Como un bólido

OPINIÓN

Puerta del Sol de Madrid en la noche de Fin de Año
Puerta del Sol de Madrid en la noche de Fin de Año RTVE

27 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Como hago habitualmente en mi último artículo al finalizar un año, quiero mandar un feliz 2025 a las y los lectores y a la plantilla de LA VOZ DE ASTURIAS, con el deseo de que todos vuestros deseos se hagan realidad. Me siento muy halagado con la oportunidad que (a punto de cumplirse diez años) me ofrece cada viernes este diario digital asturiano para expresar mi opinión sobre temas de actualidad y espero que siga siendo así durante mucho tiempo.

No sé muy bien de qué depende que la concepción del tiempo sea distinta, pero si tuviera que describir al 2024, diría de primeras que para mí ha pasado como un bólido. Incluso me parece increíble que ya hayan pasado veinte años de cuando comencé la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid (pude celebrarlo con varias compañeras y varios compañeros aprovechando que fui a hacer la oposición de RTVE, que estuvo envuelta en polémica), momento no exento de tristeza por el atroz atentado del 11 de marzo que tanto nos marcó a todas y a todos.

Muchas veces tendemos a centrar nuestra atención en los resúmenes del año a los últimos meses, como si lo que ocurre en enero no tuviera importancia ninguna. Esperar a los últimos días de diciembre sirve, sobre todo, para hacer balances finales. Hay dos registros que siguen siendo terriblemente preocupantes. Ayer se dio a conocer que 10.457 migrantes murieron en su intento de llegar a nuestro país (siendo la ruta hacia Canarias la más letal del mundo) y a fecha de hoy se han contabilizado 90 feminicidios (46 por violencia de género) cometidos por el terrorismo machista (ya hemos olvidado que Dani Alves, tras ser condenado por agredir sexualmente a una mujer en una discoteca de Barcelona, tuvo la posibilidad de salir de prisión al pagar una fianza de un millón de euros. Hay que aprender mucho de la lucha de Gisèle Pélicot para que la vergüenza cambie de bando). En ambos temas, sumado a las políticas de memoria democrática, hemos sufrido retrocesos auspiciados por el avance de la ultraderecha con el beneplácito del PP (tiene cuajo que haya sido Vox quien decidió romper los acuerdos de gobierno en varias comunidades autónomas y algunos ayuntamientos). Solo espero que no haya infelices que, en un día señalado para pasar en familia y con amistades como es en Nochevieja, no repitan las imágenes de hace un año en las cercanías de la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz apaleando un muñeco simbolizando al Presidente del Gobierno. Otros datos preocupantes a tenerlos también en cuenta son la siniestralidad laboral y los suicidios, que en el caso concreto de Asturias/Asturies no han sido casos puntuales.

Si hiciéramos una encuesta a pie de calle de la noticia del año, estoy convencido que ganaría por goleada la dana de finales de octubre, que se cebó especialmente con parte de la provincia de Valencia/València (también hubo fallecidos en Albacete y Málaga). Sin embargo, y como comentaba antes, la memoria es tan frágil y las noticias mueren tan rápido que se nos ha olvidado que a lo largo del año han ocurrido más inclemencias meteorológicas (por supuesto que sin la gravedad de 223 muertes y tres personas aún desaparecidas en Valencia/València) e incluso catástrofes medioambientales, como ocurrió en Galicia con los ‘pellets’ (que en menores proporciones llegaron incluso a la costa asturiana). Debemos poner todas y todos de nuestra parte para hacer un frente común al periodo de emergencia climática que amenaza nuestro futuro. Es absurdo negar sus terribles consecuencias y vamos tarde en la aplicación de zonas de bajas emisiones o en reciclar convenientemente.

En el campo político, la polarización y la crispación han ido en aumento. La legítima confrontación de ideas no tiene nada que ver con utilizar el fango y la manipulación al que nos tiene acostumbrados la derecha, aunque es evidente que lo usan porque les permite ir poco a poco mimando a cargos públicos con estrategias judiciales que solo buscan perjudicar a su adversario aunque no haya ninguna prueba que demuestren delitos (el acoso a la mujer de Pedro Sánchez y la campaña de difamación contra Podemos en el llamado ‘caso Neurona’ son dos de los muchos ejemplos que se podrían poner). Lamentablemente el bulo llega más que la verdad, y aunque todavía estamos en los inicios de la llamada inteligencia artificial, hay un riesgo serio de que esta herramienta expanda aún más este tipo de mensajes falsos. El parón de cinco días que realizó Pedro Sánchez para pensar si merecía la pena seguir no cambió ningún patrón y la regeneración democrática que se necesitaría sigue sin ponerse en marcha. Se terminó con una anomalía totalmente antidemocrática, como era el bloqueo para renovar el Consejo General del Poder Judicial y de otros organismos públicos, pero la legislatura peligra en cada votación en el Congreso por no estar totalmente amarrada, y como ejemplo más claro actualmente es que empezaremos 2025 sin presupuesto aprobado en tiempo y forma (es verdad que hay países de nuestro entorno en peor situación, como son Francia y Alemania, con una crisis política y social preocupante). A nuestro país le salva que todos los índices económicos muy positivos, pero no obstante urge tomar medidas tanto los elevados precios en cuestiones tan básicas como es la vivienda. 

Las elecciones celebradas este año en Galicia, Euskadi, Cataluña/Catalunya y a la Unión Europea han dejado resultados dispares. En unos casos ha reforzado a Pedro Sánchez (sin duda alguna, la estrategia llevada con Salvador Illa al frente ha sido un éxito, tanto por alcanzar la Generalitat como por enterrar el ‘procés’, sin que Carles Puigdemont tuviera opción en Barcelona de salir del esperpento en el que se metió), en otros la cosa se ha quedado en tablas (tras los comicios europeos acabó el proceso con el nombramiento como nueva comisaria de Competencia a Teresa Ribera y en el País Vasco se ha reeditado el acuerdo del PNV con el PSE) y en último lugar ha habido fracasos a los que hay que buscar soluciones, como fue la reedición de la mayoría absoluta del PP y el sorpasso del BNG en la cámara autonómica gallega. Comparto con el Secretario General del PSOE que el partido tiene que generar liderazgos para recuperar peso territorial. Ese objetivo debe comenzar el marzo de 2026 en Castilla y León y en Andalucía y seguir en todas las que se celebren en 2027. Fuera de nuestras fronteras, es evidente que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marcará la agenda política internacional, y no se vaticina que sea para bien. Veremos qué ocurre con Ucrania, con Palestina, con Siria y con tantos lugares del planeta donde sobrevivir cada día es un éxito.

Por hablar de campos variados, como el deportivo, creo que fue una pena que el Real Oviedo no consiguiera su anhelado ascenso a Primera División. Espero que el Oviedo Baloncesto pueda empezar la próxima temporada en el Palacio de los Deportes y que le ayude a proseguir en su escalada para alcanzar, por primera vez, la liga ACB. La Selección Española de Fútbol Masculina ganó una nueva Eurocopa y, a diferencia de lo ocurrido en Australia en el Mundial Femenino, ningún jugador se vio agredido sexualmente por algún miembro de la Real Federación Española de Fútbol. Aplaudo y admiro a deportistas como Paula Leitón y Ana Peleteiro por la firmeza que muestran cuando son atacadas por su físico y por sus opiniones en general. En el ámbito artístico ha arrasado Taylor Swift por todas las partes del mundo, pero si por espectáculos hablamos, ha estado entretenida la batalla televisiva entre los programas de David Broncano y Pablo Motos (con polémica incluida en cuanto a la aparición de determinadas personas en ambos programas). 

En fin, no me he enterado de este 2024 (ha pasado como un bólido). Ha sido un año con noticias fantásticas y otras que espero que no me vuelvan a ocurrir jamás. No obstante, tras este largo balance, también tengo que darle las gracias a todas las personas que han confiado en mí y que me han ayudado a salir adelante. La vida sigue, hay que aprender de la experiencia que es la vida y entrar en 2025 con ganas de vivir cosas intensas, pero a ser posible del lado positivo. En el terreno personal y familiar no me pueden ir mejor las cosas, así que espero que todo lo demás sea ponerle ganas, esmero, trabajo y tener suerte, que sin ella es imposible conseguir nada. ¡Feliz año nuevo!