Pendientes de las infraestructuras inacabadas

OPINIÓN

Trabajos en el argayo del Huerna
Trabajos en el argayo del Huerna Delegacion del Gobierno

22 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturies no termina de completar sus infraestructuras básicas, tan necesarias para el desarrollo económico y facilitar la vida laboral y social de las personas. El monumental argayo sufrido el 10 de noviembre en el Huerna, que mantiene cortada la autopista, ha puesto de manifiesto además, con toda su crudeza, las consecuencias de la falta de mantenimiento y la inversión pertinente, no solo en la principal vía de comunicación por carretera con la meseta sino en el resto de alternativas, con carreteras impracticables y total ausencia de medidas de prevención tal como hoy nos permite la tecnología.

Y no todo es hacer caja, porque los asturianos y asturianas venimos pagando un alto peaje por usar el Huerna, un impuesto injusto que debería haberse suspendido mientras se lleven a cabo las obras de reparación, en un primer paso hacia su eliminación definitiva. También venimos reclamando que se aumenten las frecuencias de la alta velocidad con Madrid para mitigar el impacto tan adverso que va a provocar el argayo.

Ha habido avances en nuestras comunicaciones, qué duda cabe. Lo ha sido la apertura de la Variante de Pajares (una obra por la que CCOO luchó hace treinta y cinco años desde la Plataforma Cívica Pro Variante de Pajares) y la llegada de la alta velocidad a nuestra comunidad, pero estos mismos logros quedan demasiadas veces empañados por las incidencias y retrasos que padecen los servicios. No es de recibo que un trayecto entre Asturies y Madrid sufra una demora de tres horas, como sucedió hace unos días a causa de una avería en León.

El acuerdo de concertación que acabamos de firmar los agentes sociales con el Gobierno del Principado asume la urgencia de dar un impulso a las infraestructuras, destacando la necesidad de fortalecer la «Alianza por las infraestructuras del Estado que Asturies necesita», revisando y actualizando las reivindicaciones, como hoja de ruta en las negociaciones e interlocuciones con el Ministerio. También recoge el compromiso inversor del Ejecutivo asturiano para la conservación y mantenimiento de las infraestructuras de su competencia, destinando anualmente un 3% del presupuesto a las infraestructuras básicas.

Precisamente en la última reunión de la Alianza, celebrada el 10 de julio, se aprobó por unanimidad un documento con 50 objetivos, entre los que figuran: aprobar al plan director del Corredor Atlántico, recuperar la Autopista del Mar, garantizar el acceso ferroviario a El Musel y al puerto de Avilés, cerrar el proyecto del plan de vías de Gijón, finalizar el soterramiento de Langreo…, así como reivindicaciones por las que nuestro sindicato está empujando particularmente, como conseguir que el primer y el último AVE tenga parada en las Cuencas, poner al día la red de Cercanías o eliminar el peaje del Huerna.

Hace unos días, CCOO organizó en Gijón un acto informativo y reivindicativo en la Plaza del Humedal, dentro de la campaña «Vamos facelo», precisamente centrado en el transporte. Allí demandamos una red de Cercanías amplia, moderna, puntual y segura. Y exigimos que se ejecuten todas las inversiones previstas del Estado en el Plan de Cercanías de Asturies, antes de que sea demasiado tarde. Las Cercanías no pueden ser la eterna asignatura pendiente. Los incumplimientos y retrasos resultan exasperantes. Necesitamos un tratamiento de choque sin más dilación: inversiones con presupuestos y fechas claras, incluyendo nuevos servicios express y la modernización de la malla horaria. También demandamos que los nuevos 35 trenes comprometidos entren en circulación lo antes posible. Asturies necesita un metro para la movilidad diaria de 800.000 personas.

En cuanto al AVE, defendemos que debe ser un tren democrático, al alcance de los bolsillos de toda la población, con frecuencias suficientes, que ayude a vertebrar mejor todo el territorio y con ello contribuya a una mayor cohesión social. Y para ello es imprescindible que el primer y el último AVE del día tengan parada en el Caudal, de tal manera que se garantice el acceso de la mayor parte de la población al sistema ferroviario como servicio de movilidad sostenible.

El Corredor Atlántico es nuestra autopista hacia al futuro. No podemos permitirnos el lujo de quedar descolgados. Muy al contrario, es una oportunidad que no deberíamos desaprovechar de situarnos como nodo logístico para el sector industrial y las empresas.

Las infraestructuras son claves también para la vertebración territorial, y aquí no podemos olvidarnos de la deuda histórica con las comarcas mineras. Por eso es fundamental priorizar las inversiones que permitan la regeneración de dichos territorios y faciliten la posibilidad de permanecer o asentarse en ellos, apostando por infraestructuras como el soterramiento de vías en Langreo, la mejora del corredor del Nalón o la culminación de la A-63 hasta La Espina y su conexión con el eje a Ponferrada.

Finalmente, hay que insistir en la necesidad de reforzar las inversiones en mantenimiento y conservación de carreteras, tanto de la red estatal como de la autonómica, en pro de la seguridad vial; facilitar la intermodalidad para mejorar la conectividad de los grandes polos de actividad económica y los diferentes territorios asturianos, en particular aquellos peor comunicados como el suroccidente; y promover aparcamientos disuasorios que faciliten una movilidad más sostenible en entornos metropolitanos. La sociedad, la economía, el medio ambiente, la clase trabajadora… saldremos ganando. Asturies lo hará.