Einstein-Newton: duelo al Sol

Jorge Mira Pérez
jorge mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

NASA | EUROPAPRESS

14 ene 2025 . Actualizado a las 09:08 h.

La sonda solar Parker, lanzada en el 2018 para estudiar el Sol, el origen de los chorros de partículas que expulsa y el enigmático porqué de la altísima temperatura de su corona, ha copado titulares últimamente. Nunca se había llegado tan cerca de nuestra estrella (a una distancia que es solo cuatro veces su diámetro). Para no ser atrapada por su gravedad tuvo que pasar a una velocidad récord para un objeto construido por el ser humano: 692.000 km/h, o lo que es lo mismo, 191 kilómetros por segundo. Recorrería toda la AP-9 en 1 segundo (¿se imaginan?). Llegaría de aquí a la Luna en media hora. Aunque esa velocidad fue solo un 0.064 % de la de la luz, si le sumamos que la gravedad que experimentó fue 500 veces más intensa que la que siente la Tierra (aunque una persona allí pesaría un tercio de lo que pesa aquí), se produjo un entorno único para ganar un nuevo objetivo científico: realizar chequeos de validez de la Teoría de la Relatividad General. Enunciada por Einstein en 1915, es la descripción actual de los fenómenos gravitatorios. Sustituye a la famosa ley de la gravitación universal de Newton. En nuestras situaciones normales de velocidad y gravedad no hay diferencia entre las dos, pero en las de la sonda Parker sí se podrían medir. Tres físicos españoles han realizado los cálculos de las correcciones relativistas para la órbita newtoniana de la sonda Parker, en un hermoso ejercicio que sigue la tradición de otros experimentos que empezaron a realizarse en la década de 1960 con naves espaciales y tecnologías de radar.