Baterías republicanas del cerco a Oviedo

Guillermo Guiter
guillermo guiter REDACCIÓN

OVIEDO

Artemio Mortera en el búnker de El Cueto
Artemio Mortera en el búnker de El Cueto Tomás Mugueta

07 sep 2020 . Actualizado a las 17:09 h.

De entre las aún abundantes fortificaciones de la Guerra Civil en Asturias destacan con personalidad propia las baterías de artillería acasamatadas y no porque sean privativas de nuestra comunidad, pues consta igualmente la ejecución en otras regiones de obras similares, sino por la mentalidad con que se construyeron. El Cuerpo de Ejército de Asturias tomó la decisión de proteger la práctica totalidad de sus piezas de artillería con casamatas de hormigón armado y, aunque no pudo llevar a término su plan íntegramente, entre marzo y octubre de 1937 construyó tal número de obras de este tipo que un porcentaje muy elevado de sus bocas de fuego se hallaban en la última fecha citada al abrigo de dichas casamatas, en tal cantidad que hoy constituyen un rasgo distintivo de la fortificación asturiana en la guerra civil.

Artemio Mortera
Artemio Mortera Tomás Mugueta

Batería de La Mata

Situada al este, sobre la antigua carretera de Santander en la proximidad de Colloto. Cuatro casamatas para cañones de 75 mm. y obuses unidas entre sí por subterráneos encofrados en ladrillo macizo. Forma parte de un importante conjunto fortificado que contaba con seis nidos de ametralladora, de los que hoy sólo se conservan dos, enlazados por 356 metros de trinchera cubierta, galerías de tiradores avanzadas, puesto de mando y polvorín subterráneo. El emplazamiento artillero de La Mata es el único que ha sido objeto de un informe arqueológico, exigido en este caso por la consejería de Cultura del Principado de Asturias a instancias de Arama.

Batería de Vidayán

Situada al sureste de Oviedo. Tres casamatas para piezas ligeras (obuses de 105 mm.), de las que sólo se conserva una -la más oriental-. Las otras fueron destruidas por la construcción de una urbanización de chalets. No estaban comunicadas entre sí.

Edificación de posición republicana en torno a Oviedo
Edificación de posición republicana en torno a Oviedo Tomás Mugueta

Batería de Bendones

Situada al sureste de Oviedo, a la altura del kilómetro 0,600 de la carretera que desde el alto de San Esteban de las Cruces va hacia Langreo al inicio del cordal de la Grandota. Tres casamatas para piezas pesadas sin comunicación entre sí. Dos de ellas han sido aprovechadas por los propietarios de la finca en que se encuentran y transformadas en cuadras.

Batería de las Areneros

No queda nada, aunque fue una de las fortificaciones asturianas más fotografiada en la época. Constaba de cuatro casamatas ubicadas al SE de Oviedo, al pie de la antigua carretera de Castilla, próxima al lugar denominado Covadonga. Como su nombre indica, la zona fue explotada durante muchos años coma cantera de arena, por lo que no han quedado de las mismas ni los cimientos.

Tomás Mugueta

Batería de San Torcuato

Se encuentra al sur, próxima a la carretera que desde San Lázaro va a Las Segadas. Consta de cuatro casamatas enlazadas por subterráneos que no se pueden recorrer libremente por hallarse cegados en algunos puntos. Dichos subterráneos se comunicaban igualmente con un puesto de mando blindado (de hormigón). Sobre la casamata que se encuentra más al este se ha construido un chalet sin derribar la obra, cuya cañonera se ha convertido ahora en puerta de entrada a la nueva construcción.

Batería de Santo Medero

Al SO, al pie de la carretera que va desde el Cristo a santo Medero. La constituyen dos emplazamientos de los que sólo uno se mantiene en pie, convertido en pajar, mientras del otro quedan únicamente los cimientos. No tenían comunicación entre sí.

Tomás Mugueta

Batería de Ayones

Ubicada al SO, en un ramal ciego de la carretera El Cristo-Santo Medero-Latores-Las Segadas, que termina en el llamado Prado de Paco el Roxu donde se encuentran los tres emplazamientos que han sobrevivido, dos de ellos muy deteriorados.

Batería de Fuente la Esculca

Al oeste, en el paraje conocido como Fuente de la Esculca, en Sograndio de Abajo, se encuentran dos emplazamientos artilleros sobre los cuales se ha levantado un chalet que aprovecha su altura para asentar sobre ellos la parte trasera de la construcción, salvando así el desnivel de la contrapendiente. Las dos casamatas han sido convertidas en almacenes de la vivienda actual.

Emplazamiento de La Mortera

En Sograndio de Arriba, en el alto de La Mortera destaca una solitaria casamata artillera, sin cubierta, como todas, de la que cabe destacar su posición desafiante a las vistas y fuegos del enemigo.

Batería de Feleches

Al nordeste de Trubia, en Feleches, en las estribaciones del pico del Gortayo, se encuentran dos emplazamientos para piezas ligeras (cañones de 75 mm) en medio de un prado perfectamente limpio y atendido, por lo que las obras destacan en él con absoluta nitidez.

Batería de Castiello

Al este de Biedes, dando vista a la cara norte de la sierra del Naranco, en un lugar denominado Castiello en la carretera que desde el sur de Biedes desciende hacia Brañes, se han conservado dos casamatas tan próximas entre sí que apenas se hallan separadas un metro una de otra. La maleza las hace casi invisibles.

Batería de la Faxuca

En las estribaciones occidentales del Naranco, en el antiguo camino que baja desde Violedo a Brañes, se encuentra esta batería para cuatro piezas ligeras. Consta de cuatro casamatas; las dos centrales enlazadas por un túnel escalonado del que parte hacia atrás otro ramal que desemboca en la contrapendiente, desde el cual se podía acceder a la batería a cubierto de las vistas y el fuego enemigos.

Batería de Sograndio

Se encuentra al suroeste del alto de Sograndio, en la pendiente que desciende hacia Trubia. Cuenta con una sola casamata de grandes dimensiones (9 metros de diámetro) para una pieza de 155 mm. con doble cañonera; una de las cuales aún conserva el dintel. A su lado se encuentra una excavación de similar tamaño, destinada sin lugar a dudas a albergar otra casamata gemela que no hubo tiempo de construir. 

Estas cuatro últimas baterías no tenían sector de fuego hacia la ciudad sino hacia el nacimiento del pasillo, abierto por las columnas gallegas en octubre de 1936, por el que la capital del Principado se comunicaba con Grado. Las restantes baterías se bastaban para mantener un cañoneo continuo sobre Oviedo que no cesó hasta los últimos días de la guerra en Asturias, aunque existían otras que carecían de emplazamientos  fijos acasamatados.