
A veces no somos conscientes de hasta qué punto la educación determina una sociedad. En primer lugar, porque una enseñanza pública, universal, gratuita y de calidad es el mejor igualador que se conoce. De otra parte, porque una sociedad bien formada, culta y con espíritu crítico es una sociedad mucho más libre, madura y difícil de manipular. Y, en tercer lugar, porque una sociedad que es capaz de enseñar a sus ciudadanos y ciudadanas los conocimientos que requieren para desarrollarse en el mundo laboral, será una sociedad más próspera, cohesionada y feliz.
No es casual que los países escandinavos, a la cabeza en todos los parámetros de calidad democrática, bienestar social, progreso económico y libertades civiles, sean los que más apuestan por la Educación y, básicamente, por una educación pública. La campaña «Vamos facelo», con la que el sindicato inició en octubre de 2024 un proceso de elaboración colectiva de propuestas para construir una Asturies justa, solidaria, sostenible y con futuro, ha dedicado su último eje precisamente a la educación que defendemos y por la que luchamos: pública, inclusiva y de calidad en todos los niveles.
Nuestro empeño por este modelo educativo lo hemos llevado a todos los ámbitos institucionales, y lo defendemos también desde la movilización. La última concertación social firmada por los sindicatos y la patronal con el Gobierno del Principado recoge buena parte de nuestras reivindicaciones «históricas». Para empezar, el acuerdo asume que la educación pública es un pilar fundamental en la construcción de una sociedad inclusiva y próspera, justa e igualitaria, además de asegurar la adquisición de las competencias necesarias para encarar los desafíos del siglo XXI.
Entre otros compromisos, el acuerdo asume la necesidad de reducir las ratios, contempla un programa para la mejora de las competencias lingüísticas y matemáticas, y la prevención del fracaso escolar, la formación permanente del profesorado y la reducción de la temporalidad (las estabilización de las plantillas es imprescindible para alcanzar el objetivo de reducirla al 8%). También recoge la inversión en infraestructuras educativas, la gratuidad de los materiales de texto en niveles obligatorios, un plan de comedores escolares en los institutos o el desarrollo de la igualdad efectiva en el sistema educativo (a través de un plan de coeducación para sensibilizar sobre la importancia de luchar contra la discriminación y el sexismo, promoviendo así valores de respeto, tolerancia y solidaridad).
Mención aparte merecen «Les escuelines» y el compromiso de extender las escuelas infantiles 0-3 a todo el territorio, con su integración en una red autonómica, pública y gratuita. Ha sido una de nuestras reivindicaciones principales en los últimos años y en ese objetivo tuvimos que movilizarnos en más de una ocasión para reclamar una integración justa y el reconocimiento del carácter educativo de la etapa, pero también lo seguiremos haciendo para que se culmine el proceso con garantías en el empleo y las condiciones laborales.
El acuerdo resalta asimismo la importancia esencial del profesorado. Y aquí CCOO ha dado una batalla incesante desde hace muchos años para exigir los recursos adecuados y velar por los derechos del personal docente. Baste recordar las movilizaciones del pasado curso, que obligaron a la Consejería a negociar con los representantes sindicales, aceptando la mayor parte de nuestras reivindicaciones: la reducción de la jornada lectiva del profesorado mayor de 55 años, lo que supondrá la creación además de doscientos puestos de trabajo; la reducción lectiva semanal de 25 a 23 horas para el cuerpo de maestras y maestros; el reconocimiento de la Llingua en el currículo de educación infantil… Con ello, la educación saldrá ganando. Asturies saldrá ganando.
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