
Últimamente se habla mucho de estrategias, hasta se abusa de tal término. La mayoría de nosotros entendemos por estrategia la habilidad de cada cual para llegar a un fin. Un estratega es una persona sabia, con inteligencia superior a la media y por lo tanto suele ser un triunfador. Cuando se carece de tal cualidad se reemplaza por la fuerza, por la extorsión, por el soborno o por otros medios de tal calado.
Hay estrategias para las conquistas amorosas, hay estrategias para prosperar laboralmente, hay estrategias para superarse en el deporte, hay estrategias en los sectores industriales, hay estrategias para invertir capitales, hay estrategias para el campo de batalla.
Hablando de belicismo, tan de rabiosa actualidad, la historia nos cuenta que Alejandro Magno era un gran estratega para la guerra, lo mismo se decía de Napoleón y también de nuestro Generalísimo. Este último fue estratega para la guerra y para la postguerra, pues supo cómo mantenerse en el poder contra vientos y mareas.
Los estrategas actuales son los políticos que nos quieren convencer del contrasentido que supone armarnos hasta los dientes como manera de alcanzar la paz. Estratégico es colocarse tras la pancarta para hacer creer que las cacerías de lobos van a salvaguardar la ganadería extensiva. Estratega es Ángel García que proyecta la imagen de Siero como un gran imán para atraer todo lo que haga crecer el municipio, despreciando los daños colaterales.
Precisamente en Siero nació hace ya años una novedosa forma de comercio; se llamó Pryca y su estrategia consistía en ofrecer unos precios nunca vistos. Toda Asturias acudía a aquel gran comercio para llenar carros con las cosas necesarias para el hogar y alguna que otra innecesarias. Después de aquel primero surgieron un continuo goteo de centros comerciales por toda Asturias modificando para siempre la forma de hacer la compra y llevando por delante los pequeños comercios. Usando idéntica estrategia de precios, amenaza con llegar la marca americana Costco, un macro supermercado, de dimensiones nunca vistas. Surge un problema, y es que según la regulación asturiana de comercio tal magnitud de negocio no es admisible. Hay que recurrir a la estrategia.
Todos tenemos en nuestra mente la celebérrima frase de Groucho Marx: «Estos son mis principios, y si no le gustan tengo otros». Si la legislación no permite la instalación de Costco se cambia la ley. Y el Principado elabora la Ley de Proyectos de Interés Estratégico, la cual pretende agilizar plazos y trámites a ciertos proyectos que cumplan unas condiciones.
Está por ver lo que va a suceder, pero al amparo de esa ley Costco y el alcalde de Siero intentarán lleva a buen puerto ese proyecto. Y no solo eso, con el mismo argumento se intentará, una vez más, explotar la mina de oro de Salave. El tiempo dirá.
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