La mujer se niega a revelar el paradero de un hijo nacido en 2009
17 ene 2018 . Actualizado a las 11:26 h.El Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo acoge mañana la vista oral contra una mujer por negarse a revelar el paradero de un hijo, nacido en 2009, y que ya fue condenada en noviembre de 2016 a tres años de cárcel por dejar solas en casa a sus tres hijas pequeñas, una de tan sólo un mes y las otras dos de uno y dos años.
En esta nueva causa por un delito de abandono de menor, la mujer se enfrenta a una petición del Ministerio Público de dos años de cárcel y nueve de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la acusada dio a luz a un niño en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) el 3 de diciembre de 2009, sin que se conozca la filiación paterna.
Durante la instrucción de la anterior causa por dejar solas en casa a sus tres hijas pequeñas, la mujer se negó a informar del paradero del hijo, limitándose a decir que se hallaba en Portugal con su padre.
Tras las correspondientes gestiones realizadas por la Brigada de Policía Judicial (SAF), tanto en España como en Portugal, se continúa en la actualidad sin tener conocimiento del paradero del menor, al que no consta que se le haya expedido DNI o pasaporte.
Además, el Centro de Cooperación Policial Aduanero (CC PA) ha confirmado que el niño no es residente legal de Portugal, y que no constan datos sobre el mismo.
El menor tampoco figura escolarizado en ningún centro escolar del Principado de Asturias ni fue atendido en el Centro de Salud de Pumarín, al que fue adscrito.
Las últimas referencias con las que se cuenta se remontan al año 2011, fecha en la que su abuela materna manifestó que el niño se había ido con su madre de vacaciones a Portugal, y que desde entonces no había vuelto a verlo ni a tener noticias de él.
Esta mujer fue condenada en noviembre de 2016 a tres años de cárcel y ocho de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad por dejar solas en su piso de Oviedo a sus tres hijas pequeñas, a las que tuvo que indemnizar además con 60.000 euros.
Los hechos ocurrieron en la noche del 18 al 19 de diciembre de 2014 cuando la mujer se fue su piso en Oviedo y dejó solas a las tres pequeñas.
La menor de ellas, de un mes, quedó sobre una cama con un pañal y sin nada más que la tapara, mientras que las dos hermanas quedaron descalzas.
La Policía Nacional intervino después de que un vecino alertara de los llantos de una de las niñas.
Los agentes, que tuvieron que acceder a la vivienda por la cocina desde el piso contiguo al estar la puerta cerrada con llave, encontraron a la menor llorando por el frío.
Sus dos hermanas, en el salón, estaban «sucias y desaliñadas» y una de ellas sostenía una lata de cerveza abierta mientras la otra, sentada en un sofá, «se balanceaba y se golpeaba la cabeza repetidamente con el respaldo», según relataba la sentencia.
Además, el piso carecía de calefacción, se encontraba sucio, desordenado y presentaba olor a excrementos.
Las tres menores fueron trasladadas al Hospital Universitario Central de Asturias, donde los médicos advirtieron que la menor presentaba un eritema en la zona del pañal, mientras sus hermanas, muy sucias, tenían varias áreas eccematosas en el cuerpo.
La madre no fue localizada hasta el 25 de diciembre de 2014, día en el que agentes del Cuerpo Nacional de Policía la identificaron cuando caminaba por la calle Arzobispo Guisasola de Oviedo y procedieron a su detención.
La sentencia subrayaba que las tres pequeñas «llevaban siendo atendidas deficientemente desde tiempo atrás».