Al alumnado del IES La Ería también se han sumado los del colegio del mismo nombre
07 abr 2022 . Actualizado a las 17:16 h.Los compañeros de instituto de Erika Yunga, la niña de 14 años asesinada el pasado martes en su edificio de Oviedo, han formado este jueves una gran cadena humana en torno al centro educativo para recordarla y rendirle homenaje.
La cadena ha servido para unir el IES La Ería, donde estudiaba Erika, con el cercano colegio público del mismo nombre, y al homenaje se han sumado desde los alumnos más pequeños hasta los de bachillerato, junto con profesores y alumnos, que, tras unos minutos, han roto su silencio con un gran aplauso.
Los compañeros de instituto de Erika ya le rindieron ayer otro homenaje en el patio del centro educativo con varias pancartas y un gran globo blanco alrededor del cual se reunieron todos los alumnos.
El funeral por la pequeña se celebrará esta tarde, unas 48 horas después de su asesinato, en la capilla de las religiosas de María Inmaculada y a continuación será enterrada en el cementerio de El Salvador, en Oviedo.
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha asegurado este jueves que la Policía Nacional tiene «pruebas más que suficientes» contra el presunto autor del crimen, un hombre de 31 años que apenas llevaba tres semanas residiendo en el mismo inmueble que Erika y su familia, y al que los investigadores le imputan un delito de asesinato.
Aún se desconoce cuándo se podrá poner al detenido a disposición judicial, puesto que aún permanece ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para ser atendido de las lesiones por arma blanca que se habría autoinfligido tras cometer el crimen, aunque «su estado, en principio, no corre peligro», ha precisado la delegada.
El crimen fue cometido el martes cuando la niña regresaba del instituto para comer con su familia que, según relataron algunos vecinos, se alarmó cuando Erika no subió a la vivienda tras haber llamado al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble, situado en el número 69 de la calle Vázquez de Mella.
Fue uno de los hermanos de Erika el que, al bajar a buscarla, se encontró en el rellano con un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido.
Tras dar la voz de alarma, varias patrullas de la Policía Nacional se personaron en el lugar para tratar de acceder a la vivienda, a la que los agentes entraron desde el patio interior, según relataron algunos testigos, y hallaron en su interior a la menor tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen.
El hombre fue detenido en el mismo lugar como presunto autor de un delito de homicidio y posteriormente trasladado al centro hospitalario para ser atendido de varias heridas que al parecer se habría provocado él mismo tras cometer el crimen.
Por su parte, el cuerpo de la niña presentaba varias heridas de arma blanca, algunas de ellas de carácter defensivo, según apuntaron a Efe fuentes cercanas a la investigación, informa Efe.