Guía de locales para acabar la fiesta con una buena fartura

Claudia Granda OVIEDO

OVIEDO

Barra con pinchos del Café Riego
Barra con pinchos del Café Riego

Estos son algunos de los lugares de la capital donde los jóvenes sacian su hambre antes de volver a casa después de una buena jornada nocturna

02 mar 2019 . Actualizado a las 08:30 h.

Nadie en su sano juicio ha rechazado, después de una larga noche de fiesta, un pinchín de pollo antes de irse a la cama. O de tortilla. O un kebab o una pizza. Da igual lo que sea con tal de disfrutar de ese placer que es desayunar antes de volver a casa, da igual la hora y si es de día o de noche. Tampoco hay que olvidarse de aquellos platos que jamás probarías en cualquier otra ocasión. Y es que, a altas horas de la madrugada, todo alimento se convierte en el más exquisito de los manjares. En el Oviedo Antiguo, entremezclados con los pubs que ocupan sus calles, se encuentran algunos de los locales que han supuesto la salvación de muchos a la hora de saciar su voraz apetito nocturno.

En el número 25 de la calle Mon, una pequeña puerta esconde una tienda de bocadillos y pizzas que hacen las delicias de las decenas de personas que, antes de irse a casa cualquier sábado o domingo de madrugada, deciden llenarse el buche. En el exterior no hay cartel que la señalice, pero la bocatería El Horno no pasa desapercibida por ningún hambriento.

Justo al lado, en el número 23, otro clásico de la noche ovetense. En el Auténtico Doner Kebab siempre hay una larga cola de jóvenes pensando en su durum, su kebab o un plato de carne con patatas. Incluso los que normalmente dicen que no a la comida turca han visitado el local a altas horas de la madrugada.

Un poco más arriba, otros dos clásicas bocaterías. En la calle San Antonio número ocho el Entrepan, que lleva nada más y nada menos que 30 años ofreciendo deliciosos bocadillos a los más trasnochadores. Quién no se ha pasado por allí para degustar un pincho de filete al cabrales o de picadillo. Muy cerca, en el número diez de la calle Cimadevilla se encuentra el Piccolo, un pequeño local que ha marcado la adolescencia de muchos ovetenses.

Pero no todo son pequeños locales de venta exclusiva de bocadillos. En la plaza de Riego, estratégicamente situado, se encuentra el Café Riego. Justo al lado de Tribeca, los fines de semana esta cafetería sirve una gran cantidad de desayunos. «Abrimos a las seis y media y vamos preparando los pinchos sobre la marcha, viene mucha gente, sobre todo de la discoteca de al lado», cuenta Ionela Zernela, camarera del local desde hace más de ocho años. El sandwich vegetal de huevo y el pincho de tortilla de aquí hacen las delicias de decenas de jóvenes cada fin de semana.

Si hablamos de bocadillos, se lleva la palma el de tortilla rellena de carne guisada de La Sucursal. Imposible mencionarlo sin que se le haga a uno la boca agua. Tal vez sea el que más separado de la zona de marcha ovetense se encuentre, pero acudir hasta allí a primera hora de la mañana merece la pena. «Aquí la gente que viene ya es conocida, hasta los que vienen a desayunar después de una noche de fiesta. No hace falta ni preguntar lo que quieren», asegura Elena, una de las camareras. 

Unos manjares que, lejos de ser ligeros, ayudan milagrosamente a inducir el sueño de aquellos que los toman. Estos desayunos marcan el fin de una larga noche festiva que, da igual a la hora que tengan lugar, una vez los pruebes no podrás decir que no a recorrer el camino hasta tu cama.