El PSOE plantea en la comisión de Urbanismo que el ayuntamiento proponga un cambio en el catastro que permitiría bajar el precio de las instalaciones, al menos, a 22 millones. El bipartito vota en contra porque sostiene que es una interpretación errónea de los socialistas y dice que aspira a conseguir que la antigua fábrica de armas «tenga el mínimo coste o ninguno»
26 sep 2019 . Actualizado a las 14:23 h.Las diferencias entre el bipartito -PP y Ciudadanos- y la oposición en el Ayuntamiento de Oviedo son profundas. Lo son ideológicamente, pero no solo. En los últimos meses han sido varios los casos en los que han hecho lecturas totalmente opuestas de los informes oficiales. Ocurrió, por ejemplo, con la renovación del césped del Tartiere, y ahora ocurre lo mismo con la valoración de los terrenos de La Vega. El PSOE ha llevado a la comisión de Urbanismo una propuesta para que el consistorio solicite en el Catastro el cambio en la calificación del tipo de suelo para que este pase de residencial a industrial, ya que sostiene que ahora hay un error. Ese cambio permitiría que el valor catastral bajase de los 22 millones actuales, como mínimo, a 11 millones, por lo que el valor comercial sería inferior a los 44 millones actuales. PP y Ciudadanos han votado en contra de esta propuesta, Somos es ha abstenido, y Vox no se ha presentado. El motivo, que el equipo de gobierno considera que esa es la opinión del PSOE y que la tasación del castastro está bien hecha. Su propuesta pasa por iniciar de nuevo las conversaciones con Defensa con el único objetivo de que La Vega cuesta «cero o lo mínimo posible».
Wenceslao López, concejal del PSOE, ha explicado que el Catastro tiene calificado el suelo de La Vega como residencial, cuando en realidad debería ser industrial. El valor referencial actual fija el precio por metro cuadrado en la antigua fábrica de armas en 617 euros el metro cuadrado, lo que supone un valor de 22 millones. Como referencia, esa cantidad se multiplica por dos para tomar un precio comercial de referencia, que se sitúa en 44 millones.
Si, como pretende el PSOE, la calificación se cambiase, el precio referencial bajaría sustancialmente. En Oviedo, el metro industrial más caro no sobrepasa en ningún caso los 200 euros, por lo que el complejo indutrial en ningún caso costaría más de 22 millones. López considera que la decisión del bipartito de rechazar su popuesta es «inexplicable y preocupante». En su opinión, la única explicación es que usan La Vega «como arma política».
La respuesta a la propuesta del PSOE no se ha hecho esperar y ha sido contunente. Javier Cuesta (PP) ha afirmado que el planteamiento de los socialistas es «una escusa por su fiasco en la gestión de La Vega» y ha defendido que «parece que no hay ningún error en la valoración realizada por los técnicos del catastro, según la información que han conseguido «extraoficialmente».
Cuesta asevera que el catastro ha realizado una valoración «en función a sus criterios, que parte de un valor catastral a la que se le aplica un coheficiente corrector que determina un valor promedio en función del entorno. Esto no quiere decir que haya valorado los terronos como suelo industrial». Las diferencias parten de la base y dificulta el entendimiento entre gobierno y oposición.
El bipartito tiene claro que la línea a seguir es otra que la defendida por el anterior equipo de gobierno y tiene marcada una hoja de ruta para La Vega. Lo primero es conseguir un interlocutor válido en el ministerio de Defensa, ya que, según Cuesta, el tripartito había negociado la compra de los terrenos «con una persona de tercer nivel dentro de la administración central». El concejal no quiere hablar de precio y considera que primero «hay que discutir el modelo de reversión de los terrenos para que tenga el mínimo coste o ninguno» para Oviedo.
El objetivo es, según Cuesta, impulsar un «proyecto consorciado» en el que participen las administraciones central y autonómica. Para que ese coste sea el mínimo posible existen opciones como el alquiler, que podría ser con opción de compra, y el edil del PP pone como ejemplo el caso de Coruña.