Análisis de riesgo de las zonas afectadas por la dana

Francisco Peña EN LÍNEA

OPINIÓN

Eduardo Manzana | EUROPAPRESS

19 nov 2024 . Actualizado a las 09:29 h.

La historia de la humanidad ha leído contenidos como el siguiente: «Las agresiones continuadas del hombre a la naturaleza acaban provocando estas reacciones del clima. La naturaleza se rebela con destrucción y no perdona nunca nuestras agresiones. Esto debemos tenerlo siempre muy presente».

Tras lo sucedido recientemente en nuestro país habrá que reflexionar profundamente y extraer conclusiones definitivas que nos permitan actuar de forma preventiva y evitar que este tipo de episodios acaben en catástrofes. El nivel de riesgo en la sociedad actual es inaceptable. Vivir en zonas inundables te obliga a tener una percepción del riesgo, ya que antes o después vas a estar sometido a una catástrofe similar a la ocurrida en Valencia.

Antes de la rehabilitación y reconstrucción de las zonas afectadas, lo prioritario es hacer un análisis de riesgo para tener una radiografía real de las zonas afectadas por la dana y a partir de ahí poder construir una sociedad más resiliente y menos vulnerable, que nos permita afrontar nuevos episodios de violencia extrema de la naturaleza; que nadie dude de que las danas serán cada vez más frecuentes y más destructivas, como consecuencia del calentamiento del mar Mediterráneo y del aumento de la ocupación del territorio, sobre todo en aquellas zonas inundables.

Viviendas construidas en áreas vulnerables a inundaciones suponen un desafío urgente en la gestión de riesgos climáticos si queremos proteger a la población. Habrá que plantearse trasladar a las poblaciones asentadas en zonas inundables para evitar riesgos; tendría que estar prohibido construir en estas zonas de riesgo. Ya es hora de que la legislación urbanística y de vivienda se adapte a esta nueva realidad climática.

Desde una base ética, es preciso la suma de esfuerzos de todas las Administraciones públicas, y, de esta manera, con la colaboración activa de la sociedad civil, conseguir que seamos capaces de revertir esta situación cuanto antes.

La crisis climática exacerba los fenómenos meteorológicos extremos y ha influido decisivamente en la formación e intensidad de esta dana. Teniendo en cuenta que este fenómeno ha sido más extremo debido al calentamiento global, urge intensificar los planes de mitigación y adaptación al cambio climático. Tenemos que estar preparados ante una nueva emergencia de estas características.

La ciencia salva vidas, tiene que ser más escuchada para anticipar, prevenir y resolver situaciones como la ocurrida en la Comunidad Valenciana. En conclusión, más ciencia y menos política, y nos irá mejor a todos.