La obra procede del Museo de Arte Moderno y Contemporáneno de Santander y Cantabria, pero se hallaba confinada en un depósito con motivo de un incendió que afectó a la instalación cántabra
14 mar 2019 . Actualizado a las 17:39 h.El retrato de Fernando VII realizado por Francisco de Goya en 1814 puede contemplarse desde este jueves en el Museo de Bellas Artes de Asturias, informa Europa Press. La obra procede del Museo de Arte Moderno y Contemporáneno de Santander y Cantabria (MAS), pero estaba actualmente en un almacén con motivo del incendio que afectó en diciembre de 2017 a la instalación cántabra, según ha explicado su director, Salvador Carretero.
Junto al retrato mencionado, el MAS ha prestado un segundo retrato, en esta ocasión, del monarca Carlos IV obra del artista soriano Bernardo Martínez del Barranco. Ambas piezas dialogarán con otros de los retratos de la época que atesora el Museo de Bellas Artes de Asturias en un espacio especialmente diseñado para tal fin.
A este respecto, en la sala 4 del Palacio de Velarde se han expuesto tres Goyas, todos ellos retratos de distintas épocas del artista (Jovellanos, Carlos IV y Fernando VII), la pieza de Bernardo Martínez del Barranco, una pintura anónima de 1798 así como la radiografía que en 2010 se le hizo al retrato de Jovellanos en donde asoma una figura femenina. El retrato de Fernando VII, presentado en el Bellas Artas, fue encargado por el Consejo Municipal de Santander tras el cautiverio del Fernando VII en Valençay (Francia) con la intención de ser colocado en la Sala Consistorial. Allí residió hasta la muerte del rey, acontecida en 1833. Más tarde, el retrato quedó relegado al olvido durante un tiempo para pasar finalmente a engrosar los fondos del Museo Municipal, actual MAS.
En la obra, Fernando VII es representado de cuerpo entero. Aparece vestido de Coronel de Guardias y lleva varias condecoraciones entre las que sobresalen la banda de la Orden de Carlos III y la gran venera de la Orden del Toisón de Oro que pende de su cuello. El rey es representado apoyando el brazo izquierdo sobre el pedestal de una estatua que, a su vez, representa una alegoría de España coronada de laurel y con los pechos descubiertos. Junto a ella, el pintor representó varios atributos que permiten identificar al personaje representado: el cetro, la corona y el manto de armiño. A los pies del monarca Goya pintó un león que sujeta unas cadenas rotas entre sus garras simbolizando, con ello, la liberación del pueblo español tras la expulsión de las tropas francesas.
La obra destaca por la viveza de los colores conseguidos por el artista aragonés, sobre todo, el rojo del chaleco y el del manto de armiño. Las pincelas presentan una importante carga matérica pese a la cual se consigue, sin embargo, una gran luminosidad por parte del artista. En torno a la Obra Invitada de Francisco de Goya, el Museo de Bellas Artes de Asturias organizará una serie de actividades para distintos públicos entre las que se proyectarán visitas guiadas para adultos, talleres para familias y conferencias.