
Historia de uno de los paseos principales de la ciudad que volvió, un siglo y medio después de su apertura, a recuperar su denominación original
02 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Oviedo era el antiguo y poco más. Alrededor del centro histórico, conventos, el Hospicio (hoy el Reconquista), huertas y prados; alguna villa aislada. Lo que hoy conocemos como la calle Uría y su prolongación, el paseo de los Álamos, uno de los lugares más concurridos de Oviedo, no existió hasta el último tercio del siglo XVIII.
En ese momento se alza una burguesía emergente y poderosa, apoyada por el capital de los indianos, los que hicieron fortuna y retornaron. En 1874 se abre la calle Uría. En su límite había unos terrenos particulares que servirán de transición entre el ensanche y lo que conformará el Campo San Francisco. Es una elegante vía, el paseo de los Álamos, que sufrirá diversas reformas y cambios de nombre a lo largo de su siglo y medio de vida.
Primer cambio
La primera reforma importante se produce en 1925, cuando se tala la fila intermedia de árboles, los hermosos álamos que le daban nombre, dando lugar a un ancho paseo. A partir de este cambio empieza a llamarse oficialmente paseo del Príncipe Alfonso, que era por entonces el príncipe de Asturias.

Segundo y tercer cambios
Seis años más tarde, el 12 de diciembre de 1931, en plena efervescencia republicana, se convirtió en el paseo de Pablo Iglesias, fundador del PSOE. Duró bastante poco. Tras la Guerra Civil, Oviedo era importante sede del movimiento falangista, por lo que se dedicó el paseo a José Antonio Primo de Rivera, aunque el proyecto inicial era denominarlo de los Caídos.
El 11 de febrero de 1937 el Ayuntamiento decide «dar el nombre de José Antonio Primo de Rivera, inspirador y alma de la Falange Española» a una plaza llamada de los Caídos que estaba proyectada. Dicha plaza, que por entonces prado, cercana al de maniobras y al camino del Cristo de las Cadenas no se urbanizó hasta años más tarde, y así, el ayuntamiento, con prisas por homenajear al fundador de la Falange, da su nombre al paseo de los Álamos en 1938. La plaza mencionada fue La Gesta.
Cuarto cambio
Volvieron a plantarse álamos hacia 1950 más o menos donde estaban los originales. Finalmente, el 29 de junio de 1979 el ayuntamiento restituyó el nombre inicial del paseo. Un viaje largo para llegar al mismo sitio.

En cuanto al pavimento actual, hay que remontarse a mayo de 1966 para encontrar el proyecto de Antonio Suárez. Había estado cubierto por losas blancas, pero Suárez hizo un dibujo maestro que ha sido maltratado (cada carpa que se coloca hace cientos de taladros nuevos en el suelo) y sometido a una degradación aún hoy muy notable, aunque fue parcialmente reparado en 2011.