Días atrás me anticipé a la conmemoración del primer aniversario de la apertura de la variante de Pajares con el dato que mejor ilustra el éxito de esta infraestructura, y que no es otro que el de su ocupación, la cual, con los últimos datos actualizados, ronda ya la ocupación máxima. «Si metiésemos más trenes en Asturias —expliqué— se llenarían, pero ahora mismo no tenemos más trenes». Lo cierto es que la frase quedó incompleta porque pronto habrá más trenes y exprimiremos toda la potencialidad que esta conexión representa para Asturias y para España.
Para mí, testimoniar la apertura de la variante fue un regalo. Acababa de tomar posesión como ministro y se me ofrecía la oportunidad de inaugurar, junto al Rey y al presidente del Gobierno, la obra más singular de nuestro sistema ferroviario. Llegué a mesa puesta y comprobé de primera mano por qué este país, que algunos menosprecian y tildan de Estado fallido, es un referente mundial que muchos tratan de imitar cuando planifican sus proyectos de transporte.
Ese mismo Estado afronta un año después el desafío de superar la mayor catástrofe natural de nuestra historia reciente. Y de la misma manera que supimos atravesar montañas para llevar la alta velocidad a Asturias, seremos capaces ahora de reconstruir lo dañado y devolver la esperanza a quienes lo han perdido todo.
En mi opinión, Pajares es hoy mucho más que una proeza de la ingeniería y de la técnica, es un símbolo del desarrollo y la modernidad de España, que la eleva a la categoría de referente mundial. Por eso, es el ejemplo que debemos seguir, la demostración de que este país tiene la energía y la determinación necesaria para alcanzar lo que se proponga.
Demuestra que estamos preparados para ello, porque tenemos los profesionales y la tecnología que pueden hacerlo posible y el apoyo social para seguir este camino. Representa el orgullo de una sociedad que no se arredra ante las dificultades, además de un hito en la transformación de nuestra economía hacia un modelo de desarrollo económico sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Como infraestructura, su valor es inestimable. Lo es porque implica una avance trascendental en la vertebración del territorio, que es lo que nos permite profundizar en la igualdad de oportunidades, en cuya consecución la movilidad desempeña un papel fundamental. En esto consiste la cohesión: en corregir desequilibrios y frustraciones, en acercarnos acortando el tiempo que nos separa y en facilitar, de esta forma, los intercambios que dan forma a nuestra convivencia.
Todo esto es lo que aporta este tramo de 50 kilómetros, que recorta en 37 km la longitud de la línea por el puerto de Pajares. Para lo cual, el 80% discurre en 12 túneles, entre los que sobresale el de Pajares, de 25 kilómetros, el séptimo más largo del mundo, enterrado a mil metros de profundidad bajo la Cordillera Cantábrica. Por su complejidad, es equiparable al de San Gotardo en Suiza o al de Seikan en Japón, que son el primero y segundo más largos del mundo. Pocos países se hubieran atrevido siquiera a imaginarlo. Nosotros lo hemos construido y, con él, hemos proyectado al exterior toda la fuerza de nuestro ecosistema ferroviario, al llevarnos a alcanzar los 4.000 km de red de alta velocidad ferroviaria, la segunda más larga del mundo.
Un año es poco tiempo para hacer balance de su beneficio social, pero ya podemos confirmar que está cumpliendo los objetivos previstos. Porque, está ofreciendo oportunidades de desarrollo personal y laboral al integrar los mercados locales en otros de mayor dimensión. Además, económicamente, está generando actividad en los principales polos industriales que comunica y ambientalmente está evitando la emisión a la atmósfera de miles de toneladas de CO2 al reducir los desplazamientos por carretera y restar cuota de mercado al avión.
Otro de los grandes beneficiados ha sido el turismo, que no sólo genera los ingresos típicos por el pago de servicios directos en alojamiento, restauración, actividades recreativas y culturales, transportes y comercio. Indirectamente, el gasto turístico sostiene un complejo sistema de pagos a proveedores y a plantillas. Su efecto es claramente multiplicador para la economía de esta tierra.
Los datos del corredor Madrid-Asturias son elocuentes. Desde la inauguración de la variante en noviembre de 2023 a noviembre de este año el número de viajeros supera 1.200.000 frente a los 766.000 del mismo periodo del ejercicio anterior, sin variante, lo que supone un incremento del 57%. Los ida y vuelta entre Madrid-Oviedo y Madrid-Gijón han aumentado un 116% y un 112%, respectivamente. Los mayores porcentajes de aumento se han registrado en los tramos León-Oviedo (un 161%) y León-Gijón (un 211%).
Por otro lado, desde el pasado 22 de julio está en servicio un nuevo Alvia que facilita el viaje directo entre Madrid y Áviles. A 25 de noviembre ha ofertado más de 65.000 plazas con una ocupación promedio del 86% en sus 218 circulaciones.
Como decía al principio pronto habrá más trenes y no sólo de Renfe. En octubre, Adif lanzó la segunda fase de la liberalización del transporte ferroviario de viajeros en nuestro país, a través de una oferta de capacidad marco en tres nuevos corredores, entre ellos el Madrid-Asturias-Cantabria.
En el primer trimestre de 2025, Adif publicará el calendario del proceso y las reglas para su desarrollo, con arreglo a criterios objetivos, transparentes. Concluirá a finales de 2026, con la firma de los acuerdos marco que permitirán a las empresas iniciar sus operaciones.
Si bien, Pajares no pone punto y final a la mejora de la movilidad con la Meseta. Trabajamos para incrementar la capacidad en el tramo Valladolid-León y para implantar el ancho mixto del León-La Robla, así como en el proyecto de renovación de La Pola-Oviedo, en el que ya hemos movilizado 41,4 millones de los 160 millones de inversión prevista. Asturias ya está más cerca y lo estará aún más.
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