ENS --ENS son las siglas de Esquema Nacional de Seguridad-- y todo ello atañe fundamentalmente a la defensa frente a ciberataques o robos de datos de los ciudadanos. Pero aunque se concedieron más de 700.000 de ayudas, con fecha de diciembre de 2022, el contrato no se adjudicó hasta un año después, hasta diciembre de 2023. La corporación tiene pendiente cobrar la mitad de la subvención.
Para la rehabilitación integral del edificio de Seguridad Ciudadana de Oviedo, que debería concluir a finales del próximo mes de septiembre, se concedió una subvención de casi dos millones de euros, pero la oposición teme que estén en riesgo porque no esperan que pueda cumplirse ese plazo.
Sin salirse de los Next Generation, otro episodio de ayudas europeas en peligro es el que tiene la denominación de 'Ayudas para el fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas' e incluía medidas como sensores con publicidad móvil, que pudiera aparecer en los dispositivos de los visitantes de la ciudad, con ofertas o descuentos; pero en la práctica los fondos (1,8 millones de euros) se usaron para obras de peatonalización en las calles Mendizabal, Ramón y Cajal y Pozos, esencialmente para que ese nuevo espacio fuera ocupado por terrazas de la hostelería.
Además otros contratos menores, hay otro gran elefante en la habitación y es la Zona de bajas emisiones, las áreas restringidas al tráfico de los vehículos más contaminantes, que ya fue muy polémica en Gijón (y recortada con el nuevo gobierno de Foro) y que en Oviedo está en pañales. Pero las ayudas europeas para su puesta en marcha ascienden a más de 7 millones de euros. Debe estar terminado el segundo trimestre del año próximo, a mediados de 2025, y ni siquiera que ha aprobado una ordenanza al respecto que delimite a qué calles afecta, a qué vehículos, qué tasas corresponden. Parcialmente relacionada es la infraestructura para la recarga de los autobuses electrónicos, la ayuda asciende a más de 3,6 millones de euros; aunque cuenta con una ventaja, el Ministerio le concedió una prórroga de un año más extraordinario para su despliegue y que cuenta con problema singular, los trabajos se han centrado en los cargadores pero los autobuses ya deberían ser eléctricos, y no lo son aún.