La falta de acuerdo entre la empresa y el Principado aboca a un nuevo concurso que retrasaría la obra en el barrio ovetense
30 abr 2020 . Actualizado a las 12:02 h.Si no se produce una noticia positiva muy inesperada, La Florida no tendrá nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria al menos hasta el año 2022. Y eso, con suerte. Mientras las obras de otros IES como el de La Fresneda avanzan a buen ritmo, las de La Florida siguen paradas, lo que significa casi con seguridad que se anulará finalmente la adjudicación actual y se convocará un nuevo concurso.
El problema surge cuando la unión temporal de empresas (UTE) entre Iguar y Ceteco reclama un aumento de 100.000 euros en el prespuesto que presentó y por el que ganó en concurso, argumentando que debía retirar escombros contaminados con los que no había contado en su cálculo de costes.
La consejería de Educación aseguró que no aceptaría ese incremento del presupuesto, ya que la UTE había ganado la licitación gracias, en buena parte, a su buena oferta económica que le dio ventaja sobre otras. Esto supuso que los trabajos frenaron en el mes de diciembre de 2019.
Según la ley de contratación, deben pasar seis meses hasta que se pueda rescindir el contrato, lo que llevaría a iniciar una nueva licitación en el mes de junio de este año en caso de que la UTE no retome los trabajos. Contando con todo el proceso administrativo desde cero (o casi, puesto que Educación quiere usar el mismo proyecto) y los 18 meses de obra, la conclusión llevaría hasta bien entrado 2022. Por tanto, no sería hasta el curso 2022-23 cuando los estudiantes podrían comenzar en el nuevo instituto.
La Fresneda sigue su curso
Por otra parte, las obras en el instituto de La Fresneda siguen en marcha a buen ritmo una vez que el Gobierno permitió la reanudación de los trabajos del sector de la construcción. Los trabajos fueron adjudicados a Cocipsa y comenzaron en mayo del año pasado con un plazo de ejecución de 15 meses, por lo que deberían estar terminadas en agosto de este año. No obstante, es necesario tener en cuenta el parón que sufrió la construcción debido al decreto de alarma por el coronavirus y los posibles problemas de abastecimiento de materiales que pueda sufrir el sector.