Lo que quiere la ciudad de Oviedo quedó bien claro tras la manifestación en defensa de La Vega, una movilización que ha sido un éxito digan lo que digan, sólo hacía falta estar allí, entre toda esa gente, para darse cuenta de que el mensaje había calado, de que la ciudad no quiere que le roben ni perviertan lo que es suyo. Esos cuatro gatos que van a ir, algo que ya se escuchaba en boca de algunos el viernes, se convirtieron en más de 2.000 dejando claro que el proyecto que se plantea para la antigua Fábrica de Armas no gusta. Manda huevos que sea Defensa quien quiere especular y hacer caja, de verdad.
Con un poco de retraso arrancó la marcha que partía de la fábrica para atravesar la ciudad y finalizar en el Ayuntamiento. Una marcha que generó orgullo de ciudad y vecinos, una marcha transversal donde los de un lado y otro se unían bajo un mismo fin, donde lo importante era que no nos arrebaten La Vega. Todo el espectro político quedó representado, unos de manera más notable y otros no tanto, pero ahí había gente de todos los lados, credos e ideologías. No se vio ni una sola bandera política durante todo el recorrido, dejando claro que el fin era más importante que todas las siglas. Da gusto ver que las cosas importantes, las luchas de verdad, son capaces de unirnos. Que esto no sea simplemente una excepción, que sea la semilla de algo más importante y verdadero: la ciudadanía peleando por el beneficio general.
Está claro que una gran parte de Vetusta despertó, ya no duerme esa siesta perpetua, quiere luchar y defender su patrimonio y su cultura, quiere que esos terrenos que ahora pretenden brindar al barbarismo lo sean para generar empleo, ocio, cultura y diversas funciones que Oviedo merece.
Hay una cosa que está clara, algo que solo los encefaloboinos (esa clase de persona que sólo tiene de cerebro lo que queda comprendido entre el calado de la boina y el comienzo de las cejas y que, por desgracia, abundan en el Oviejo) ponen en duda, es que la riqueza no genera cultura, sólo hace falta fijarse en muchos de la España del pelotazo y sus gustos y aficiones, pero la cultura sí que genera riqueza, y no sólo económica, que es muy importante pero no la que más.
Sólo es el principio, no ha estado mal, pero sigamos en la lucha y la defensa de la razón, el sentido común, la estética y el beneficio universal. No nos van a quitar La Vega.
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