Una mirada a la adaptación de la ciudad a los más mayores

Claudia Granda OVIEDO

OVIEDO

El geógrafo Ícaro Obeso, la diputada por IU en la Junta General Concha Masa y la exconsejera de VIvienda y Bienestar Social del Ayuntamiento de Oviedo Laura González
El geógrafo Ícaro Obeso, la diputada por IU en la Junta General Concha Masa y la exconsejera de VIvienda y Bienestar Social del Ayuntamiento de Oviedo Laura González

La conferencia de IU «L'urbanismu y les persones mayores» centra su debate en la necesidad de crear ciudades amigables

10 abr 2019 . Actualizado a las 17:58 h.

En una región en la que la población de más de 65 años supera el 25,5% es de gran importancia construir ciudades amigables para las personas mayores. Asturias se encuentra, actualmente, en el ranking de las tres comunidades autónomas más envejecidas de España, junto con Galicia y Castilla y León. Es por eso que la arquitectura que se amolde a este envejecimiento de la población es cada vez más necesario. Así lo ha asegurado la diputada de IU en la Junta General Concha Masa durante la conferencia «L'urbanismu y les persones mayores». En ella el geógrafo Ícaro Obeso y la jubilada y exconsejera de Vivienda y Bienestar Social del Ayuntamiento de Oviedo Laura González resaltaron los puntos clave de la perfecta adaptación de la tercera edad en la ciudad.

«La accesibilidad, la información, la salud y el respeto son los aspectos que más preocupan a las personas mayores». González insistió en que la eliminación de las barreras arquitectónicas, encontrarse cerca de un centro de salud y ser tratados del mismo modo que los demás son cuestiones a tener en cuenta junto con otras que, tal y como expresó, son de igual importancia. «Poder participar y comunicarse con otras personas de su entorno y sentirse útil mejora la calidad de vida de los mayores», afirmaba. En este punto destacaba la necesidad de involucrarse en la sociedad y las actividades, algo que insistía «es responsabilidad de las administraciones». «Existen muchos servicios buenos pero la gente envejece muy deprisa y las administraciones tardan en adaptarse al cambio. La burocracia es lenta y no tenemos los servicios necesarios para los más mayores», lamentó.

Residencias públicas, centros de día, centros rurales y programas como «Rompiendo distancias», que proporcionan servicios a los ancianos de las zonas rurales y los reúne para llevar a cabo actividades son elementos fundamentales para su bienestar. Pero la necesidad de evolucionar y adaptarse sigue latente. «Existen edificios con viviendas exclusivas para mayores que viven de manera independiente, ya sea solos o en pareja, en los que en la parte baja cuentan con servicios comunes. Esto les aporta un poyo dado que cuentan con personal cualificado. Para mí, es la mejor opción», explicó González. A día de hoy estas viviendas escasean en la región.

¿De qué manera la ciudad puede adaptarse a las personas más mayores? El primer punto que destaca el geógrafo Ícaro Obeso es el transporte. «Hay que tener en cuenta que las personas mayores no van a la velocidad a la que voy yo», explicaba y aseguraba que la coordinación y la intermodalidad de los transportes es necesaria. «Debe haber sitios en la ciudad en la que los autobuses esperen varios minutos. Eso para la gente de la zona rural es fundamental».

En cuanto a la vivienda, Obeso insistía en la necesidad de que el ayuntamiento lleve a cabo mecanismos de financiación para mejorar la accesibilidad en los portales, realizando obras par ala colocación de rampas y accesos a las plantas bajas. «Otro elemento que debería incluirse en el planteamiento urbanístico es el cohousing. Definir que ciertas parcelas de la ciudad fueran dedicadas a este tipo de viviendas en las que puedan vivir de forma autónoma», afirmaba asegurando estar totalmente en contra de los barrios exclusivamente dedicados a las personas mayores. «Tiene que estar repartido, que no existan diferencias».

En último término Obeso abogaba por un modelo de participación social basado en la creación de centros cívicos intergeneracionales. «Los centros sociales existentes tienen un programa de actividades más lúdico que participativo. Es necesario crear lugares con bibliotecas, centros de día y zonas deportivas en las que mayores y pequeños puedan coincidir».