El pacto presupuestario era algo previsible, aunque a contracorriente del ruido y la crispación general. Desde Convocatoria por Oviedo seguimos avanzando en la lógica de la política útil, inaugurada ya desde la propia campaña electoral. Hacen falta entendimentos, acuerdos y mucho diálogo.
La clave de nuestra estrategia ha sido el diálogo y el compromiso sobre lo concreto para mejorar la vida de los ovetenses, para desbloquear los problemas históricos y con ello transformar Oviedo. Todo esto, desde nuestra capacidad de propuesta y reconociendo, como no puede ser de otra manera, al gobierno la legitimidad de su mayoría para el mandato democrático. Defendemos una estrategia de oposición útil que, junto a la lógica crítica, no espere a 2027 para intervenir e influir en el proyecto urbanístico, social y de movilidad de Oviedo, a la altura de una capital en el primer cuarto del siglo XXI.
Una aportación también a la regeneración de la política y de las instituciones democráticas desde lo local, la política más cercana a los ciudadanos. Asimismo, este acuerdo transversal entre la derecha y la izquierda marca el perímetro democrático, dejando a la ultraderecha al margen del espacio de gobierno.
El presupuesto es básicamente el de la mayoría del equipo de gobierno. Nosotros añadimos al proyecto inicial una serie de objetivos, medidas y recursos presupuestarios, finalmente comprometidos con el voto conjunto de PP e IU convocatoria por Oviedo en el pleno municipal.
Un acuerdo presupuestario, con la preocupación social por el acceso a la vivienda, convertida en una prioridad de gobierno, después de décadas de dejación en manos del mercado. Más de trescientas viviendas públicas de alquiler asequible, junto a la creación de la Oficina municipal de vivienda para la movilización de vivienda vacía y el análisis del impacto y la reordenación de las viviendas de uso turístico.
Sumado a la evaluación de las contratas de servicios públicos a la ciudadanía y la reorganización del trabajo social, en el marco del nuevo modelo de los centros integrados y de la reorientación comunitaria de las Unidades de Trabajo Social. Desde la prioridad de la superación de las fracturas y heridas urbanas de la ciudad en ámbitos como La Vega, El Cristo y de la Fábrica de Gas en El Antiguo como principales contribuciones a la capitalidad, dentro de la región metropolitana.
Con la participación activa de la sociedad civil como método en la Agenda Urbana, en los fondos PAI y en la apuesta, con ambición asturiana, por la capitalidad europea de la cultura. También como impulso hacia la ciudad del futuro cuya caracterísitcas sean la descentralización, la participación y la movilidad sostenible. Y con el acuerdo de reforzar las políticas de igualdad de género y de juventud en el año 2025.
Un pacto con financiación presupuestaria abierto a la negociación de la distribución justa y sostenible de la tasa de residuos urbanos. Respondiendo, por último, a las demandas ciudadanas, más allá de los límites de los Consejos de Distrito, en relación al mantenimiento de los barrios y de la zona rural. En definitiva, un pacto social y de capitalidad abierto a todos con voluntad inequívoca de consenso político y de convertirse en un pacto de ciudadanía.
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