El coste de mantener abierto el Calatrava: 2.000 euros al día

OVIEDO

Palacio de Congresos de Oviedo, obra de Santiago Calatrava
Palacio de Congresos de Oviedo, obra de Santiago Calatrava

La decisión del juez obliga a los dueños del complejo a faciltar el acceso a Burger King más allá del 31 de marzo

27 mar 2019 . Actualizado a las 20:09 h.

La historia del Centro comercial Modoo -popularmente conocido como el Calatrava- ha estado llena de sobresaltos desde antes incluso de su inauguración. Y si su pasado ha sido rocambolesco, más incierto todavía parece su futuro. Estabona, propietaria del inmueble, ha actuado hasta el momento con un secretismo absoluto y solo un objetivo: desalojar todos los locales rompiendo los contratos que tenía con sus inquilinos. Nada más se sabe de sus intenciones. Pero una decisión judicial ha supuesto un duro golpe a sus planes. La empresa deberá mantener abierto el centro para facilitar el acceso a Burger King mientras el proceso siga en los tribunales. Esta decisión puede salirle caro, ya que cada día abierto le cuesta unos 2.000 euros.

Los gastos totales del centro comercial ascienden a unos 2 millones anuales. Precisamente ese es el argumento que esgrimieron los abogados de Estabona para justificar el cierre de los locales, ya que aseguraron que esa medida podría ahorrarles unos 100.000 euros al mes. Es decir, 1,2 millones al año. 

La superficie total del Calatrava es de 40.000 metros cuadrados. Al dividir los 2 millones entre esa superficie, el metro cuadrado sale 50 euros. El local de Burger King tiene casi 400 metros cuadros, por lo que el coste diario de mantener el centro comercial abierto únicamente para la cadena de hamburguesas es de aproximadamente 2.000 euros. Que siga funcionando supone que la empresa debe gastar, entre otros, en limpieza, seguridad, luz, agua, impuestos...

Proceso judicial

Un juzgado de Oviedo acaba de estimar un recurso en el que ordena que el centro siga abierto para permitir el acceso al público y demás usuarios al Burger King ubicado en el complejo mientras dure el litigio que mantienen ambas entidades. Los planes anunciados de los dueños del complejo comercial pasaban por echar el cierre el próximo 31 de marzo. Durante el juicio tampoco desvelaron sus planes de futuro, más allá de señalar que se planteaban «una amplia remodelación».

Arnicio Restauración, propietario de Burger King, tiene un contrato de alquiler en vigor hasta 2036 y casi cincuenta empleados. No había tenido ninguna noticia de las intenciones de la propiedad hasta mediados de febrero, cuando le comunicaron que el próximo 31 de marzo debían abandonar el local.  

Los abogados de Arnicio Restauración señalan que los intentos previos de conocer los planes de la propiedad, ante las noticias de cierre y las cartas recibidas por otros negocios, «habían resultado absolutamente inútiles». Ante esto, y bajo el riesgo de tener que despedir a su plantilla y perder toda la inversión realizada en el local, el propietario decidió solicitar una medida cautelar con el objetivo de que se respetara su contrato de alquiler. El juez le ha dado la razón.

La decisión únicamente beneficia al Burger King, en tanto que solicitante de la medida, pero para facilitar el acceso a su local obliga a mantener abierto el centro.